Confusiones fiscales en el PP
En el debate fiscal sobre reducciones o aumentos de impuestos se están deslizando bastantes datos inexactos o apreciaciones confusas
En el debate fiscal sobre reducciones o aumentos de impuestos —un asunto que exige mucha precisión— se están deslizando bastantes datos inexactos o apreciaciones confusas, particularmente en la campaña para rebajar impuestos emprendida por el PP. Como estas:
Hay que “bajar los impuestos, aumentar la inversión y mejorar los servicios”. (Feijóo en el congreso del PP de Sevilla, 2 de abril); “Había que bajar impuestos” (Juan Bravo, r...
En el debate fiscal sobre reducciones o aumentos de impuestos —un asunto que exige mucha precisión— se están deslizando bastantes datos inexactos o apreciaciones confusas, particularmente en la campaña para rebajar impuestos emprendida por el PP. Como estas:
Hay que “bajar los impuestos, aumentar la inversión y mejorar los servicios”. (Feijóo en el congreso del PP de Sevilla, 2 de abril); “Había que bajar impuestos” (Juan Bravo, responsable de Economía del partido, 29/9); realizaremos “la mayor bajada de impuestos de la historia” (Isabel Díaz Ayuso, 22/10/21). El FMI, la OCDE, el Banco de España y el BCE se han mostrado contrarios a una bajada general de impuestos (no así si es selectiva), y en varios casos, partidarios de elevarlos a los beneficios extraordinarios. La Comisión Europea acaba de subrayar: “Es necesario recaudar impuestos. Necesitamos ingresos. Es necesario que el sistema de recaudación sea lo más eficiente y eficaz posible, hay que dar apoyo a los hogares más necesitados y hay que mitigar el coste de la guerra” (Portavocía, 22/9).
“Lo que es preocupante es que los socios europeos bajan impuestos”. (Feijóo 4/10). No es así. Bajó impuestos el Reino Unido, y en una semana dio marcha atrás (en el impuesto sobre la renta). Alemania, con un Gobierno de centroizquierda, ha bajado tramos (bajos) de la renta, y ha subido otros (altos). Países Bajos, con uno de centroderecha, ha hecho lo mismo (ha subido tres puntos a los más altos).
”Estamos empujando a los inversores a otro lado”, como Portugal, donde “no hay impuesto de sucesiones, donaciones ni patrimonio” (Feijóo, 4/10). Todos los demás países europeos gravan la riqueza, pero sin impuesto del Patrimonio, sino englobándola en otras figuras (como el de la renta, o la riqueza inmobiliaria, o financiera). Y algunos recaudan más que España por esos conceptos. Francia, el 4,60% sobre el PIB; Bélgica, el 3,51%; Grecia, el 3,35%. España, con el 2,68%, está en el rango del 2% al 3%, algo por encima de Dinamarca, Luxemburgo, Italia y Portugal.
”Son unos pocos quienes en este país y en Andalucía tienen patrimonios superiores a un millón de euros”. (Juanma Moreno Bonilla, 20/9). Existen distintos datos, y todos le contradicen. La consultora Global Wealth estima que hay 1,132 millones de españoles con patrimonios netos superiores a un millón de dólares. La Cap Gemini, 246.500. Lo que escasean son las grandes fortunas superiores a 1.000 millones, pero las hay: son 28, según Forbes.
”Canibalismo fiscal” es lo que practica el Gobierno, según Isabel Díaz Ayuso (3/10), al absorber a los ricos madrileños con el impuesto sobre las grandes fortunas. ¿Acusa a los demás de intentar lo que ella dice haber logrado? “Pueden huir 13.000 contribuyentes” de Madrid, por culpa del nuevo impuesto. Un reconocimiento, a sensu contrario, de que los intentó capturar, canibalizando a otras comunidades. Pero con resultado discutible: su exención al 100% del impuesto sobre el patrimonio, por sí sola, no provocaría deslocalización de patrimonios. Así lo indica el hecho de que desde que la estableció, en 2012, sus declarantes (ninguno contribuye por ese concepto) han aumentado solo un 25% en Madrid; contra un 166% en Aragón, un 32% en Baleares y un 30% en la Comunidad Valenciana, que no aplican esa exención.
“Quien más tiene, más ha de pagar, solo faltaba”, reconocía Ayuso en la misma ocasión. ¡Pues claro! Aunque, a renglón seguido, añadía: “Que es que ya lo están haciendo” [pagando], dijo, en referencia a los 13.000 contribuyentes de alta gama, que no pagan por patrimonio, pero “cuya recaudación por IVA e IRPF asciende a más de 5.000 millones de euros”. Ayuso confundía así flujo (recaudación por renta y consumo) y stock (por riqueza), una diferencia de conceptos básica en economía: no es lo mismo la inversión de un año (flujo) que la acumulada en cien (stock); o que el déficit anual (flujo) y la deuda (stock), que es la acumulación de déficits.
”El impuesto sobre el patrimonio no existe en la UE, salvo una pequeña tasa en Noruega”. (Feijóo, 23/9). Noruega no está en la UE. Rechazó su ingreso mediante sendos referendos, en 1972 y 1994.
”No le haga pagar a la gente el doble por lo mismo”. (Feijóo, el mismo día). Se refería a la imputación de “doble imposición” que supondría el gravamen del patrimonio en relación con el impuesto sobre la renta. Pero en todo caso, nunca alcanzaría a “el doble”. El concepto de “doble” no se refiere a “dos veces” o “en dos ocasiones” sino que alude a una “cantidad dos veces mayor” (Diccionario Panhispánico de dudas). En fiscalidad conviene afinar.
“Nada tiene que ver” la propuesta del PP con la británica de reducción de impuestos a las rentas más altas de Lizz Truss, según Feijóo (3/10). Pues sí: el programa electoral del PP de 2019 ya propugnaba una reducción “por debajo del 40%” del tipo al tramo superior, incluso más amplia que la propuesta británica —ya anulada—, que lo bajaba al 40% exactamente (pero no “por debajo” de ese guarismo) desde el 45%. Y también reducía Sociedades desde el tipo actual (25% en general, y 30% para la banca) al 20%. Si esas propuestas ya no están vigentes en el programa del PP, debería aclararlo expresamente. Pero tanto su Plan de medidas urgentes y extraordinarias (22/4); como sus Propuestas para un pacto energético (12/9), propugnan rebajar la recaudación de todos los grandes impuestos: IRPF, IVA y Sociedades.