La CNMC asegura que las gasolineras no se aprovechan del descuento de 20 céntimos
Un estudio del organismo de competencia concluye que las ayudas públicas se aplican correctamente en las estaciones de servicio
Las estaciones de servicio españolas no están aprovechándose del descuento de 20 céntimos que aprobó el Gobierno para incrementar los precios artificialmente y capturar una parte de esa ayuda. Esa es la conclusión a la que llega la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) en su último Boletín del Mercado Minorista de Carburantes, que se ha dado a conocer este jueves y se refiere a datos de mayo. Pese a ello, fuentes del organismo r...
Las estaciones de servicio españolas no están aprovechándose del descuento de 20 céntimos que aprobó el Gobierno para incrementar los precios artificialmente y capturar una parte de esa ayuda. Esa es la conclusión a la que llega la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) en su último Boletín del Mercado Minorista de Carburantes, que se ha dado a conocer este jueves y se refiere a datos de mayo. Pese a ello, fuentes del organismo remarcan que se trata de una conclusión de forma generalizada, que no excluye malas prácticas puntuales. “No podemos asegurar que haya estaciones de servicio que en una parte se estén aprovechando”, han señalado las citadas fuentes en un encuentro con periodistas en Madrid.
El estudio de la CNMC parte de la monitorización continua que el supervisor realiza en las estaciones de servicio. En los precios a las que estas venden carburantes al público, y relacionándolo con un mercado internacional de cotizaciones que ha mostrado mucha volatilidad en los últimos meses, no aprecian anomalías significativas. Los márgenes brutos (la diferencia entre el precio antes de impuestos y las cotizaciones internacionales de crudo y refinados) no difieren significativamente en los cinco primeros meses del año con respecto a los márgenes de 2021. No obstante, fuentes del organismo han aclarado que tanto en abril como en mayo esos márgenes han sido superiores a los del primer trimestre, pero consideran que es por lo inusualmente bajos que fueron al principio del año y que no se pueden entender aisladamente. “La elevada volatilidad exige tener cautela cuando examinamos periodos muy cortos”, han argumentado.
En general, concluyen los técnicos del organismo, los precios de venta de gasolina y gasóleo “han ido siguiendo los picos de cotización” y se observa una “correlación elevada” entre ambos indicadores. Esto no excluye “decalajes” (en la CNMC declinan hablar de si existe un efecto cohete y pluma por el que las petroleras repercuten los precios rápidamente cuando suben las cotizaciones, pero se dan menos prisa cuando bajan) que se atribuyen a la citada volatilidad del mercado, derivada a su vez del conflicto en Ucrania y los temores al desabastecimiento por las sanciones a Rusia.
A la hora de poner el precio, tanto las estaciones que lo fijan de manera independiente (un 60% del total, entre las que se incluyen algunas con marcas de bandera pero propiedad de pymes) como las gasolineras abanderadas los repercuten de manera similar. Sin embargo, la CNMC sí observa que el margen que tradicionalmente ha separado los precios de unas y otras se ha estrechado. Esto podría relacionarse con las ofertas, al margen del descuento obligatorio, que algunas estaciones hacen para atraer clientes. “Nos preocupa que hay modelos de negocio muy diferentes”, han indicado fuentes del organismo, que lo han indicado que posiblemente las gasolineras pequeñas “no pueden competir con las que tengan más músculo financiero”.
Los precios bajan en el arranque de julio
El estudio de la CNMC se ha conocido en el mismo día en que el Boletín Petrolero de la UE ha publicado los precios de gasolina y gasóleo en esta primera semana de julio. Por primera vez en mucho tiempo, esta semana se abaratan tanto la gasolina (-0,7%) como el gasóleo (-2,4%) con respecto a siete días atrás. En concreto, los datos arrojan una media de 2,113 euros para la gasolina y de 2,076 euros para el diésel, sin contar en ninguno de ambos casos con el descuento de 20 céntimos.
Esos datos implican que, una vez restada la ayuda obligatoria, los precios de los carburantes en España siguen por encima de lo que marcaban justo antes de que entrase en vigor la medida el 1 de abril. Concretamente, la gasolina es 9 céntimos (29 céntimos sin el descuento) más cara que entonces y el litro de gasoil le sale al consumidor por 4 céntimos más que entonces. Trasladado a un depósito mediano (55 litros) supone pagar 105 euros por llenar un coche de gasolina y 103 euros por hacerlo con uno diésel. Es decir, cinco y dos euros más, respectivamente, que a finales de marzo.
Los importes medios de España también se sitúan por encima de lo que marcan tanto la media europea (1,994 euros por litro de gasolina y 1,997 euros por litro de diésel) como la de la eurozona (2,051 euros la gasolina y 2,047 euros el gasóleo). En los últimos meses, España ha pasado de figurar entre los países con los combustibles más baratos del continente a situarse en la parte alta de la tabla.
Algunos expertos relacionan esto, precisamente, con un mal diseño de la ayuda de 20 céntimos, que estaría siendo absorbida en parte por el sector. Esos expertos apuntan a un mercado “oligopolista” en algunos tramos de la cadena de valor (como el refinado o la distribución mayorista), aunque señalan que es difícil saber en qué parte se produce esa absorción. En la CNMC tienen claro que no es en las estaciones de servicio, que es la parte a la que se refiere su estudio, y fuentes del organismo han indicado que este no vigila el mercado mayorista, que consideran que responde a los vaivenes de las cotizaciones internacionales. Además, como también señala la patronal de grandes petroleras, subrayan la dificultad de comparar los datos españoles con los de otros países en el boletín europeo por las diferencias metodológicas al reportar los precios.