Perú, destino de inversiones españolas millonarias y de grandes empresas como Telefónica o Acciona
El país latinoamericano es uno de los principales socios comerciales de España en la región
El caos político en Perú preocupa a la inversión española en el país, tanto por su importancia en las ventas en el exterior (677,6 millones de euros en 2021) como por lo que se compra al Estado latinoamericano (1.417,2 millones el año pasado). Un socio estratégico, sobre todo para la llegada de productos de alimentación y minerales, así como para la salida de semimanufacturados y bienes de equipo. Además, es un territorio donde tienen intereses y están presentes compañías de...
El caos político en Perú preocupa a la inversión española en el país, tanto por su importancia en las ventas en el exterior (677,6 millones de euros en 2021) como por lo que se compra al Estado latinoamericano (1.417,2 millones el año pasado). Un socio estratégico, sobre todo para la llegada de productos de alimentación y minerales, así como para la salida de semimanufacturados y bienes de equipo. Además, es un territorio donde tienen intereses y están presentes compañías de diversos sectores, incluso grandes colosos del Ibex como Telefónica, Sacyr, BBVA, Repsol o Acciona.
La nación latinoamericana es un importante socio comercial de España. De hecho, no son solo los grandes transatlánticos españoles los que hacen negocio en Perú. Otras muchas firmas de menores dimensiones tienen un estrecho lazo con Lima, y exportan ahí sus productos desde hace años. Los datos lo corroboran: además de las cifras de importaciones y exportaciones, se trata del quinto país de destino de la inversión española en Latinoamérica por stock de inversión directa extranjera acumulada, con 4.600 millones de euros, según los datos del Instituto para el Comercio Exterior (ICEX).
El organismo señala en un informe que España es un “socio inversor natural” y “uno de los principales países emisores de inversión hacia Perú, el más importante si se atiende al stock de inversiones registradas”. Esto lo consigue a pesar de que no se trate de una gran economía comparada con otros mercados del continente: su peso sobre el PIB de Sudamérica es solo del 5% y sus principales socios comerciales son, en la actualidad, China, la UE y EE UU.
Sin embargo, la relevancia económica de Perú ha ido creciendo en los últimos años gracias a las reformas implementadas para liberalizar el mercado, los tratados comerciales y, sobre todo, al calor del superciclo de las materias primas, que le ha permitido crecer de manera ininterrumpida durante años. En cambio, las inversiones peruanas hacia España nunca han supuesto cantidades muy elevadas (no se encuentra ni siquiera entre los primeros 30 países inversores en el país ibérico).
Ahora habrá que ver cómo se ajustan los equilibrios comerciales al nuevo escenario que ha llevado a la detención del expresidente Pedro Castillo. El miércoles, tras un intento de autogolpe, el maestro rural que llegó a ocupar el cargo más alto de la nación en 2021 —y ya entonces encendió las alarmas del sector inversor— acabó arrestado por rebelión y la vicepresidenta Dina Boluarte cogió las riendas del país.
Este contexto resta estabilidad, clave para hacer negocio en la zona, según aseguran a EL PAÍS fuentes de las grandes empresas españolas en el país. Por ello, todos coinciden en la necesidad de que se reconduzca la situación para que Perú no pierda las oportunidades que ofrece por el margen de desarrollo que todavía contempla. Entre los sectores que ofrecen más opciones para las empresas españolas están las infraestructuras, donde el Gobierno estaba impulsando grandes proyectos. También hay oportunidades en el ámbito de los productos siderúrgicos, equipos y maquinarias, envase y embalaje, electrónica e informática, y maquinaria textil como los más prometedores.
Saldo negativo
España presenta tradicionalmente déficit en la balanza comercial con Perú. Es decir, importa en el conjunto más de lo que exporta, salvo en algunos sectores que se escapan de esta dinámica. Las semimanufacturas y los bienes de equipo, por ejemplo, son los productos que generan más superávit para España. Las exportaciones de ambas categorías experimentaron crecimientos de doble dígito en 2021 en comparación con el año anterior y supusieron el 75% de todo lo enviado al país sudamericano (casi 510 millones de euros de los 677,6 millones recibidos por ventas a Perú).
En la categoría de las semimanufacturas, los productos químicos fueron los que más peso tuvieron el pasado ejercicio, en particular aceites esenciales y perfumados, con 33 millones, y el segmento de otros productos químicos, con otros 30 millones —antes de la pandemia, esta cifra era más del doble—. Entre los bienes de equipo, la maquinaria específica industrial fue protagonista (109,2 millones), con los aparatos eléctricos a la cabeza (50,3 millones).
Pese a ello, la balanza de pagos resulta claramente negativa para España respecto a Perú (el saldo quedó en -739,6 millones el año pasado). Los productos que más se importan desde Perú son los artículos de alimentación, bebidas y tabaco: 708,4 millones en 2021. Frutas y hortalizas son los que más peso tuvieron dentro de esta rúbrica (579 millones). La segunda categoría de productos que más llegan al mercado nacional desde el país sudamericano son las materias primas, con los minerales a la cabeza. Para poner en contexto la relevancia de estos dos sectores —frutas y hortalizas y materias primas—, suponen el 90% de las cantidades pagadas por importaciones españolas desde Perú.