Por qué la tarifa regulada del gas es la más barata para los consumidores domésticos
En plena escalada de precios, un cliente medio acogido a la TUR paga hoy menos de la mitad de lo que abonaría en el mercado libre. Pese a la brecha, el movimiento de clientes es pequeño
La asimetría entre las tarifas reguladas de la luz y del gas no podría ser mayor. A diferencia de lo ocurrido en el sector eléctrico, en el que los consumidores que están en el mercado regulado —históricamente más barato— han sido los grandes paganos de la crisis energética, en el del gas la tarifa regulada sigue siendo —de largo— la mejor forma de protegerse frente a la subida generalizada de precios en los dos últimos años.
Las cifras no podrían ser más claras: según ...
La asimetría entre las tarifas reguladas de la luz y del gas no podría ser mayor. A diferencia de lo ocurrido en el sector eléctrico, en el que los consumidores que están en el mercado regulado —históricamente más barato— han sido los grandes paganos de la crisis energética, en el del gas la tarifa regulada sigue siendo —de largo— la mejor forma de protegerse frente a la subida generalizada de precios en los dos últimos años.
Las cifras no podrían ser más claras: según la nueva versión del comparador de precios de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), un cliente que tiene la tarifa de último recurso (o TUR, como se conoce coloquialmente) paga hoy casi la mitad de lo que abonaría por el mismo consumo de gas con el contrato más barato del mercado libre. Estas son las principales claves:
¿Qué diferencia de precio hay?
Enorme. Según las últimas cifras que arroja la herramienta de la CNMC, la factura de un hogar promedio en el mercado rondaría los 564 euros, frente a los más de 1.100 de la tarifa más barata del mercado libre (en este caso, la de la empresa CHC Energía). A gran distancia, la más barata de entre las grandes comercializadoras es la de Naturgy (1.214 euros), seguida de Endesa (1.430 si es una pyme; 1.485 si es una vivienda) e Iberdrola (2.121 euros al año, si se contrata a través de su página web). La TUR la fija el Gobierno, mientras que las tarifas del mercado libre las ofertan las comercializadoras.
¿Quién se puede acoger a la TUR?
Todos los hogares que consuman menos de 50.000 kilovatios hora (KWh) al año, lo que, en la práctica, engloba a prácticamente todos los clientes domésticos en España. Al menos, todos los que tengan una caldera individual. La demanda del consumidor tipo con calefacción de gas ronda los 5.200 KWh anuales, según los últimos datos del Instituto para la Diversificación y el Ahorro Energético (IDAE). En el caso de los que cuentan únicamente con agua caliente de gas, la media es de menos de 3.700. Y en el caso de los que únicamente tienen cocina alimentada por este combustible, se queda en poco más de 1.300.
¿Por qué no pueden tenerla las comunidades de vecinos?
Porque su consumo supera con creces los 50.000 KWh y la ley no permite hacer un cálculo individualizado de la demanda. Son, claramente, los paganos de esta crisis energética en lo que al gas se refiere; un “agravio” que reconoce el propio Ministerio para la Transición Ecológico y el Reto Demográfico, que tiene las competencias para regular la estructura tarifaria y que está estudiando “medidas” para cambiarlo.
Estoy en el mercado libre, ¿cómo me puedo cambiar?
El procedimiento es muy sencillo: solo tienen que contratar su suministro con las comercializadoras de la TUR: Baser Comercializadora de Último Recurso (EDP), Endesa Energía XXI, Comercializadora Regulada, Gas & Power (Naturgy) e Iberdrola Comercialización de Último Recurso. El cambio es gratuito y no puede demorarse más de tres semanas. El regulador subraya, además, que la nueva empresa proveedora de gas se tiene que encargar de tramitar el cambio de suministro con la distribuidora. La antigua, por su parte, “deberá enviar su última factura en un plazo máximo de seis semanas a partir de la finalización de su suministro”.
¿Hay una única TUR o varias?
Hay tres tramos tarifarios en función del consumo: la TUR1, para aquellos clientes que consuman menos de 5.000 KWh anuales; la TUR2, para quienes tengan una demanda de entre 5.000 y 15.000 KWh; y la TUR 3, para quienes consuman entre 15.000 y 50.000 KWh al año. La gran mayoría de consumidores domésticos están englobados en la primera y la segunda.
¿Cada cuánto se revisa?
Cuatro veces al año: en enero, abril, julio y octubre. La última subida se anunció el pasado 1 de julio, cuando el consumidor medio vio incrementada su factura en un 7,5%. De no haberse limitado el coste de la materia prima —uno de los elementos esenciales en el mecanismo de fijación de este tipo de tarifas—, se habría duplicado respecto a los valores precrisis.
¿Cuánto subirá la TUR en 2023?
Aún no se sabe. A finales de diciembre, el Gobierno actualizará, como cada año, sus tarifas para el primer trimestre del ejercicio entrante. La subida dependerá de la evolución de la cotización de la materia prima en los mercados internacionales, pero hay algo seguro: solo el 15% de esa variación se podrá trasladar al consumidor final, por lo que esta tarifa se mantendrá con toda seguridad como la más ventajosa del mercado para los particulares.
¿Quién paga la diferencia entre el mercado regulado y el coste mayorista del gas?
El sistema gasista, en su conjunto, cuenta con un mayor déficit de tarifa que crecerá mientras se mantenga ese desequilibrio entre el coste y lo que abonan en su factura los clientes del mercado regulado. En otras palabras: las comercializadoras de último recurso reciben —temporalmente— menos dinero del que gastan en la materia prima, una dinámica que tiene que revertirse, sí o sí, en los próximos años: estas empresas tienen garantizado ese cobro por ley. Tras varios ejercicios de superávit (81 millones el pasado, por ejemplo) en 2022 se revertirán las tornas, muy probablemente con una abultada cifra negativa que habrá que abonar en los años venideros.
¿Cuántos clientes tienen la TUR?
Son algo más de 1,5 millones sobre un total de casi 8. Pese al ligerísimo crecimiento registrado en el tramo inicial de 2022 (a finales del primer trimestre, el último dato publicado por la CNMC, eran 3.700 más que tres meses antes), hace un año la cuota del mercado regulado ha pasado del 19,77% al 19,12%. Todo, a pesar de la enorme (y creciente) brecha de precio entre ambos mercados. Una situación que puede achacarse, en gran medida, al desconocimiento: en 2020, menos de uno de cada cinco consumidores domésticos de gas encuestados por el regulador conocía la diferencia entre la TUR y el resto de tarifas.