El INE rebaja la euforia del Gobierno sobre la recuperación y pone en cuestión las previsiones oficiales
El PIB creció un 1,1% trimestral, muy por debajo del 2,8% que había estimado el instituto estadístico en el avance de finales de julio
Sorpresa mayúscula en los indicadores económicos. La economía española solo creció en el segundo trimestre un 1,1%, casi dos puntos menos que el 2,8% que había avanzado el INE a finales de julio. Se trata de un crecimiento robusto en condiciones normales, pero que es mucho menor de lo que se esperaba en plena reapertura de la actividad tras el fin del Estado de alarma y los malos datos que hubo en un primer trimestre marcado por ...
Sorpresa mayúscula en los indicadores económicos. La economía española solo creció en el segundo trimestre un 1,1%, casi dos puntos menos que el 2,8% que había avanzado el INE a finales de julio. Se trata de un crecimiento robusto en condiciones normales, pero que es mucho menor de lo que se esperaba en plena reapertura de la actividad tras el fin del Estado de alarma y los malos datos que hubo en un primer trimestre marcado por Filomena y los rebrotes de la covid después de Navidad. Nunca antes había realizado el instituto estadístico una corrección tan grande. Y esta fuerte rebaja provocará una revisión de todas las mejoras de previsiones que se habían realizado en fechas recientes. En lugar de crecer este año en torno a un 6% como se esperaba, el PIB podría avanzar alrededor de un 5%. Se avecina por tanto una oleada de recortes en las proyecciones de crecimiento. Los nuevos números rebajan la euforia que en los últimos días había exhibido el Gobierno sobre la recuperación.
El consumo de los hogares se disparó de todas formas con un incremento del 4,7%, propulsado por el ahorro acumulado tras la pandemia y la relajación de las restricciones. Sin embargo, queda bastante por debajo del 6,6% que inicialmente había dibujado el Instituto Nacional de Estadística (INE). Este achaca el cambio a la incorporación de los datos de la Agencia Tributaria sobre ventas de grandes empresas y pymes. Y señala que se ha de tener en cuenta la dificultad de medir la actividad desde que irrumpió la covid-19. Al tratar con cifras de caídas y rebotes mucho más grandes, las revisiones también lo son.
Semejante corrección cambia sustancialmente las previsiones económicas para este ejercicio. El pasado martes, el Gobierno mantuvo su estimación de PIB para este año en el 6,5%. Y el Banco de España mejoró levemente la suya desde el 6,2% hasta el 6,3%. Explicaba que esa mejora obedecía a un comportamiento del consumo mucho mejor de lo vaticinado por el propio banco entre abril y junio. Y apuntaba que el 6,6% de aumento registrado en las compras de las familias era muy superior al 2,9% que había pronosticado para ese periodo. Finalmente, ha quedado en un 4,7% en la información que ha confirmado este jueves el INE.
También ha empeorado sustancialmente la inversión, que se ha desplomado en el trimestre un 3,1% en lugar de un 1,5%. Esta importante caída sorprende particularmente cuando se avecina una recuperación vigorosa y supone una mala noticia respecto al comportamiento que pueda tener la economía en los próximos meses. Según apuntan algunos analistas consultados, cabe la posibilidad de que el retraso de los fondos europeos y las ayudas directas a empresas pueda estar frenando las decisiones empresariales. Además, las importaciones aumentaron bastante más de lo anticipado en el avance del INE, un 4,2% frente a un 2,9%, impulsadas por la demanda nacional y restando crecimiento al PIB español.
Rebaja del crecimiento para este año
Con estos nuevos números, las previsiones para este año pueden recortarse en torno a un punto porcentual. Según los expertos consultados, en lugar de situarse en el entorno del 6% como estaban ahora, las estimaciones del ejercicio se irán a un crecimiento del 5%. “De mantener nuestras previsiones igual para el tercer y el cuarto trimestre, esta revisión del INE hace que nuestra estimación del PIB para el conjunto del año se vea reducida en un punto, del 6,3% al 5,2%. Y habría que revisar mucho al alza el crecimiento en la segunda mitad del año para que se mantuviera una previsión anual algo por encima del 6% como se manejaba hasta ahora”, asegura María Jesús Fernández, analista de Funcas. Y algunos economistas llevarían la revisión incluso ligeramente por debajo del 5%.
Como explica María Jesús Fernández, el producto interior bruto se sitúa ahora un 8,4% más bajo que el nivel prepandemia. Antes de la revisión estaba en cambio un 6,8% por debajo. Tras estas modificaciones, ahora resta por recobrar casi un 40% de la actividad perdida frente al 30% que quedaba antes.
La vicepresidenta económica, Nadia Calviño, anunció el martes que los niveles de actividad diarios se restablecerían a finales de año. Ahora esa proyección claramente se pospondrá más allá de diciembre. De acuerdo con las estimaciones del Banco de España, la recuperación de los niveles de PIB perdidos con la pandemia estaba prevista para mediados de 2022. Pero a la luz de estos números en principio llegará algo más tarde al bajar el punto de partida.
Estas cifras alteran también el cuadro macroecónomico del Gobierno para los Presupuestos justo dos días después de que los presentase la vicepresidenta Calviño en el Consejo de Ministros. Con el nuevo perfil que traza el PIB se antoja complicado que se pueda cumplir el 6,5% de crecimiento que vaticina el Ejecutivo para este año. Tendría que haber acelerones muy fuertes en los dos próximos trimestres a pesar de que el empleo ya ha recobrado buena parte de lo perdido y, por lo tanto, no va a empujar tanto. El PIB tendría que sumar casi un 9% en la segunda mitad del año. A favor jugará el importante avance de la vacunación y su reflejo en la actividad. Pero también pesarán en contra la falta de suministros para la industria, una elevada inflación que erosiona las rentas y la ralentización de países como China y Estados Unidos.
Dicho esto, los analistas destacan que la economía en principio debería haber subido más atendiendo solo a las cifras de empleo. “Los datos no parecen consistentes con lo que estábamos observando en la Encuesta de Población Activa y en los indicadores de tiempo real de gasto con tarjetas. Habrá que ser prudentes y esperar para hacer un balance de cuánto se retrasa la recuperación. Todo dependerá del rebote que pueda producirse en el tercer trimestre”, comenta Rafael Doménech, economista del BBVA. “Resulta llamativo que la hostelería haya sufrido un descenso trimestral del 0,4% en medio de la reapertura de la actividad y cuando el empleo en el sector ha aumentado un 10% en ese mismo trimestre en horas trabajadas”, argumenta María Jesús Fernández. Así las cosas, dada la mayor caída contabilizada en este trimestre, también parece posible que la actividad sorprenda y repunte algo más entre julio y septiembre. Sobre todo porque cabe pensar que con la reapertura la economía debería coger más impulso del que se está viendo en los datos del INE.
“Si bien la revisión del INE supone un menor crecimiento en el segundo trimestre respecto a la estimación preliminar avanzada en julio, los indicadores muestran que la economía ha comenzado a recuperarse desde marzo y está evolucionando de menos a más en los últimos meses”, dice en una nota el Ministerio de Economía.
“Me sorprende que les sorprenda que haya revisiones”
La revisión de los datos de crecimiento del INE del segundo trimestre ha tenido lugar solo dos días después de que la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, alardeara sobre la fuerza de la recuperación. Y eso ha provocado este jueves que los diputados de la oposición pidieran explicaciones. “Ya que no revisamos al alza nuestras previsiones cuando hay noticias positivas u organismos, incluso el INE, que revisan al alza sus cifras, pues tampoco procede revisar cuando hay otro tipo de ajustes”, explicó Calviño en una intervención en el Congreso para informar sobre los avances del Plan de Recuperación.
Calviño defendió que la recuperación está en marcha y es muy intensa. “Esto trasciende de la volatilidad de los indicadores económicos o de las previsiones generadas en el entorno anómalo de la pandemia”, remarcó. La vicepresidenta explicó que este año se han visto revisiones de diferentes organismos, unas al alza y otras a la baja. Y puso de ejemplo las mejoras de proyecciones que esta semana han publicado la OCDE y el Banco de España. “Esto muestra la dificultad del trabajo de estadística en el contexto de la pandemia. Me sorprende que les sorprenda que haya revisiones”, contestó a los diputados.