El economista jefe del BCE defiende subir impuestos a los más ricos y a las empresas más rentables
Philip Lane aboga por aumentar los tributos para proteger a los más vulnerables
En pleno proceso de subidas de los tipos de interés para frenar la inflación, el Banco Central Europeo (BCE) ha puesto la lupa sobre las medidas fiscales que han lanzado los gobiernos. El mensaje del eurobanco es claro: las ayudas, que ya equivalen a más del 1% del PIB de la zona euro, deben ser temporales y específicas. ...
En pleno proceso de subidas de los tipos de interés para frenar la inflación, el Banco Central Europeo (BCE) ha puesto la lupa sobre las medidas fiscales que han lanzado los gobiernos. El mensaje del eurobanco es claro: las ayudas, que ya equivalen a más del 1% del PIB de la zona euro, deben ser temporales y específicas. El economista jefe del BCE, Philip Lane, ha apostado este martes por evitar que esos paquetes fiscales se carguen al déficit público y, en lugar de ello, se financien con subidas de impuestos a quienes se estén beneficiando de esta crisis. “Si se apoya a los necesitados a través de impuestos más altos, eso tiene menos efecto sobre la inflación que si se incrementan los déficits”, ha afirmado Lane.
El BCE empieza ya a preparar el terreno para la próxima subida de tipos de interés, que se producirá en el Consejo de Gobierno del próximo 27 de octubre. La situación apenas ha mejorado desde la última reunión, a comienzos de este mes: la inflación sigue desbocada, el euro continúa devaluándose y la deuda soberana sigue aumentando su rentabilidad. A todo eso se suma que va tomando cuerpo una recesión que podría cebarse sobre todo con Alemania. La institución que preside Christine Lagarde ya no descarta encarecer el precio del dinero para enfriar la economía, pero teme que las medidas que adopten los gobiernos acaben por calentarla.
El pasado lunes, en una comparecencia en Bruselas, Lagarde lamentaba que solo entre el 10% y el 20% de las ayudas que están lanzando los países de la moneda única son temporales y adaptadas a quienes las necesitan. “El resto son universales. Esto no conduce necesariamente a una buena coordinación de la política fiscal y monetaria”, advirtió. Este martes, el economista jefe y miembro del Consejo Ejecutivo del BCE, Philip Lane, ha abogado por proteger a los más vulnerables en una entrevista en el diario austriaco Der Standard. “Desde el punto de vista de la equidad, pero también desde una perspectiva macroeconómica, los gobiernos deberían apoyar los ingresos y el consumo de los hogares y las empresas que más sufren”, ha afirmado Lane.
Evitar engrosar el déficit
La cuestión es cómo financiar esos incrementos de gasto, en especial cuando los Estados vienen de realizar un extraordinario esfuerzo fiscal para salvar las economías europeas de la crisis derivada de la pandemia. “La gran pregunta es si parte de este apoyo debe financiarse con subidas de impuestos para aquellos que estén mejor. Eso podría hacerse con tributos más elevados sobre los mayores ingresos o sobre industrias y empresas que son altamente rentables a pesar del shock energético. Si se apoya a aquellos que están necesitados mediante más impuestos, eso tiene menos efecto sobre la inflación que si se elevan los déficits”, sostiene Lane.
Varios países de la UE, entre ellos España, han empezado a gravar ya los llamados beneficios caídos del cielo de las compañías energéticas. Bruselas avala gravar esas ganancias extra, con las que prevé que se lleguen a recaudar 140.000 millones de euros. “Estas empresas están obteniendo unos ingresos con los que no contaban, con los que ni siquiera soñaban”, afirmó la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, recientemente en su discurso sobre el Estado de la Unión.
Por ahora, las reglas fiscales comunitarias —en pleno proceso de reforma— están suspendidas por la guerra de Ucrania. Sin embargo, Fráncfort y Bruselas recomiendan prudencia e ir recuperando el equilibrio en las cuentas públicas. “A corto plazo, no será posible evitar déficits algo mayores, pero debe haber un límite temporal claro. Esto es importante para la política monetaria”, sostiene Lane, quien añade: “Esto no significa avanzar hacia la austeridad, sino simplemente alejarse de la política expansiva”.