Unai Sordo renueva su liderazgo al frente de CC OO en el 12º congreso del sindicato
Tras un final de mandato copado por la pandemia, el líder bilbaíno encara el nuevo periplo con la derogación de la reforma laboral como objetivo principal
El sindicato Comisiones Obreras celebra entre este jueves y el próximo sábado su 12º Congreso Confederal, en el que Unai Sordo renovará su mandato como secretario general hasta 2025. Sin candidaturas alternativas, Sordo mantendrá cuatro años más el bastón de mando de CC OO, al que accedió, también libre de oposición, en junio de 2017.
Los cuatro años de mandato de Sordo han quedado marcados por la irrupción del coronavirus y los distintos acuer...
El sindicato Comisiones Obreras celebra entre este jueves y el próximo sábado su 12º Congreso Confederal, en el que Unai Sordo renovará su mandato como secretario general hasta 2025. Sin candidaturas alternativas, Sordo mantendrá cuatro años más el bastón de mando de CC OO, al que accedió, también libre de oposición, en junio de 2017.
Los cuatro años de mandato de Sordo han quedado marcados por la irrupción del coronavirus y los distintos acuerdos alcanzados en el marco del diálogo social para contener los estragos de la pandemia, como la extensión de los ERTE ―prorrogados hasta el 28 de febrero de 2022― o el aumento del salario mínimo interprofesional hasta los 965 euros en 14 pagas. En este periodo el sindicato también ha participado en el diseño de la primera pata de la reforma de las pensiones y ha planteado distintos bocetos para derogar el marco normativo laboral definido por la última reforma aprobada por el PP en 2012.
“Pese al esfuerzo que hemos realizado en este año y medio hemos estado lejos como país de proteger todas las situaciones de necesidad”, ha indicado Sordo durante su intervención. “Si estamos saliendo de esta situación es gracias a la abnegación de la gente corriente, que está lejos del narcisismo idiota con el que se quiere caracterizar a la sociedad”, ha añadido. Al mismo tiempo ha lanzado una serie de preguntas con las que dimensionaba la actuación de los servicios públicos durante la pandemia: “¿Qué hubiera pasado si no contásemos en España con un sistema público de salud?”.
En la jornada inaugural de este jueves han participado personalidades políticas como el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien a pesar de no haber podido acudir presencialmente ha dejado grabado su mensaje en un vídeo. “Nos queda el trabajo más importante por hacer, porque las leyes que precarizaron contratos no pueden seguir adelante”, ha subrayado, en alusión a la derogación de la reforma laboral que se dirime en estos momentos en el marco del diálogo social.
Además de Sánchez, también ha participado la vicepresidenta económica Nadia Calviño, quien ha calificado a los sindicatos como “actores esenciales de la democracia participativa”; y ha reclamado “colaboración” para “seguir avanzando en el futuro”. “Los retos que nos quedan no son pocos ni fáciles. Todos los días hay razones para que un ministro de Economía esté preocupado. Tenemos una oportunidad histórica para tener una salida diferente de la crisis, para tener una recuperación justa, y ese es el objetivo compartido de todos los que estamos aquí”, ha concluido.
Clima de armonía
Durante toda la mañana ha reinado un clima de armonía que ha contribuido a mantener también el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi. El líder de los empresarios ha confesado que “para nosotros, vosotros no sois los cocos”, y ha valorado la condición de los sindicatos como “compañeros de mesa”. “Cuando la empresa española se sienta con CC OO y UGT conseguimos muchas cosas”, ha señalado.
Tras el turno de Garamendi, Pepe Álvarez, secretario general de UGT, ha elevado ligeramente el tono al referirse a los planes de pensiones de empresas, que gestionarían firmas privadas, en los que trabaja el Ministerio de Seguridad Social que dirige José Luis Escrivá, presente en el acto. “Un sistema de pensiones de gestión pública [sí], pero un sistema privado no lo vamos a negociar en medio del Pacto de Toledo”, ha aclarado.
Sin perder de vista la desigualdad
Tras ser designado como su sucesor por el histórico líder de la formación Ignacio Fernández Toxo (2008-2017), Sordo, bilbaíno de 49 años, ha tratado de modernizar el funcionamiento interno de las estructuras del sindicato y de aumentar su representatividad en las empresas sin importar su tamaño. CC OO cuenta actualmente con 95.000 delegados y tiene presencia en compañías en las que se desempeña el 54% de la población trabajadora.
Varias han sido las líneas rojas que ha marcado CC OO durante el último año y medio, y que siguen vigentes en las negociaciones que se mantienen abiertas hasta el momento. La principal bandera reivindicativa del sindicato tiene que ver con el aumento del salario mínimo hasta los 1.049 euros al final de la legislatura del Gobierno de coalición, en 2023. Una reclamación con la que se comprometió el Gobierno durante el acuerdo de la última subida, pero que todavía no cuenta con una hoja de ruta pactada por las partes.
La llegada de Sordo a la cúpula del sindicato se produjo en una etapa en la que gobernaba el PP, aunque la moción de censura a Mariano Rajoy en 2018 provocó una alternancia en La Moncloa y la entrada de un Gobierno de coalición con el que ha sintonizado en los grandes apartados de la agenda social.
“Todas las políticas públicas que se vayan a implementar no pueden perder de vista la desigualdad. Creer que es el crecimiento el que vertebra a las sociedades es un error”, ha aseverado Sordo, que ha reclamado al Gobierno a que acceda a los créditos blandos que ofrece la Unión Europea, y que por los que a través de ellos se puede facilitar la creación de “800.000 nuevos empleos”.
Durante los tres días del congreso, que concluirá el sábado y en cuyo acto de clausura participará la vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, asistirán un total de 757 delegados del sindicato, y 150 personas invitadas en representación del sindicalismo internacional, instituciones del Estado y organizaciones de la sociedad civil.