La Airef advierte de que la elevada deuda expone a España a una “gran vulnerabilidad”

La entidad pide poner en marcha un plan fiscal “creíble y realista” a medio plazo

La presidenta de la Airef, Cristina Herrero.EFE

La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) ha avisado este jueves de las consecuencias para España de no poner en marcha una estrategia fiscal a medio plazo “creíble y realista”. La entidad alerta de que el importante aumento del stock de deuda pública derivado de la crisis pandémica, unido a un punto de partida ya de por sí elevado, coloca a las administraciones públicas y las comunidades autónomas “en una posición de gran vulnerabilidad”. La Airef reconoce ...

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La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) ha avisado este jueves de las consecuencias para España de no poner en marcha una estrategia fiscal a medio plazo “creíble y realista”. La entidad alerta de que el importante aumento del stock de deuda pública derivado de la crisis pandémica, unido a un punto de partida ya de por sí elevado, coloca a las administraciones públicas y las comunidades autónomas “en una posición de gran vulnerabilidad”. La Airef reconoce que el largo periodo de bajos tipos de interés proporcionado por el Banco Central Europeo, que ha reducido el pago de intereses, ofrece margen de maniobra para volver a un equilibrio presupuestario sin dañar el crecimiento, pero para eso repite que hace falta diseñar cuanto antes “una estrategia de consolidación a medio plazo”.

Por mucho que la potencia de la recuperación, aupada por inyecciones fiscales y monetarias, sea vigorosa, Cristina Herrero, presidenta de la Airef, cree que la situación de las finanzas será más endeble. “Tenemos claro que nuestra posición al término de la crisis será más vulnerable que antes de que se produjera”, ha dicho durante la presentación de su Informe sobre la Ejecución Presupuestaria, Deuda Pública y Regla de Gasto 2021 de las Administraciones Públicas. Según sus previsiones, el déficit cerrará en el 7,9% del PIB, una décima más de lo previsto en sus estimaciones anteriores debido a la peor absorción de los fondos europeos y la menor recaudación por la bajada de la fiscalidad de la electricidad, aunque todavía por debajo del 8,4% que espera el Ejecutivo.

Este año, la deuda ha tocado ya un pico del 125,3% en el primer trimestre, el peor dato en 140 años, aunque esa ingente cantidad de pasivo irá reduciéndose. En 2024 sus predicciones indican que la deuda pública estará en el 112,4%, sobre todo por efecto del crecimiento del PIB. “El elevado nivel de deuda y el previsible deterioro del saldo fiscal de los próximos años sitúan también la sostenibilidad de las comunidades autónomas. en una posición de mayor vulnerabilidad”, señala el texto. La Comunidad Valenciana, Baleares y Murcia serán los territorios que más verán crecer su deuda en 2021 en relación con 2019, pero ninguna comunidad cumplirá con el límite de referencia del 13%, con Canarias, la Comunidad de Madrid y País Vasco como las mejor situadas.

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El horizonte no se presenta mucho mejor: la Airef cree que existe el riesgo de que el ratio de deuda pública se estabilice sensiblemente por encima del 100% si no se rebaja el déficit estructural. “Se requiere una reducción gradual y sostenida del déficit público hacia el equilibrio estructural para reconducir la deuda hacia los niveles previos a la pandemia a lo largo de la próxima década”, recomienda.

El organismo encargado de velar por la estabilidad de las cuentas públicas percibe señales mixtas para la economía: por un lado, destaca que el avance de la vacunación en España y sus socios, así como las menores restricciones, han permitido una reactivación “intensa” que se nota claramente en un buen número de indicadores; desde la confianza empresarial y de los consumidores, a la producción industrial, el comercio mundial, las exportaciones o los servicios. Sin embargo, recuerda que el turismo internacional sigue en niveles muy inferiores a los de antes de la crisis, un hecho que puede acentuarse con el aumento de los contagios de los últimos días. Y duda de que finalmente el impacto del plan de recuperación europeo vaya a llegar al 1,5% del PIB que estimaba para este ejercicio. Ante esa disyuntiva de claros y oscuros, la Airef ha optado por no mover ficha y ha mantenido inalterada su previsión de crecimiento para España este año en el 6,6%, al menos hasta septiembre, cuando emprenderá una nueva revisión de esos datos con más información.

La Autoridad Fiscal admite que los grandes organismos internacionales, como la Comisión Europea, el FMI y el OCDE, han sido unánimes en revisar al alza sus cifras de crecimiento para España en meses recientes, pero cree que la normalización todavía está lejos. Y cita tres ejemplos de que hay muchos indicadores todavía débiles respecto a 2019: el número de contratos totales firmados, las pernoctaciones de extranjeros y las matriculaciones de automóviles. Además de 449.414 personas en ERTE (expediente de regulación temporal de empleo) a 30 de junio, la mayoría de sectores donde la interacción social es imprescindible.

A las preocupaciones por la elevada deuda, el repunte de contagios y el retraso en los fondos europeos se une un cuarto factor que cada vez desata más inquietud a nivel global: la inflación. Los bancos centrales insisten en su naturaleza temporal, pero la Airef le ve potencial para hacer daño. “Aunque se presupone una naturaleza transitoria del shock, una dinámica alcista permanente de los precios de las materias primas podría tener efectos negativos sobre los costes de producción y sobre la actividad económica, lastrando la velocidad de la recuperación”, indica el informe.

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