Los supervisores europeos advierten a los inversores en criptomonedas del riesgo de “perder todo lo invertido”
Los reguladores comunitarios creen que no resultan adecuadas ni como inversión ni como medio de pago
Los mensajes de los reguladores financieros sobre el riesgo de las criptomonedas son cada vez más frecuentes. El último ha llegado este jueves procedente de las autoridades europeas: señalan a las divisas digitales como activos “arriesgados” y “especulativos” para los ahorradores minoristas, a los que desaconsejan recurrir a ellos ni como inversión ni como medio de pago. “Los consumidores se enfrentan a la posibilidad real de perder todo el dinero invertido”, remata el comunicado, firmado conjuntamente por la Autoridad Bancaria Europea, la Autoridad Europea de Valores y Mercados y la Autoridad...
Los mensajes de los reguladores financieros sobre el riesgo de las criptomonedas son cada vez más frecuentes. El último ha llegado este jueves procedente de las autoridades europeas: señalan a las divisas digitales como activos “arriesgados” y “especulativos” para los ahorradores minoristas, a los que desaconsejan recurrir a ellos ni como inversión ni como medio de pago. “Los consumidores se enfrentan a la posibilidad real de perder todo el dinero invertido”, remata el comunicado, firmado conjuntamente por la Autoridad Bancaria Europea, la Autoridad Europea de Valores y Mercados y la Autoridad Europea de Pensiones y Seguros de Jubilación.
Estos organismos advierten de que quien se interne en el mundo de la inversión en criptomonedas está solo. No puede reclamar ni está protegido por las normas de servicios financieros de la Unión Europea. Por ello, llama a la cautela antes de dar el paso, especialmente si el inversor toma la decisión alentado por “publicidad engañosa” que promete rentabilidades altas o rápidas, cada vez más presentes en redes sociales y a través de influencers con miles de seguidores que son remunerados para alabar las bondades de un producto que no siempre comprenden.
En un mensaje claramente dirigido a los que dudan sobre si comprar o no criptomonedas, los supervisores europeos les instan a no olvidar otros tres riesgos: en primer lugar, que “los precios pueden bajar y subir rápidamente en breves períodos”; en segundo, que el inversor puede “ser víctima de estafas, fraudes, errores operativos o ciberataques”; y, finalmente, que “es poco probable” que haya “derechos de protección o compensación si algo va mal”. Así, invita a los que arriesguen a preguntarse si pueden permitirse perder todo su dinero, están dispuestos a asumir grandes riesgos y si están seguros de poder proteger las claves privadas y los dispositivos que utilizan para comprar, almacenar y vender criptomonedas. Además, les emplaza a comprobar si las empresas con las que tratan tienen buena reputación o están en alguna lista negra de advertencias de los supervisores.
En el ecosistema de las criptomonedas hay miles de divisas disponibles para invertir. Las más conocidas son el bitcoin y ethereum, pero hay ahorradores que se decantan por muchas otras que superan las ya de por sí elevadas volatilidades de las monedas más conocidas. Los reguladores europeos alertan de que sus movimientos responden en muchos casos únicamente al número de interesados en comprar y vender, y no a ningún tipo de valor real. “Muchos criptoactivos sufren fluctuaciones de precios repentinas y extremas y tienen un carácter especulativo, ya que su precio a menudo se basa exclusivamente en la demanda de los consumidores (es decir, puede no haber un activo que lo respalde u otro valor tangible). Puedes perder una gran cantidad de dinero o incluso todo el dinero invertido”, recalcan.
La CNMV, el Banco de España y la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones han señalado este jueves que suscriben plenamente la advertencia lanzada por las autoridades europeas. Y recuerdan que en 2018 y 2021 ya lanzaron sendas alertas al respecto muy similares a la emitida por las autoridades europeas este jueves. Además, la CNMV ya regula en España la publicidad sobre criptomonedas, y el Banco de España ha puesto en marcha un registro al que deben apuntarse las plataformas que ofrezcan servicios de compra y venta de criptomonedas, y que les obliga a contar con medidas de prevención de blanqueo de capitales y financiación del terrorismo.
Los inversores institucionales han incluido progresivamente al bitcoin en sus carteras, pero su evolución sigue sujeta a una alta volatilidad. Tras rozar la cota de los 70.000 dólares el pasado noviembre, un bitcoin se cambiaba este jueves por 40.000 dólares. En lo que va de año ha perdido un 15% de su valor, y un 30% en los últimos 12 meses. La suma de las miles de criptomonedas con que los inversores operan en el mercado alcanza un valor de 1,8 billones de dólares, según CoinMarketCap, una capitalización algo superior al valor en Bolsa de Amazon.