Twitter pide a algunos empleados despedidos el viernes que vuelvan a trabajar
La red social busca recuperar a parte del personal tras detectar errores en el proceso de recorte de plantilla y pospone dos días el lanzamiento de la suscripción de pago
Pocas horas después de haberlos despedido, Twitter pidió a decenas de empleados que vuelvan a trabajar. La red social, en la que el magnate Elon Musk tomó el control recientemente anunciando grandes recortes, llevó a cabo un despido masivo que afectó a unas 3.700 personas, la mitad de su plantilla, el pasado viernes. Pero el proceso, solo siete días después del desembarco del hombre más rico del mundo en la compañía, fue precipitado y Twitter ...
Pocas horas después de haberlos despedido, Twitter pidió a decenas de empleados que vuelvan a trabajar. La red social, en la que el magnate Elon Musk tomó el control recientemente anunciando grandes recortes, llevó a cabo un despido masivo que afectó a unas 3.700 personas, la mitad de su plantilla, el pasado viernes. Pero el proceso, solo siete días después del desembarco del hombre más rico del mundo en la compañía, fue precipitado y Twitter se ha dado cuenta de que algunos empleados recibieron por error el anuncio de extinción de la relación laboral o, en otros casos, de que su labor es esencial para los cambios que la compañía quiere acometer, según fuentes citadas por Bloomberg. Uno de esos cambios, el nuevo servicio de suscripción, ha sido pospuesto dos días: no entrará en funcionamiento este lunes, como se preveía, sino que se hará el miércoles.
El recorte de plantilla y el servicio de pago han sido los dos grandes hitos con los que Musk ha querido marcar su entrada en la compañía, valorada en 44.000 millones de dólares (una cifra similar en euros), tras más de siete meses de negociaciones. El empresario ha justificado esas decisiones alegando que cada día que pasa la red social pierde 4 millones de dólares, a causa, entre otros motivos, del pago de intereses por la exorbitada deuda de 13.000 millones que el magnate y sus socios han hecho asumir a la firma como parte del proceso de adquisición.
Para acometer los despidos masivos, la empresa cerró sus oficinas en todo el mundo el pasado viernes y envió un mail a todos los empleados. Muchos, sin embargo, ya se habían enterado de que se quedarían sin trabajo al ver súbitamente cortado su acceso a los ordenadores corporativos o al canal de mensajería interna. En ese mismo canal, algunos responsables pidieron colaboración este domingo para encontrar mano de obra: “Tenemos la oportunidad de pedir a compañeros que fueron despedidos si volverían”, señalaba uno de esos mensajes reproducido por la web especializada Platform. En esa comunicación, se pedía a los empleados si conocían casos así los pusieran en conocimiento de los responsables antes de este domingo por la tarde (madrugada de este lunes en España).
La compañía ha declinado comentar estos hechos, que fuentes al tanto de lo sucedido han confirmado a Bloomberg. Se desconoce en qué puestos se han buscado esas readmisiones. Los recortes afectaron más a ciertos departamentos y ciertas regiones, siempre de acuerdo con la fuentes citadas. En La India, por eje, se ha enviado a casa a más de un 90% del personal a largo del fin de semana, lo que ha mermado las divisiones de ingeniería y de producto. En España se despidió a 26 personas según los sindicatos, que señalaron que el procedimiento será declarado nulo porque no se respetaron los requisitos legales para un despido colectivo.
Para los 3.700 empleados que se han quedado, el tiempo apremia mientras Musk presiona para definir una nueva hoja de ruta en la firma. Pero uno de los primeros pasos, la puesta en marcha del servicio de suscripciones Twitter Blue, también ha sufrido un pequeño revés. Debería estrenarse este lunes en EE UU, Canadá, Australia, Nueva Zelanda y el Reino Unido. Pero el lanzamiento ha sido pospuesto dos días, hasta el miércoles, para evitar problemas coincidiendo con las elecciones de mitad de mandato que se celebran este martes en EE UU.
La suscripción prémium permitirá, por 7,99 dólares al mes, tener marca de verificación del perfil (la que acredita que la identidad de una persona y su cuenta en Twitter coinciden, que actualmente se obtiene de manera gratuita), con planes a futuro de que estos usuarios vieran menos publicidad, pudieran compartir vídeos más largos o tuvieran prioridad en los resultados de búsquedas o en las respuestas a un tuit.
Un mensaje en el canal de mensajería interna ha confirmado el retraso de dos días para la puesta en marcha del nuevo servicio. Este, según Musk, “democratizará el periodismo y empoderará la voz del pueblo”. Pero una de las fuentes consultadas por Bloomberg ha relatado avisos internos y externos alertando a la compañía de que el sistema podría usarse de manera abusiva. Esto provocó la preocupación de que, en vísperas de unas ajustadas elecciones, muchos candidatos vieran suplantada su identidad en la red social. Este domingo, el propio Musk aseguró que Twitter bloquearía a quienes suplantaran la identidad de otros, después de que algunos tuiteros muy reconocidos cambiaran sus nombres y fotos para hacerlos coincidir con el del empresario. En cualquier caso, la firma prevé que cualquier cambio de nombre provoque automáticamente la pérdida temporal de la marca de verificación.