Francesco La Camera: “No se puede tener todo en esta vida, la alternativa son 7 millones de muertos por la contaminación del aire”
El director general de la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA) urge a acelerar el despliegue de fuentes energéticas que mitiguen el calentamiento global, las emisiones y la carbonización
La Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA) se define como una organización intergubernamental que apoya a los países en su transición hacia un futuro energético sostenible. Entre sus objetivos figura promover la adopción generalizada de todas las formas de energía renovable, pero la entidad defiende que sus directrices no solo persiguen reducir las emisiones de carbono y aplacar el impacto medioambiental, sino también garantizar que el suministro energético sea seguro y justo.
Pregunta. Los precios desorbitados del gas, la electricidad y el petróleo, y las incertidum...
La Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA) se define como una organización intergubernamental que apoya a los países en su transición hacia un futuro energético sostenible. Entre sus objetivos figura promover la adopción generalizada de todas las formas de energía renovable, pero la entidad defiende que sus directrices no solo persiguen reducir las emisiones de carbono y aplacar el impacto medioambiental, sino también garantizar que el suministro energético sea seguro y justo.
Pregunta. Los precios desorbitados del gas, la electricidad y el petróleo, y las incertidumbres de suministro por la invasión rusa de Ucrania han puesto al descubierto las flaquezas del sistema. ¿Es un problema nuevo o ya existía y ahora nos hemos dado cuenta?
Respuesta. Evidentemente, el problema ya lo teníamos. La crisis de Ucrania lo que pone de manifiesto es que no podemos confiar en un sistema basado en combustibles fósiles, porque es anticuado y poco fiable. El 80% de los países del mundo tiene dependencia de los combustibles fósiles y las fluctuaciones de precio han sido una constante, porque el suministro ha estado en manos de unos pocos proveedores.
P. ¿Hay que temer que esta crisis energética trastoque el orden de prioridades y relegue a un plano secundario la apuesta por la sostenibilidad y las renovables?
R. No nos podemos permitir el lujo de relegar los desafíos que tenemos en materia de sostenibilidad. Desde IRENA publicamos el World Energy Transitions Outlook, un documento que dibuja el panorama para la transición energética y, si no hay un cambio drástico en la manera que producimos y consumimos energía, no se cumplirá el objetivo de limitar el calentamiento global por debajo de los 1,5 grados centígrados. Incluso se van a rebasar los 2 grados.
P. La ONU ya ha pronosticado que si no se actúa el calentamiento global será de 2,7 grados a finales de siglo. ¿No estamos haciendo bien las cosas?
R. En las tablas de nuestro resumen ejecutivo lo reflejamos de manera clara: algunas cosas las hacemos muy mal y otras mal, pero no estamos cumpliendo bien ninguno de los puntos fijados. Y nos estamos quedando sin tiempo.
P. No invita al optimismo.
R. Nos basamos en hechos, no en opiniones. El mercado nos está conduciendo hacia un nuevo sistema energético, y ese nuevo sistema debe estar basado en las renovables y complementado con el hidrógeno y la biomasa sostenible. No hay dudas sobre cuál es la dirección que debemos tomar, la cuestión es si la estamos tomando con suficiente rapidez y con medidas que tengan la escala adecuada.
P. Hace 20 años, en “La economía del hidrógeno”, Jeremy Rifkin ya aludía a un sistema energético “con capacidad para remodelar radicalmente la civilización”. ¿El hidrógeno sigue siendo un vaticinio de futuro más que una realidad de presente?
R. Conozco el libro de Jeremy Rifkin, claro, y no voy a entrar en discusión con su contenido. Tiene algo de profético, pero también contiene errores sustanciales. La revolución real llega de la mano de las renovables, porque sin las renovables no podemos tener el hidrógeno limpio que nos hace falta para un sistema sostenible.
P. El hidrógeno, ¿qué papel juega en el modelo energético?
R. Proveer energía allí donde no llega la electrificación, como es el caso de los grandes buques de carga, el transporte o la industria pesada. Una segunda función del hidrógeno tiene que ver con su papel en el almacenaje energético. Estimamos que en 2050 el hidrógeno representará un 12% del consumo energético global.
P. Atribuye a las renovables un peso primordial en la transición energética. ¿Hay espacio suficiente para desplegar tantos parques eólicos e instalaciones fotovoltaicas?
R. El espacio es un tema a tener a cuenta, pero no es un obstáculo insalvable. Es menester pensar en los parques eólicos marinos, nos dan gran parte de la respuesta. Además, hay soluciones técnicas para la fotovoltaica. Se ha demostrado que su implantación es compatible con las explotaciones agrícolas.
P. Tanto los molinos como los grandes huertos solares a menudo generan oposición en el territorio que los tiene que recibir.
R. Se trata de un problema de comunicación, porque es evidente que esta es la solución correcta. Es mucho mejor que tener contaminación.
P. El turismo o sectores como el vitivinícola alegan sufrir perjuicios ante la proximidad de grandes infraestructuras eólicas o fotovoltaicas.
R. Precisamente, los productores de vino saben que cada año tienen que anticipar la vendimia porque el calentamiento global avanza el ciclo de maduración de la uva. Las renovables están para solucionar problemas, problemas que también afectan a estos sectores.
P. La información es conocida y no es nueva, pero el rechazo no remite. ¿Cuál es la estrategia para alcanzar consensos?
R. Cada territorio tiene sus distintas realidades, no hay una sola manera de abordarlo. Pero no se puede tener todo en esta vida. La alternativa es tener 7 millones de muertos por la contaminación del aire.
P. En España, el año pasado la energía nuclear aportó el 20.8% de la generación eléctrica. ¿Es un porcentaje demasiado alto a estas alturas?
R. Es una decisión de cada país configurar cuál es su mix energético. Lo que puedo decir es que todos estamos de acuerdo en que esta década es decisiva para el cambio climático, por lo que instalar nueva capacidad nuclear no va a ser útil para la lucha que tenemos este decenio. Una central nuclear tarda doce o catorce años en poder aportar energía a la red.
P. ¿Es sostenible la nuclear?
R. En nuestro escenario, prevemos que la contribución mundial de la energía nuclear va a ser del 2% en 2050.
P. ¿Cómo valora la propuesta de España de poner tope al precio del gas buscando limitar el precio de la luz?
R. Represento a una organización internacional y no puedo entrar a evaluar la decisión de un Estado, pero España está demostrando un fuerte liderazgo en la transición energética.