El magnate filipino Andrew Tan toca la campana del BME Growth
Emperador Properties Socimi, la compañía con la que explota en arrendamiento dos rascacielos de oficinas en Madrid y Barcelona, se estrena en el antiguo mercado alternativo bursátil
Emperador Properties ya cotiza en la Bolsa española. La socimi (sociedad cotizada de inversión inmobiliaria) del magnate filipino Andrew Chong Buan Lim Tan se ha estrenado este lunes en el BME Growth, el antiguo mercado alternativo de la Bolsa española. El propio Tan, presidente de la compañía, ha realizado el toque de campana en el parqué madrileño. El código de cotización de la empresa es YEPSA, su asesor registrado es Renta 4 Corporate y R...
Emperador Properties ya cotiza en la Bolsa española. La socimi (sociedad cotizada de inversión inmobiliaria) del magnate filipino Andrew Chong Buan Lim Tan se ha estrenado este lunes en el BME Growth, el antiguo mercado alternativo de la Bolsa española. El propio Tan, presidente de la compañía, ha realizado el toque de campana en el parqué madrileño. El código de cotización de la empresa es YEPSA, su asesor registrado es Renta 4 Corporate y Renta 4 Banco actuará como proveedor de liquidez.
Tan, de origen chino, llegó a Filipinas siendo adolescente y allí acabaría desarrollando un vasto imperio empresarial que se expandiría por el mundo. Se le considera el quinto hombre más rico de su país, con una fortuna estimada actualmente en unos 2.250 millones de euros, según Forbes. Su principal fuente de riqueza viene del negocio de las bebidas alcohólicas (posee la mayor destilería mundial de brandi) y su primer negocio en España fue la compra de bodegas en Jerez. Pero el conglomerado también posee otros negocios, entre los que destacan los inmobiliarios. En España, eso se ha traducido hasta la fecha en la compra de tres edificios (o dos y medio, ya que de uno solo posee el 50%).
Los que tiene al 100% son dos rascacielos de oficinas: la Torre Emperador, una de la cuatro moles que, con más de 200 metros de altura, cierran el paseo de la Castellana de Madrid; y la Torre Diagonal One, antigua sede de Telefónica (que sigue arrendando una parte) en Barcelona y con 110 metros de altura. Ambos activos componen la cartera de la socimi que este lunes ha empezado a cotizar. En el folleto de salida a Bolsa se valora el primero en casi 600 millones de euros, mientras el segundo ronda los 150 millones. No obstante, la compañía ha fijado un precio de 4,2 euros por acción, lo que sitúa su valor total en algo más de 428,6 millones. La liquidez obtenida será limitada: inicialmente solo ha salido al mercado un 5% de la compañía, en el que han entrado tanto inversores nacionales como internacionales, según fuentes de la firma.
La otra propiedad española de la familia Tan (en el consejo de la nueva socimi están también su mujer, Katherine, y su hijo Andrew) es el 50% de Torre Caleido, conocida como la quinta torre por estar en el entorno de rascacielos de la Castellana. Se lo compró a Grupo Villar Mir, que también fue el propietario inicial de la Torre Emperador (entonces conocida como Torre Espacio). Sin embargo, ese inmueble, sobre la que están pendientes acciones judiciales de uno de los inquilinos por el retraso que hubo en su día en la construcción, no se ha incorporado a la cotizada. La dirección lo justifica por la diferente naturaleza del negocio, ya que no se trata de espacios de oficinas (se prevé uso comercial y hay instalados también una escuela de negocios y una clínica privadas).
Junto a Tan, han acompañado el toque de campana en el parqué madrileño los dos consejeros delegados de Emperador Properties: Jorgue Domecq y Joan Cortés. Ambos forman parte, como consejeros ejecutivos, del órgano director de cinco personas (sumando a los tres miembros de la familia Tan) con el que la empresa ha estrenado su nueva etapa como socimi. Este tipo de empresas se dedican al alquiler de inmuebles de los que son propietarias y se benefician de un régimen fiscal ventajoso a cambio de cotizar en Bolsa y repartir anualmente un 80% de su dividendo. Se trata de un modelo de negocio que tienen numerosos países. En España proliferaron durante los últimos años de la Gran Recesión y actualmente es uno de los países con más empresas de este tipo, aunque la mayoría de escaso tamaño.