La inflación en la zona euro se frena por primera vez en 17 meses con España como el país donde menos suben los precios
El IPC del área monetaria se modera en noviembre al bajar seis décimas hasta el 10%
La inflación se ha moderado en la zona euro casi año y medio después. Poco. Ha pasado al 10%, seis décimas menos que el mes anterior. Todavía un nivel muy alto. Pero los precios frenan por primera vez en el área monetaria en 17 meses. Ya hace tiempo que los índices de precios al consumo (IPC) se mueven al son que toca la energía y este noviembre su cotización ha descendido, por ahí se explica casi en exclusiva la bajada tanto en el conjunto de la zona euro como en buena parte de los países ...
La inflación se ha moderado en la zona euro casi año y medio después. Poco. Ha pasado al 10%, seis décimas menos que el mes anterior. Todavía un nivel muy alto. Pero los precios frenan por primera vez en el área monetaria en 17 meses. Ya hace tiempo que los índices de precios al consumo (IPC) se mueven al son que toca la energía y este noviembre su cotización ha descendido, por ahí se explica casi en exclusiva la bajada tanto en el conjunto de la zona euro como en buena parte de los países que han anunciado ya sus datos de precios en noviembre.
Los datos que ha publicado Eurostat este miércoles también dejan una imagen bastante insólita: España es el país con el IPC comparable más bajo de todos los que integran la zona euro, un 6,6%. Francia, el país que mejor ha controlado la inflación durante estos meses, la tiene en el 7,1%, aunque este es el dato armonizado con los demás miembros de la eurozona, porque el índice general galo es del 6,2%.
Dice el Banco de España que las medidas que ha aprobado el Gobierno han restado dos puntos porcentuales al IPC. También la meteorología ha puesto de su parte. El viento que ha soplado en los días centrales de mes ha sido clave en la reducción de la factura de la luz. Entre esto y la caída en la cotización del gas, las tarifas eléctricas de muchos hogares españoles ha bajado considerablemente.
Esta situación, en la que España tiene el IPC homologable más bajo de la zona euro es insólito porque la situación ha sido bastantes veces la contraria. España tuvo durante muchos años una consolidada trayectoria inflacionista, mayor que sus socios, sobre todo en la primera década de este siglo. La llegada de crisis económicas sistémicas que golpearon en España con más dureza que en otros países revirtió la situación, pero nunca se había llegado a un punto como el actual, en el que el IPC español está 3,4 puntos por debajo de la media de los 19 países área monetaria.
El freno de la inflación en noviembre ha tenido un carácter generalizado. Prácticamente todos los países de la zona euro han visto como los precios aflojaban algo la presión, con la salvedad de Eslovaquia. El que más lo ha notado, y de forma muy destacada, es los Países Bajos, donde el IPC ha pasado de crecer un 16,8% al 11,2%. El alivio no ha servido, en cambio, para que los precios de las repúblicas bálticas crezcan por debajo del 20%. En las tres (Lituana, Letonia y Estonia), se mantiene ese simbólico ritmo.
Que la inflación se frene e incluso pierda fuerza por primera vez en casi año y medio, lleva implícita otra circunstancia: Los precios aflojan algo su presión por primera vez desde que el Banco Central Europeo comenzó a subir los tipos de interés en julio de este año. Sin embargo, dado el protagonismo de la energía en este dato, resulta difícil atribuirle algún mérito a esta política monetaria más estricta. De hecho, la propia presidenta del BCE, Christine Lagarde, asumió el pasado lunes en el Parlamento Europeo que todavía tardará un tiempo en notarse las consecuencias de sus decisiones.
También pronosticó que la inflación no había alcanzado su techo. Aunque como en todas sus comparecencias, también las de otros responsables públicos, advirtió sobre la alta incertidumbre del escenario económico. Esto es lo que le llevó a confirmar que su intención es seguir subiendo tipos de interés, aunque falta por introducir en sus cálculos el dato de este jueves.
El protagonismo de la energía en la evolución de los precios se ve con nitidez cuando se excluye del índice general armonizado de la zona euro este componente. Entonces el IPC crece una décima, del 6,9% al 7%. Lo mismo pasa cuando se dejan fuera los alimentos frescos (del 6,4% al 6,6%).
Como muestran las palabras de Lagarde el lunes y resume el banco holandés ING, la moderación de precios en noviembre ha sido mayor de lo esperado. “Queda por ver si este es el punto álgido de la inflación. Otro episodio de la crisis energética podría fácilmente hacer que la inflación volviera a subir”, abunda el servicio de estudios de esta entidad. “Para el BCE, los indicios de que la inflación está alcanzando su punto máximo son cada vez más numerosos, los indicios de una espiral de precios y salarios siguen ausentes y el entorno se está volviendo recesivo. En nuestra opinión, es probable que esto haga que el BCE pase de las subidas de 75 puntos básicos a una subida menor de 50 puntos básicos en diciembre”, concluyen los economistas de ING.