El precio medio de la vivienda nueva en España subió un 3% en 2021
El mercado inmobiliario encadena siete años seguidos alzas de precios, según Sociedad de Tasación
El precio medio de la vivienda nueva en España cerró el año 2021 con un incremento del 3%, según ha publicado este lunes la consultora Sociedad de Tasación. Un año antes, con la pandemia en su punto más duro, los precios se estabilizaron: se anotó entonces una subida del 0,9%. Pero con la mejora de la emergencia sanitaria, el ahorro embalsado por los españoles y unos tipos de interés históricamente bajos el mercado ha vuelto a coger ritmo. Con este dato, se encadenan siete ejercicios...
El precio medio de la vivienda nueva en España cerró el año 2021 con un incremento del 3%, según ha publicado este lunes la consultora Sociedad de Tasación. Un año antes, con la pandemia en su punto más duro, los precios se estabilizaron: se anotó entonces una subida del 0,9%. Pero con la mejora de la emergencia sanitaria, el ahorro embalsado por los españoles y unos tipos de interés históricamente bajos el mercado ha vuelto a coger ritmo. Con este dato, se encadenan siete ejercicios consecutivos de alzas de precios.
El metro cuadrado alcanzó un precio medio de 2.551 euros en España. El incremento además se produce de forma generalizada en todas las comunidades autónomas, sin que haya ninguna a la baja. Aunque siguen existiendo diferentes velocidades: por un lado está el caso de Extremadura, donde la subida fue del 1,9%, y por otro Baleares, que lidera las alzas con un incremento del 4,1%. “El precio de la vivienda nueva aumenta de manera generalizada, en un contexto de incremento de la actividad tanto en transacciones de vivienda nueva como en hipotecas de vivienda, lo que ha permitido acelerar la recuperación durante 2021″, recoge el informe.
Juan Fernández-Aceytuno, consejero delegado de Sociedad de Tasación, destaca que se ha roto la sincronía a nivel mundial en el sector residencial. “Después del shock pandémico de demanda, algunas dudas, de una recuperación en V de la actividad y de continuidad de precios en 2020, hemos pasado en 2021 a observar cómo Estados Unidos y algunos países europeos han reportado crecimientos preocupantes de actividad y del precio la vivienda, hasta tal punto que el FMI y el BCE han enviado ya señales de alerta hacia el sector”, asegura.
La presión sobre los precios es el efecto de una mejora del mercado inmobiliario tras el socavón dejado por la covid. De hecho, las transacciones de vivienda entre enero y septiembre del año pasado aumentaron un 42,2% respecto al mismo periodo de 2020. Si se compara con 2019, previo a la pandemia, la subida es del 21,6%, lo que muestra el vigor de la recuperación del sector. Por el lado de las concesiones de hipoteca el incremento también es notable: un 15,1% más respecto al año anterior a la covid. “La evolución alcista de estos indicadores se ha producido tras el avance del proceso de vacunación, consecuente aumento de confianza de la población, una solvente demanda embalsada durante 2020 y una fuerte demanda de reposición, así como por unos tipos de interés históricamente bajos, que han convertido a la vivienda en un valor refugio”.
Baleares, la autonomía menos accesible
Entre las comunidades autónomas, Baleares se destaca como la menos asequible para la compra de vivienda. En España, el índice de accesibilidad de Sociedad de Tasación se sitúa en los 105 puntos, encadenando cuatro trimestres consecutivos de descensos (ha caído cinco puntos en el último año). Cuanto más baja ese índice, más esfuerzo financiero están haciendo los ciudadanos. Por debajo de 100, significa que se endeudan por encima de su capacidad. Por regiones, Baleares es la menos accesible, situándose su índice solo en 49, menos de la mitad de la media española. Le sigue Madrid (88 puntos) y Cataluña (92). “Esto supone que un ciudadano con un salario medio en esas comunidades no podría acceder a una vivienda promedio sin endeudarse más de lo razonable”, sostiene el informe.
El estudio recoge asimismo el cálculo de cuántos años de salario íntegro se necesitan para obtener una vivienda, una cifra que el último año cerró en 7,8 años de media en España. El encarecimiento de la vivienda ha provocado en este caso un aumento del periodo necesario, al superar ya en cuatro décimas los 7,4 años anotado en el primer trimestre de 2021. Las diferencias por comunidades también son notables en este caso: la brecha va entre los 4,9 años que necesita un ciudadano de La Rioja y Murcia a los nueve años que se precisan en Madrid. Baleares, una vez más, se sale de la norma y sus residentes necesitan 16,8 años de salario íntegro para hacer frente al pago de una vivienda en la región.
Por ciudades, Barcelona es la capital de provincia con un precio más elevado por metro cuadrado (4.630 euros). Le sigue Madrid (3.802 euros) y San Sebastián (3.757 euros). En la parte baja de esta clasificación se sitúan Cáceres (1.222 euros por metro cuadrado), Ciudad Real (1.228 euros) y Badajoz (1.233 euros). Por autonomías se va desde los 1.229 euros po metro cuadrado en Extremadura a los 4.104 euros en Cataluña.
Mayores costes y mejora energética
En el último ejercicio los incrementos de los costes han sido constantes en todos los sentidos. En la construcción de vivienda la presión ha llegado principalmente por las materias primas y por la energía, así como por la falta de mano de obra. Esto ha provocado que el coste de construcción de obra nueva haya crecido hasta los 1.155 euros por metro cuadrado, según Sociedad de Tasación. Es decir, un aumento del 15,6% en 2021. Este indicador no incluye las tareas de rehabilitación.
Por otro lado, se ve con claridad una apuesta por las obras más sostenibles. “Se observa un incremento en el número de promociones de obra nueva que han obtenido una calificación energética A en términos de emisiones y consumo durante 2021, alcanzando cuotas del 41% y 24% respectivamente. Así, el número de obras iniciadas en el presente año que obtuvieron una etiqueta A o B en emisiones y consumo creció un 86% y 88% respectivamente”, señala el estudio.
Este cambio se percibe igualmente en la calificación energética en consumo del parque inmobiliario español. En su conjunto un 81% está en una calificación E, F o G. Sin embargo, si solo se tiene en cuenta la vivienda nueva posterior a 2016, el 95% del parque tiene una calificación igual o superior a C. “Las exigencias de los nuevos códigos de edificación permiten a la vivienda nueva situarse en una posición más verde, disminuyendo tanto los consumos de energía como las emisiones de CO₂ a la atmósfera”, explica Sociedad de Tasación. Una tendencia que se puede acelerar todavía más con los fondos europeos, en los que este punto está fijado como uno de sus grandes objetivos.