Seat prevé un “fuerte impacto” en sus resultados por la crisis de los microchips
La compañía afianza su apuesta eléctrica en Cupra, que en 2030 ya no venderá coches de combustión
La fábrica de Martorell de Seat paró la producción este lunes y martes y lo volverá a hacer el viernes, además de anular también el turno de noche de sus tres líneas de ensamblaje el miércoles y el jueves. El causante es conocido: la falta de microprocesadores que asola a la industria de la automoción —y otras— de todo el mundo. Y los efectos, también: la compañía ya da por hecho que no podrá cumplir con sus objetivos de producción para este año, que h...
La fábrica de Martorell de Seat paró la producción este lunes y martes y lo volverá a hacer el viernes, además de anular también el turno de noche de sus tres líneas de ensamblaje el miércoles y el jueves. El causante es conocido: la falta de microprocesadores que asola a la industria de la automoción —y otras— de todo el mundo. Y los efectos, también: la compañía ya da por hecho que no podrá cumplir con sus objetivos de producción para este año, que había fijado a finales del año pasado en torno a los 480.000 vehículos.
El consejero delegado de la compañía, Wayne Griffiths, ha confirmado este martes que Seat no podrá alcanzar las previsiones iniciales, pese a las medidas de flexibilidad laboral introducidas. Por ejemplo, la factoría barcelonesa trabajó en el mes de agosto por primera vez en su historia, con una producción de en torno a 12.000 unidades, para poder amortiguar las pérdidas de trabajo en el primer semestre. Griffiths ha hecho una llamada a “continuar siendo flexibles”, pero ha avisado de que la afectación tendrá “un gran impacto en los resultados”.
De momento, Seat ha digerido la necesidad de paros sin activar un nuevo expediente de regulación temporal de empleo, y ha tirado de la flexibilidad con la que le dota el convenio colectivo. Pero cada línea de producción acumula cerca de 35 turnos de paradas en lo que va de año, y subiendo. En una jornada, lo que vendrían a ser siete turnos, se producen unos 2.200 vehículos.
Como otros fabricantes, la filial española de Grupo Volkswagen prevé que en el segundo semestre continúen los problemas y prosigan las complicaciones para alcanzar los objetivos. “No se cumplirán los objetivos”, sentenció Griffiths, sin querer aventurarse a cifrar el impacto final. Eso sí, ha lamentado que el problema llega en un momento de “demanda histórica” para Seat y Cupra, su marca de gama alta, lo que está alargando los plazos de entrega para los compradores.
Cupra, eléctrica en 2030
Griffiths ha explicado el impacto de la crisis de los chips en Múnich, donde la marca participa en el salón IAA Mobility, al que EL PAÍS ha acudido invitado por la compañía. Allí ha presentado el prototipo, en versión deportiva, del primer vehículo eléctrico que prevé fabricar en las instalaciones de Martorell a partir de 2025. El modelo, denominado UrbanRebel, se comercializará bajo la marca Cupra. Con esa decisión, Seat afianza su apuesta para que Cupra se convierta por el momento en su única vía para vender coches 100% eléctricos. De hecho, Griffiths ha anunciado que a partir de 2030 esta marca no venderá ya más coches de combustión. En cambio, no se sabe cuándo Seat venderá su primer coche diseñado para ir solo impulsado por baterías. Cupra tiene en cartera otros dos modelos eléctricos: en noviembre está previsto el lanzamiento del Born y más adelante se prevé el lanzamiento del todocamino urbano Tavascán.
Seat desarrollará los coches pequeños para diferentes marcas del Grupo Volkswagen, como la propia Volkswagen, que presentó este lunes el prototipo del modelo ID.Life, o Skoda. La planta catalana estrenará en 2025 el ensamblaje de ese modelo, mientras que después serán otras plantas del grupo, todavía por decidir, las que podrán fabricar ese vehículo, convertido en el más barato de la familia de los eléctricos de Grupo Volkswagen. La de Pamplona, especializada en vehículos pequeños, es una de las candidatas.
La idea es que el vehículo nuevo que se construirá a partir de 2025 —y que ha sido bautizado como UrbanRebel en su versión conceptual— salga a la venta con un precio de unos 20.000 euros, que, en opinión de Griffiths, teniendo en cuenta las subvenciones a los vehículos eléctricos, le pondrá en una tarifa similar a la del Seat León.
En la batalla de la electrificación la marca Seat continuará enfocada en los vehículos híbridos, ya que apenas cuenta con el pequeño Mii que estrenó en 2019 como una prueba de comercialización más que con intención de entrar en el mercado. Griffiths considera que la comercialización de híbridos seguirá fuerte los próximos años, pese a que la Comisión Europea pretende vetar la venta de cualquier vehículo contaminante en 2035, según su última propuesta.