Pau Relat: “Si la motivación de GSMA fuera económica, el Mobile no se hubiera quedado en Barcelona”
El presidente de Fira de Barcelona, Pau Relat, celebra la capacidad para retener el salón de móviles y asegura que la capital catalana no ha perdido atractivo
Superada la pandemia, Pau Relat (Montcada i Reixac, 53 años) afronta la complicada coyuntura otoñal desde su butaca de presidente de Fira de Barcelona con una tranquilidad: el Mobile World Congress (MWC), el mayor congreso de móviles del mundo, has escogido Barcelona como su sede permanente para, al menos, lo que queda de década. Mientras se ponen en marcha las obras de ampliación de los recintos de Fira, el empresario pone de relieve el papel social que ha jugado la institución durante la pandemia con, por ej...
Superada la pandemia, Pau Relat (Montcada i Reixac, 53 años) afronta la complicada coyuntura otoñal desde su butaca de presidente de Fira de Barcelona con una tranquilidad: el Mobile World Congress (MWC), el mayor congreso de móviles del mundo, has escogido Barcelona como su sede permanente para, al menos, lo que queda de década. Mientras se ponen en marcha las obras de ampliación de los recintos de Fira, el empresario pone de relieve el papel social que ha jugado la institución durante la pandemia con, por ejemplo, la gestión del mayor centro de vacunación covid de Cataluña. El martes, día que Relat recibió a EL PAÍS, la institución ponía en marcha un espacio para vacunar contra la viruela del mono.
Pregunta. ¿Quién ha hecho más para que el Mobile World Congress se quede en Barcelona?
Respuesta. Es un éxito colectivo, un claro ejemplo de lo que es Fira de Barcelona y su capacidad de conseguir grandes consensos. Han participado desde las administraciones hasta el sector hotelero y de la restauración, liderados por Fira. Lo que subyace es la voluntad del Mobile de que Barcelona sea su sede permanente porque es una renovación hasta 2030 con prórrogas automáticas.
P. Esa decisión llega en un momento de dudas sobre la capacidad de liderazgo de Barcelona y su posible pérdida de influencia frente a Madrid. ¿Lo comparte?
R. Me remito a los hechos. El Mobile no solo renueva sino que apuesta por Barcelona y es imaginable que había interés de otras ciudades. La Copa del América viene a buscar Barcelona y otros eventos como el ISE o el Seafood [dos salones que acoge Fira] han decidido venir a Barcelona. La ciudad no ha perdido influencia ni atractivo.
P. Se ha perdido la inversión del aeropuerto y la candidatura de los Juegos Olímpicos de Invierno.
R. Necesitamos unas infraestructuras de primer nivel acordes a las actividades que tenemos. Es poco coherente apostar por iniciativas como la Copa del América o la ampliación de Fira y después no dotarse de las infraestructuras necesarias para acoger esas visitas internacionales. Si trabajamos conjuntamente aún podemos tener un aeropuerto con conectividad intercontinental que respete los requisitos medioambientales.
P. ¿GSMA, el organizador del Mobile, ha exigido la ampliación del aeropuerto? ¿Fira se ha comprometido en ese sentido?
R. A nosotros GSMA no nos lo ha pedido y Fira no puede comprometerse a nada que no sea de su competencia.
P. Ha sido necesario un mayor esfuerzo económico para que se quede el Mobile.
R. Se han actualizado las cantidades, congeladas desde 2019. El impacto que deja es de entre 400 y 500 millones de euros por edición, además de los empleos. Se trata de una rentabilidad extraordinaria que posiciona a Barcelona, Cataluña y España en el ámbito tecnológico. Si la motivación fuera económica, el Mobile no se hubiera quedado en Barcelona, porque seguro que habría obtenido estas aportaciones multiplicadas por dos, por tres o por cuatro. Tiene más que ver con el activo que supone la ciudad y con la complicidad de las instituciones y Fira, que han estado a la altura. Muchas veces el problema es que aquí somos muy autocríticos y no valoramos el activo de Barcelona. Y desde fuera también valoran el modelo de colaboración público-privada de Fira de Barcelona. Es diferencial.
Nosotros tuvimos mirada larga y dijimos: somos socios a las buenas y a las malas de GSMA”
P. ¿Hay parte de agradecimiento de la GSMA por cómo se gestionó la anulación del Mobile de 2020? Sus problemas económicos entonces eran relevantes.
R. Es un agradecimiento mutuo. Sabes si has acertado con el compañero de viaje cuando hay crisis, y, en plena pandemia, la GSMA pasó tiempos complicados. Nosotros tuvimos mirada larga y dijimos: somos socios a las buenas y a las malas. Cuando en tiempos complicados demuestras a alguien que puede contar contigo, cuando vuelve la normalidad hay reciprocidad.
P. ¿Está ayudando el Mobile a ser el Silicon Valley que se pretendía?
R. Las ferias tienen sentido si dejan un legado. Uno de los motivos por los que el Mobile renueva es porque se ha conseguido eso, se ha creado un ecosistema tecnológico y la Capital ha contribuido a ello de forma significativa. Hace 15 años Barcelona vivía de espaldas al mundo tecnológico y muchas empresas abren aquí porque tenemos el Mobile. Es por eso que Fira tiene por objetivo captar salones de referencia mundial de sectores que consideramos que han de ser estratégicos en el futuro.
P. ¿Qué persiguen ahora?
R. Buscamos eventos que puedan ser referentes para convertirse en líderes mundiales. Tampoco hay muchos. Estamos ampliando nuestro recinto de L’Hospitalet y modernizando el espacio de Montjuïc. Con el espacio actual comenzamos a quedarnos restringidos.
P. Han pasado cinco años del 1-O. Lo que se perdió en aquel periodo, ¿se ha recuperado?
R. Esta institución de 2012 a 2019 tuvo un crecimiento espectacular y en ese periodo fue capaz de atraer el ISE y el Seafood. Por tanto, y si Fira es un termómetro, la influencia que ha tenido el momento político sobre esta institución no ha sido relevante. Es evidente que el contexto macroeconómico y sociopolítico ayuda a tener más o menos estabilidad y que esta ayuda a la activación económica.
De momento no hemos notado los efectos de la actual coyuntura y somos optimistas respecto a 2023″
P. Recesión, inflación, guerra en Ucrania. ¿2023 será otro año complicado para las cuentas y la actividad de Fira?
R. En 2020 y 2021 no primamos el resultado económico, sino que nos centramos en que Fira fuera uno de los motores de la reactivación económica. De momento no hemos notado efectos y somos optimistas respecto a 2023.
P. ¿Barcelona necesita un cambio en la Alcaldía?
R. Fira no hace política. Los diferentes alcaldes han tenido una profunda lealtad institucional a Fira y estoy seguro que eso continuará.
P. ¿Es posible que Fira colabore en algún momento con Ifema?
R. Nuestra voluntad es de colaboración, pero no podemos olvidar que cada institución ferial tiene sus objetivos. Y nuestro foco es muy ambicioso, de eventos de liderazgo a nivel internacional y de creación de nuevos salones vinculados a sectores emergentes que a medio o largo plazo puedan ser importantes. Otros tienen otros modelos.
P. ¿Ve como una traición que Madrid se ofreciera para acoger el Mobile cuando en Barcelona había problemas?
R. Si su estrategia es la captación de eventos que están en otros lugares o que se han consolidado, es muy legítimo. La nuestra es traerlas para ayudarlas a crecer. Creo que Fira ha sido muy respetuosa con los diferentes socios, ciudades e instituciones; nuestro modelo es el de sumar e intentar ayudar.