Los españoles fueron los europeos que más pagaron por la luz entre enero y marzo
Los hogares abonaron 0,51 euros por KWh, frente a los 0,42 de Italia, los 0,38 de Alemania o los 0,21 de Francia, según los datos de la Comisión Europea. El traslado inmediato del mercado mayorista a la tarifa PVPC, clave
Las familias españolas fueron, en el tramo inicial del año, las más golpeadas de la Unión Europea por la escalada en el precio de la luz. La gran mayoría de hogares españoles —todos aquellos que consumen entre 2.500 y 5.000 kilovatios hora (KWh): la media está en alrededor de 3.000— pagaron 0,51 euros por KWh en el primer trimestre de 2022, un 43% más que la media de los Veintisiete (0,29). Un año antes, cuando la crisis energética no era ni...
Las familias españolas fueron, en el tramo inicial del año, las más golpeadas de la Unión Europea por la escalada en el precio de la luz. La gran mayoría de hogares españoles —todos aquellos que consumen entre 2.500 y 5.000 kilovatios hora (KWh): la media está en alrededor de 3.000— pagaron 0,51 euros por KWh en el primer trimestre de 2022, un 43% más que la media de los Veintisiete (0,29). Un año antes, cuando la crisis energética no era ni siquiera un rumor lejano, el coste medio del kilovatio hora por hogar español era de poco más de 0,25 euros, una cifra que le situaba como el quinto país más caro y que quedaba a un paso de la media comunitaria (0,22 euros).
Los datos, recogidos en el informe trimestral de los mercados eléctricos de la Comisión Europea, que ha visto la luz este viernes, apuntan a una importante brecha entre España y el resto de países del bloque: los consumidores domésticos españoles pagaron una media de 0,42 euros por KWh (impuestos incluidos), los alemanes abonaron 0,38 euros y los franceses, 0,21. En el caso de Francia, el Gobierno ha utilizado a la eléctrica semiestatal EDF —que esta semana se ha comprometido a nacionalizar por completo— para amortiguar el impacto de la subida de precios sobre los hogares.
En el lado opuesto a España, a la cola están Hungría, Bulgaria y Eslovenia, los países de la UE en los que el hogar promedio menos pagó por kilovatio hora consumido entre enero y marzo de este año: alrededor de 0,10 euros en los tres casos. En otras palabras: el hogar español pagó, de media, cinco veces más que sus iguales de estos tres países del centro y el este de Europa.
Las razones del descuelgue respecto al resto de vecinos hay que encontrarlas, sobre todo, en la exposición casi total de un buen número de consumidores domésticos al mercado mayorista: en España cuatro de cada diez hogares tienen una tarifa regulada, que bebe directamente del precio del mercado mayorista, donde los precios se han disparado. La comparativa con Portugal, con quien comparte mercado eléctrico pero donde hay cortafuegos para evitar el zarpazo directo de los precios sobre el mercado regulado, es ilustrativa: en el país vecino el hogar promedio pagó menos de 23 céntimos por KWh, casi la mitad que en España.
“Nuestro sistema PVPC [como se le conoce al mercado regulado] es muy mayoritario en comparación con el resto de Europa, así que es lógico que se traslade antes. Eso explica la diferencia entre España y Portugal, por ejemplo”, apostilla Rafael Salas, profesor del departamento de Análisis Económico y Economía Cuantitativa de la Universidad Complutense de Madrid (UCM). “En Europa, el impacto de los precios se verá en el segundo o tercer trimestre. Y en España, las medidas tomadas en España abril y junio [tope al gas, nueva bajada del IVA de la luz] se verán en el tercer trimestre”.
Las cifras publicadas este viernes no incluyen el efecto de la llamada excepción ibérica, el tope sobre el precio del gas que alimenta las centrales de ciclo combinado. Este mecanismo, que en las últimas semanas ha empezado a abaratar el coste de la electricidad para los hogares que están en el mercado regulado —entre ellas, las familias vulnerables que están acogidas al bono social— entró en vigor el 15 de junio y, por tanto, no dejará huella en las cifras, por tanto, hasta la segunda mitad del año.
En el caso de los precios mayoristas, España también estuvo en el vagón de cabeza de la Unión en los tres primeros meses de 2022. Pero, a diferencia de lo ocurrido en el minorista, no fue el país más caro del bloque: tanto Italia como Malta, Grecia y Francia registraron valores más altos.