La mejora del turismo internacional afianza la recuperación del sector en Semana Santa

La escalada de la inflación llega al sector con una subida de precios de los alojamientos del 32% en marzo

Los turistas disfrutan del sol y las altas temperaturas en la playa del Postiguet (Alicante), el pasado viernes.Manuel Lorenzo (efe)

El turismo acaba de cerrar una Semana Santa casi como las de antes y consolida su avance hacia la normalidad tras dos años duros por la pandemia. La mejora del turismo internacional, en uno de sus mejores momentos tras el fin de las restricciones impuestas a los viajes en 2020 y 2021, y el buen comportamiento del turismo nacional, que ya empezó a despegar el verano pasado, han afianzado la recuperación del negocio durante unas vacaciones consideradas clave y que anticipan un buen verano. La ocupación hotelera ha alcanzado entre...

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El turismo acaba de cerrar una Semana Santa casi como las de antes y consolida su avance hacia la normalidad tras dos años duros por la pandemia. La mejora del turismo internacional, en uno de sus mejores momentos tras el fin de las restricciones impuestas a los viajes en 2020 y 2021, y el buen comportamiento del turismo nacional, que ya empezó a despegar el verano pasado, han afianzado la recuperación del negocio durante unas vacaciones consideradas clave y que anticipan un buen verano. La ocupación hotelera ha alcanzado entre el 80% y el 90% en los principales puntos turísticos, según diversas estimaciones. Los buenos datos para la industria coincide con un importante aumento de sus costes y sus tarifas. Los servicios de alojamiento se encarecieron un 32% en marzo, según datos del Instituto Nacional de Estadística, y todo apunta a que la tendencia ha seguido en abril. El sector justifica la subida por el fuerte ascenso de los costes por el encarecimiento de la energía y los alimentos.

Esta Semana Santa, a falta de los datos oficiales sobre la procedencia de los turistas, destaca la mejoría en las llegadas de extranjeros, sobre todo británicos, y además se mantiene el buen comportamiento del viajero doméstico. La Comunidad de Madrid, por ejemplo, ha registrado una ocupación superior al 80%, cercano al nivel previo a la pandemia (fue el 84% en la Semana Santa de 2019). Similar ha sido la evolución en Galicia y, en general, en los destinos de costa, como la Comunidad Valenciana. Pero también ha habido bastante afluencia en el turismo de interior. Aragón, Cantabria, las dos Castillas y Extremadura han sido los destinos favoritos para los días festivos por parte de los viajeros que han reservado un apartamento turístico, cuya ocupación ha alcanzado el 75%, según la Federación Española de Asociaciones de Viviendas y Apartamentos Turísticos.

Más turistas, más facturación

La escalada de la inflación, por los elevados costes de la energía, está golpeando también al sector, que afirma que pese a facturar más, pierde rentabilidad porque la gente gasta menos, según datos de Hostelería de España, organización que considera satisfactorio el ritmo de trabajo de la Semana Santa. Por su parte, la Mesa del Turismo ha asegurado que muchas empresas han facturado por encima de 2019, aunque ha advertido de que los costes también han sido mayores.

El turismo lleva dos años acumulando pérdidas millonarias como consecuencia de los cierres y las restricciones a la movilidad y ha pasado de representar el 12,3% del PIB del país en 2019 al 5,5% en 2020 y el año pasado apenas recuperó dos puntos. Este año espera volver a los nives prepandemia, aunque la inflación y la guerra en Ucrania amenazan la plena recuperación.

Cataluña, “cifras récord”

En Cataluña, donde este lunes todavía era festivo, buena parte del sector exhibe euforia y no solo celebra la “recuperación” y habla de “números prepandémicos”, sino que en el caso de la Tarragona y Lleida aseguran que las vacaciones se saldan con “cifras récord”. A las ganas de salir de las ciudades de los catalanes se ha sumado la llegada de turistas extranjeros —incluso más de los esperados— y cuatro días festivos de tiempo casi veraniego entre dos semanas de mal tiempo. Entre los visitantes internacionales, además de franceses, ingleses y alemanes, el sector celebra la llegada de otras procedencias del norte de Europa e incluso asiáticos y norteamericanos.

En Tarragona, el presidente de la Federación de Asociaciones de Hostelería, Francesc Pintado, asegura que los 750 restaurantes y 130 hoteles que representa están “pletóricos”. “Ha sido inmejorable: se han cumplido las previsiones y más, Semana Santa para enmarcar, histórica, calles, playas, hoteles y restaurantes a tope”, explica. El mercado ruso, que supone un 20% en Salou y la Pineda, se ha cubierto por el doméstico.

En Lleida, el Pirineo y zonas turísticas han logrado un 95% de ocupación, según la Diputación. Desde la Federación de Hostelería, Ramon Solsona, asegura que las vacaciones cierran con “ocupaciones de récord histórico, más que en 2019 y en toda la provincia, en hoteles y campings y venta de forfaits” gracias a “un turismo de proximidad que descubrió la zona durante la pandemia y se ha consolidado”. El presidente de la Federación Catalana de Campings, Miquel Gotane, asegura que “ha funcionado todo, playa y montaña”, con ocupaciones por encima del 85% e indicios de recuperación de los clientes internacionales.

En Girona, aunque valoran que los festivos “han ido muy bien”, con ocupaciones superiores al 70% en el 80% de hoteles abiertos, se muestran optimistas, pero también cautelosos. El presidente de la Federación de Hostelería, Antoni Escudero, considera que no será fácil volver a los niveles de turismo de 2019.

En Barcelona, la última semana ha supuesto la constatación del retorno de turistas extranjeros, como es fácil comprobar en los puntos más turísticos. Sagrada Familia, edificios Modernistas del Eixample o barrio Gòtic, en el centro, han vuelto a estar hasta la bandera.

Más extranjeros en la Comunidad Valenciana

En la Comunidad Valenciana el plus ha llegado a través del turismo internacional, sobre todo británico. El presidente de la patronal hotelera Hosbec, Toni Mayor, ha señalado que estos han sido clave, sobre todo, en los destinos más internacionalizados como Benidorm y Valencia, donde suponen la mitad de los turistas alojados en hoteles. Sumados al turista nacional la ocupación ha rondado en 85% en todo tipo de establecimientos. “Ha sido un tsunami de recuperación”, ha asegurado Mayor. “Hemos vuelto, en volumen, a las cifras de 2019″, ha añadido pese a que “con menor rentabilidad por la subida generalizada de los costes, debida a la inflación y los precios de la energía y el combustible”, según ha puntualizado.

Mayor asegura que la contratación de plazas hoteleras “se realiza un año antes, con un precio establecido” que no pueden modificar, por lo que la rentabilidad se ve lastrada por la situación económica actual.

Ya durante la primera semana, del 4 al 10 de abril, los datos apuntaban un ritmo de entre el 73% y el 76%, mientras que Valencia despuntaba con hasta un 84%, según la patronal. La mejora del clima ha contribuido a que esos índices se acerquen al 90% de ocupación según las zonas.

Baleares se reactiva

El fin de las restricciones sanitarias en la mayoría de mercados europeos y la reactivación de las rutas aéreas con los aeropuertos de Baleares han devuelto al viajero internacional a las islas esta Semana Santa. Alrededor del 80% de la planta hotelera de Mallorca ha abierto durante estas fiestas, quintuplicando las cifras del año pasado cuando tan sólo hubo actividad en el 17% de los hoteles de la isla. Los niveles de ocupación también han recuperado los valores prepandemia rondando el 85%, sólo tres puntos por debajo de los alcanzados en el mismo periodo de 2019, según las estimaciones de la Federación Hotelera de Mallorca.

La mejora de los resultados se debe, en buena parte, al regreso del turismo internacional, sobre todo del viajero alemán y británico, los dos mercados con mayor peso en la industria turística del archipiélago. “Nos podemos dar por satisfechos. Estamos operando principalmente en Mallorca e Ibiza con mercados alemán, británico, holandés y belga que han tenido muy buen comportamiento” afirma Ian Livesey, director del turoperador TUI para España y Portugal, que avanza que este verano esperan llegar a los niveles de mercado de 2019 “un año de récord”. La clave para Livesey estará en lanzar precios competitivos para rivalizar con otros destinos del Mediterráneo como Turquía que se verán seriamente afectados por la ausencia de turismo ruso.

La recuperación de los trayectos aéreos, sobre todo con ciudades de Alemania y Reino Unido, también ha devuelto el tráfico aéreo a los niveles de la última Semana Santa antes de la pandemia. Los aeropuertos de las islas han operado 9.671 vuelos estos últimos diez, apenas un 0,6% menos que en las fiestas de 2019. El 64% de los vuelos han sido internacionales, lo que confirma la recuperación del mercado internacional, principal afectado por las restricciones a la movilidad los últimos dos años.

Lleno en Canarias

Lleno en los hoteles y apartamentos; lleno en restaurantes y establecimientos rurales. Y, lo que es casi más importante, regreso del turismo extranjero. “Ha sido una Semana Santa como las de antes”, confiesa sonriente Francisco Suárez, camarero en uno de los restaurantes que pueblan el paseo de la playa de Las Canteras, en Las Palmas de Gran Canaria. La ocupación en los establecimientos del sur tinerfeño alcanzaron el 86,3%, ocho puntos más que las previsiones, según apuntan fuentes de la Asociación Hotelera y Extrahotelera de Tenerife, La Palma, La Gomera y El Hierro (Ashotel).

Las reservas turísticas han vuelto a los guarismos prepándemicos. “Ha habido de todo”, sostienen fuentes de Ashotel. “Mucho extranjero, pero también peninsulares con dinero para gastar”. La mejoría ha alcanzado a la isla de La Palma, que mejoró sus previsiones y cerró en una media del 80,3%, tras casi dos años muy difíciles, agravados por la erupción del volcán. Fuentes de los empresarios en Gran Canaria, isla en la que también se superó el 80% de ocupación, se confiesan incluso “sorprendidos” por el excelente comportamiento de la industria.

La alegría, sin embargo, parece quedarse aquí. Ashotel llamó el lunes a la “prudencia” en una nota de prensa a la hora de valorar estos resultados, dado que no son extrapolables para medir el comportamiento de los mercados emisores para los siguientes meses, y recuerdan el “complicado” escenario geopolítico en Europa.

La Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo de Las Palmas (FEHT), la patronal de la provincia que engloba a Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura, sostiene que a partir del 25 de este mes se registrará “una caída generalizada” de la ocupación y una época dominada por la incertidumbre, que ya ha restado y “estancado” las reservas para el verano 2022, meses en los que, además, Canarias también deberá competir con las “ofertas de verano de máxima calidad” como Turquía o Cataluña y Baleares.

Andalucía, optimismo con cautela

En Andalucía la afluencia de turistas ha sido masiva y la ocupación hotelera, del 61% a principios de semana, se elevó hasta el 81% entre el jueves y el domingo. La Semana Santa es el termómetro habitual de la temporada turística en verano en la región, y a pesar de que el sector la encara con gran optimismo, hay cautelas. “Son demasiadas incertidumbres sobre la mesa: una guerra que se ha notado especialmente en las reservas del mercado centroeuropeo, aunque no en el británico, nuestro principal emisor de turistas; y con la inflación de casi el 10% que hará que notemos una pérdida de capacidad adquisitiva del turista nacional. Veremos la evolución”, avanza Rafael Barba, secretario general de la Federación Andaluza de Hoteles y Alojamientos Turísticos.

Málaga ha notado especialmente la recuperación del turista extranjero, que supone el 75% de sus visitantes habituales. “Empezó a venir en Navidades y si no hay más sobresaltos, en otoño lo recuperaremos del todo”, augura Luis Arroyo, presidente de la Federación Andaluza de Agencias de Viajes, que aglutina a 1.200 empresas.

David Argüelles, del departamento de ventas del Alanda Marbella Hotel, confirma la tendencia de negocio ascendente: “Hemos tenido nuestras 191 habitaciones al 70% a principios de Semana Santa y al 90% el puente. No nos pilla de sorpresa porque desde que empezó el año vamos muy bien”. El cliente principal de este hotel malagueño de cinco estrellas es nacional, pero también hay extranjeros europeos y norteamericanos.

Con información de María Fabra (Castellón), Lucía Bohórquez (Palma), Javier Martín-Arroyo (Sevilla), Guillermo Vega (Las Palmas de Gran Canaria), Clara Blanchar (Barcelona) y Cristina Galindo (Madrid).

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