La subida del salario mínimo y la caída del número de trabajadores en ERTE encareció el coste laboral en el tramo final de 2021
El gasto por hora trabajada se incrementó en un 1,2% anual empujado por el repunte de los sueldos, según el INE
La subida del salario mínimo interprofesional (SMI) el pasado mes de septiembre y la menor presencia de los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) por la mejora de la situación sanitaria provocaron un aumento del coste por hora trabajada de 1,2% en el cuarto trimestre de 2021 con respecto a los registros del año anterior. Esta alza se p...
La subida del salario mínimo interprofesional (SMI) el pasado mes de septiembre y la menor presencia de los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) por la mejora de la situación sanitaria provocaron un aumento del coste por hora trabajada de 1,2% en el cuarto trimestre de 2021 con respecto a los registros del año anterior. Esta alza se produjo como consecuencia del incremento del coste salarial (+1,8%), según recoge el índice de coste laboral armonizado (ICLA) que el Instituto Nacional de Estadística (INE) ha publicado este jueves.
Gobierno y sindicatos acordaron a mediados de septiembre aumentar el salario mínimo en 15 euros ―la patronal se descolgó―, hasta situarlo en los 965 mensuales (repartidos en 14 pagas). Esta subida obligó a muchas empresas a readaptar sus escalas salariales, que se vieron forzadas a crecer, y, por tanto, el coste laboral también se incrementó. Eliminando los efectos estacionales y de calendario, la variación anual del coste por hora fue del 0,6% según el INE.
Atendiendo a los datos del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, en el cuatro trimestre de 2021, entre los meses de octubre y diciembre, el número de trabajadores afectados por un ERTE se rebajó en algo más de 90.000 personas (el año terminó con 102.548), gracias a la progresiva recuperación de la actividad. La desaparición de este colchón público trajo consigo la retirada en la contribución de las exoneraciones en el pago de las cuotas a la Seguridad Social de la que se beneficiaban las empresas acogidas al ERTE.
A pesar de la mejoría general, no todas las actividades concluyeron el año de igual forma, ni todas las empresas pudieron ir recuperando paulatinamente a los trabajadores suspendidos. Donde más se encareció el coste laboral fue en aquellas actividades relacionadas con la información y las comunicaciones (+3,9%), las administrativas (+3,3%) y el comercio (+3,1%). En el costado opuesto, aquellas que marcaron los descensos más acuciados fueron las industrias extractivas (-4,1%), las actividades artísticas, recreativas y de entretenimiento (-3%), la educación (-2,8%), y la hostelería (-2%).
Afectación desigual
Dentro del registro de costes laborales se disgregan distintos componentes, entre los que se encuentra el coste salarial. Teniendo en cuenta este factor de manera independiente, los datos que arroja el estudio del INE varían muy ligeramente. Aquellas actividades en los que más aumentó fueron también las vinculadas con la información y las comunicaciones (+4,7%), las administrativas (+4%) y el comercio (+3,8%); mientras que donde se produjo una merma más importante fue en la educación (-2,1%), las actividades artísticas, recreativas y de entretenimiento (-1,5%) y la construcción (-1,3%).
“La evolución de las distintas secciones de actividad refleja el grado de afectación de la situación tan especial derivada de la pandemia y de las medidas puestas en marcha para su contención”, matiza el INE. “En general, durante el cuarto trimestre de 2021 ha habido una menor incidencia de los ERTE en todas las actividades económicas, dando lugar a un aumento de los costes salariales en la mayoría de ellas y, en menor proporción, de los otros costes, como consecuencia de las exoneraciones en las cotizaciones sociales”, concluye.