Ribera calcula que la nueva conexión marítima con Francia tardará “de cuatro a cinco años”
Ambos países trabajan también en dos nuevas líneas eléctricas por los Pirineos
La vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha estimado este viernes que en un periodo de “cuatro a cinco años” podría estar construido el nuevo tubo submarino para el trasiego de gas natural e hidrógeno verde entre Barcelona y Marsella, denominado BarMar. En declaraciones a la...
La vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha estimado este viernes que en un periodo de “cuatro a cinco años” podría estar construido el nuevo tubo submarino para el trasiego de gas natural e hidrógeno verde entre Barcelona y Marsella, denominado BarMar. En declaraciones a la prensa en París, Ribera ha señalado que, una vez completada su construcción, la nueva infraestructura debería ser conectada desde la segunda ciudad francesa con el resto “del gran esqueleto” de interconexiones gasistas en Europa.
Ribera ha afirmado, asimismo, que la infraestructura tiene “técnicamente su complejidad”, al ser un proyecto submarino, frente al anterior del MidCat que iba a discurrir por debajo de los Pirineos, aunque añadió que “acorta y hace más sencilla” la opción que también se manejó de un tubo submarino de Barcelona a Livorno (Italia).
La titular de Transición Ecológica ha subrayado que aún hay plazo hasta el 9 de diciembre —cuando se reunirán los presidentes de Francia y España, Emmanuel Macron y Pedro Sánchez, y el primer ministro de Portugal, António Costa— para poder perfilar conjuntamente “un esbozo bastante concreto del proyecto y responder a las estimaciones de coste, de tiempo de funcionamiento y de cobertura de la Comisión Europea”.
El objetivo prioritario es que la infraestructura sea considerada de interés comunitario para que la mayor parte de la iniciativa tenga financiación comunitaria. “Nuestra intención es, precisamente porque se subraya ese carácter europeo, ese interés común, poder presentar el proyecto a la convocatoria de infraestructuras de interés comunitario y que haya una financiación europea que sufrague la mayor parte del proyecto”, ha explicado horas antes en una entrevista en Catalunya Ràdio.
Ribera ha destacado, asimismo, el cambio que representa en el diseño de las infraestructuras de interconexión en el mapa energético europeo, donde antes se hablaba de un desarrollo del Este al extremo Suroeste de Europa para transportar el gas procedente de Rusia y ahora se habla de “un futuro renovable, de transportar gas renovable y el papel del sur de Europa”. Y ha advertido de que, una vez descartada la opción del MidCat por “las dudas de Francia”, era necesario buscar una alternativa, y esta conexión con Marsella era la “más barata y la que tenía más sentido”, frente a la de por Italia con Livorno, “ya que es raro que España facilite un bien o servicio a Europa saltándose a Francia”.
Dos nuevas líneas eléctricas por Pirineos
Más allá del nuevo tubo para gas e hidrógeno, Francia y España trabajan en dos nuevas interconexiones eléctricas por los Pirineos que se sumen a la línea submarina que se está construyendo por el golfo de Vizcaya, según ha destacado la titular de Transición Ecológica. Tras entrevistarse en París con su homóloga Agnès Pannier-Runacher y con el titular galo de Economía, Bruno Le Maire, Ribera ha subrayado que ahora ese país quiere “involucrarse más en las interconexiones eléctricas”.
Se trata, en primer lugar, de finalizar el nuevo cable submarino por el golfo de Vizcaya, que debe entrar en servicio en 2027 y prácticamente duplicar las capacidades actuales de intercambio eléctrico para dejarlas en 5.000 megavatios. Después, ha agregado, hay que ver “cómo podemos agilizar la presentación de los nuevos proyectos para estas dos interconexiones transpirenaicas que quedan pendientes”.
La ministra no ha querido dar ningún plazo para esa formalización y se ha esforzado en señalar el punto de inflexión que supone el compromiso asumido este jueves por Macron, Sánchez y Costa, que en el comunicado conjunto también hacían mención explícita a la necesidad de reforzar las conexiones eléctricas entre la Península y Francia. Fortalecer las conexiones eléctricas ha sido, según ha enfatizado Ribera, “una batalla permanente de España con Francia; un clásico”.
El Gobierno considera que Macron ha entendido los argumentos españoles, en contra de la que era su posición en las últimas semanas, de que es pertinente construir infraestructuras de transporte de hidrógeno verde en lugar de únicamente nuevas interconexiones eléctricas para trasladar corriente. La razón aludida por el Elíseo era que en el transporte de electricidad a largas distancias se pierde una parte importante de la corriente, algo que no ocurre con el hidrógeno.