El turismo canario se la juega este invierno
El sector y el Gobierno muestran un moderado optimismo impulsado por la situación geopolítica y el alza de capacidad aérea, pese a que las reservas aún están un 25% por debajo de 2019
Canarias se encuentra a las puertas de una de sus temporadas altas más trascendentales desde que abrazó la industria del turismo a finales de los años sesenta. El sector necesita la vuelta a la normalidad tras el parón de dos años a causa de la pandemia. La atmósfera que se respira es de un cierto optimismo, impulsado por el 31,4% de incremento en la capacidad aérea entre no...
Canarias se encuentra a las puertas de una de sus temporadas altas más trascendentales desde que abrazó la industria del turismo a finales de los años sesenta. El sector necesita la vuelta a la normalidad tras el parón de dos años a causa de la pandemia. La atmósfera que se respira es de un cierto optimismo, impulsado por el 31,4% de incremento en la capacidad aérea entre noviembre y marzo hacia el archipiélago con respecto a los datos de 2019, según los datos facilitados por la Consejería de Turismo, Industria y Comercio del Gobierno de Canarias.
Aerolíneas y turoperadores confían en las ganas de viajar de los europeos, a pesar de las lúgubres perspectivas que se ciernen sobre los principales mercados emisores. Esta circunstancia, unida a los recortes de gas, que hacen intuir un invierno frío, parecen incentivar la elección del clima de las islas. La oferta de vuelos desde Reino Unido ha crecido un 30,3% hasta 2,7 millones de plazas; la de Alemania, un 31,7% hasta 1,8 millones; Italia, un 71,5% hasta 344.998; un 68% más desde Francia (344.141 plazas), o los Países Bajos, que contará con 343.481 asientos de avión, el 83,1% más. Destaca, como era de esperar, el desplome a cero de la conectividad con Rusia, que en 2019 contó con 29.661 plazas.
Estas cifras también arrojan claroscuros: Ashotel, la patronal turística de la provincia de Santa Cruz de Tenerife (que engloba a las islas de Tenerife, La Palma, La Gomera y El Hierro) ha mostrado su preocupación por la débil conectividad aérea con destinos europeos para este invierno hacia La Palma, aquejada aún por las consecuencias del volcán, y ha instado “a las administraciones competentes a trabajar para reforzarla”. Pese al crecimiento global, el Gobierno de Canarias prevé un retroceso del 5,5% en el número de plazas hacia la isla. Jorge Marichal, presidente de la patronal hotelera de la provincia de Santa Cruz de Tenerife (Ashotel), aseguró recientemente a la Cadena Ser que la conectividad aún es inestable, y que la calidad de los asientos ha retrocedido. “Los asientos van encogiendo, porque yo no estoy engordando”, bromeó.
La explosión que aparentemente registra la conectividad aérea con Europa no evita, por ahora, que las reservas se encuentren un 25% por detrás de los guarismos registrados en 2019. Una circunstancia que no parece preocupar especialmente ni a la industria ni a la consejera Yaiza Castilla. “Hay que tener en cuenta que la pandemia ha tenido como consecuencia una planificación más a corto plazo de las vacaciones”, asegura por escrito. “También por parte de la oferta se han flexibilizado al máximo las condiciones de las reservas, y ahora estas se pueden cancelar en cualquier momento sin coste adicional. Por ello, es difícil anticipar cómo será finalmente la temporada, aunque el sector muestra un moderado optimismo para los próximos meses”, señala.
“Aun ralentizándose la generación de nuevas reservas”, afirma por su parte David Morales, director del hotel Costa Meloneras (Gran Canaria) y presidente del SKAL de Turismo de Gran Canaria, “principalmente por las incertidumbres inflacionistas, energéticas y sociolaborales que también impactan en nuestros principales mercados emisores, nuestro moderado optimismo apunta a niveles medios de en torno al 80% de ocupación para la temporada alta que comienza el 1 de noviembre”. En su opinión, “este es un dato muy positivo, sobre todo si recordamos el cero turístico provocado por la pandemia”.
“Prevemos que la temporada sea buena, buena, como todos los inviernos”, completa por su parte el presidente de la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo (FEHT) de la provincia de Las Palmas (Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura), José María Mañaricua. El empresario avisa, no obstante, de que las citas registradas en agosto muestran un escuálido crecimiento en el total de Canarias (apenas un alza del 1,4% respecto al mismo mes de 2019), debido al desplome de las reservas desde Alemania y los países escandinavos. Canarias fue en el octavo mes del año una de las cuatro comunidades en las que ya se han logrado superar los niveles de agosto de 2019 (6,78 millones de pernoctaciones frente a 6,63 millones), junto con Galicia (1,614 millones frente a las 1,561 millones de 2019), la Comunidad Valenciana (4,042 millones frente a 4,034 millones de hace tres años) y el País Vasco (829.960 frente a 774.102).
La situación del mercado alemán, con todo, no se prevé tan oscura como podrían indicar las incertidumbres geoestratégicas. El director general del turoperador alemán Tui ―el mayor del mundo―, Stefan Baumert, destacó recientemente que las reservas para la temporada están cobrando impulso porque “el deseo de viajar está intacto” pese a los aumentos generales de precios , y que el archipiélago acapara más de la mitad de las reservas de viajes de media distancia.
La clave, como todos los años, será la llegada del frío invernal, agravada en esta ocasión por la escasez de gas. “Existe también la posibilidad de que las clases medias europeas, cuyas economías resistan los efectos de la inflación y subidas de tipos de interés, decidan huir del frío invierno hacia lugares más cálidos ante el panorama de cortes energéticos anunciado o ante su encarecimiento”, sentencia Yaiza Castilla. “Es ahí donde Canarias podría tener una gran oportunidad”.