Los nuevos parados de agosto: “Si la situación se complica, me plantearía cambiar de sector”
Varios trabajadores que han perdido su empleo en el último mes cuentan sus experiencias y aspiraciones
El paro subió en 40.428 personas en agosto, según los últimos datos publicados este viernes por los Ministerios de Trabajo y de Seguridad Social. Los trabajadores más afectados son los jóvenes — 8.881 menores de 25 años —, y el ámbito que más acusa la pérdida es el sector servicios, con 37.546 empleados.
Los perfiles de estas personas son diversos, y no todos se ajustan al modelo típico de agosto...
El paro subió en 40.428 personas en agosto, según los últimos datos publicados este viernes por los Ministerios de Trabajo y de Seguridad Social. Los trabajadores más afectados son los jóvenes — 8.881 menores de 25 años —, y el ámbito que más acusa la pérdida es el sector servicios, con 37.546 empleados.
Los perfiles de estas personas son diversos, y no todos se ajustan al modelo típico de agosto: trabajador joven con un empleo estacional, generalmente en el sector turístico. Estas son algunas de las personas que se han ido al paro coincidiendo con el final de la temporada estival.
“Nos despidieron a los tres más baratos”
Lourdes García tiene 46 años y, hasta este agosto, trabajaba en una empresa de venta online en El Campo de Borja, una comarca de Zaragoza. Tenía un contrato indefinido a tiempo completo, con buenas condiciones horarias que le permitían conciliar su trabajo con la crianza de sus dos hijas, de 11 y ocho años. La empresa en la que trabajaba hasta hace días se dedica a la venta online de “caprichos”. Tras seis meses de bajadas en la facturación, decidió despedirla a ella y a otros dos compañeros, los tres empleados de menor antigüedad. “Los más baratos”, añade.
García ha alternado varios trabajos en diversos sectores, la mayoría en la hostelería. Durante años trabajó en la fábrica de Opel de Zaragoza, donde llegó a ser supervisora. Como le era imposible la conciliación, decidió centrarse en la maternidad cuando nació su primera hija. Ahora, a pesar de que no tiene una urgencia económica inmediata, está buscando un empleo para “poder seguir cotizando para la jubilación y para el futuro de sus hijas”. Buscará algo, pero no tiene intención de moverse del pueblo.
Despedido por "la situación económica global"
Rodrigo Sánchez (29 años) es analista de sistemas, reside en Talavera de la Reina (Toledo) y es una de las muchas personas para las que el mes de septiembre ha supuesto el final de su contrato laboral. Tras ocho meses trabajando, su empresa decidió rescindirle el contrato porque la comercializadora eléctrica para las que realizaban consultoría dejó de invertir en ese servicio “por la situación económica global”.
Las cifras del paro en Castilla-La Mancha registran un total de 142.495 personas desempleadas. Este dato supone un ligero aumento (0,99%) con respecto a los del mes de julio. Sánchez confía en poder encontrar trabajo en el mismo sector, aunque no descarta la posibilidad de trabajar en otros ámbitos laborales o desplazarse a otra comunidad. Pese a todo, es optimista respecto al futuro: “Es un sector donde al menos hasta ahora no ha sido complicado proyectar mi carrera profesional y conseguir una remuneración más que aceptable”.
“Lo más difícil es encontrar estabilidad”
Blanca Campo es diplomada en relaciones laborales y técnico superior en higiene bucodental. Esta cántabra de 30 años era, hasta hace unos días, cajera en una cadena de supermercados en Santander. Su contrato temporal de seis meses se acabó y no fue renovado. Es madre — tiene un bebé de 11 meses — y le urge trabajar. Para ella, compaginar la maternidad y el trabajo ha sido un reto desde el principio. Cuando se quedó embarazada, hace casi dos años, la clínica donde trabajaba le rescindió el contrato. Decidió acudir al servicio de mediación, donde le dieron la razón.
El gran problema que ha afrontado a lo largo de su vida laboral es la inestabilidad: por un lado, en los supermercados es fácil encontrar trabajo, pero suelen ser contratos temporales. Por el otro, en su profesión de formación, la estética dental, se ha pasado cuatro años cubriendo bajas y vacaciones. Este tipo de contratos le dificultaban la crianza de su hija, por lo que tuvo que acudir al sector de los supermercados. Ahora está buscando un empleo en el sector dental que le permita la conciliación y poder mantener a su hija.
“Llevo años pasándolo fatal por no encontrar algo digno”
José Javier Trujillo tiene 29 años y es de Linares (Jaén). Agosto ha sido su último mes trabajando como monitor de ocio y tiempo libre tras dos meses contratado en el plan de empleo que ofertaba el ayuntamiento de su pueblo. El aumento del paro en este mes de agosto ha castigado especialmente a Andalucía, que suma a sus cifras de desempleo 9.955 personas más.
Trujillo ha pasado por distintos sectores: ha sido camarero, cajero, reponedor y técnico de mantenimiento antes de llegar a su último empleo como monitor de ocio. “Llevo años pasándolo fatal y sintiendo impotencia por no encontrar algo digno”. Cuenta que no tiene cargas familiares y que el día después de terminar su contrato decidió cambiar de comunidad y probar suerte en Galicia. Ahora vive en A Coruña, donde intentará encontrar algo, ya que “en Andalucía está casi imposible”, concluye.