El sector turístico ingresará 20.000 millones menos este verano por la falta de viajeros extranjeros, según Exceltur
Las recomendaciones de Francia y Alemania de no viajar a España frena un 20% las reservas hoteleras
El sector turístico se enfrenta a un verano crucial. Y lo hace con cada vez menos armas para ser optimistas de cara a un rebote potente en los próximos meses. La cara de la moneda es el viajero nacional, que ha recuperado casi toda la demanda que tenía antes de la pandemia, según ha asegurado este miércoles Exceltur en sus previsiones para el tercer trimestre. Esto ...
El sector turístico se enfrenta a un verano crucial. Y lo hace con cada vez menos armas para ser optimistas de cara a un rebote potente en los próximos meses. La cara de la moneda es el viajero nacional, que ha recuperado casi toda la demanda que tenía antes de la pandemia, según ha asegurado este miércoles Exceltur en sus previsiones para el tercer trimestre. Esto coincide con el análisis del BBVA sobre el desembolso turístico, que sostiene que a final de junio se rebasó el nivel de gasto que tenía en 2019. Mientras que la cruz son las visitas internacionales, con la previsión de que solo vuelvan algo menos de la mitad respecto a los niveles anteriores a la covid. Esto, además, está en el aire ante el avance de los contagios. Según Exceltur, en la temporada estival el sector ingresará 20.000 millones menos que en esas fechas de 2019 por esta reactivación internacional incompleta.
Las recomendaciones de Francia y Alemania de no viajar por España han tenido un efecto sobre la imagen del país como destino seguro. Y otro sobre las reservas: “Se ha visto una reducción en el ritmo de crecimiento de reservas en el extranjero del 20% tras esos avisos”, ha reconocido José Luis Zoreda, vicepresidente de Exceltur. Sin embargo, no todo ha sido negativo y la botella se puede ver medio llena: “Con el mercado español no se ha visto ningún cambio y se mantiene la demanda, al menos por el momento”.
En este contexto, el sector confía todavía en un verano superior al del año pasado, aunque por debajo de 2019. “Las decisiones políticas pueden alterar todas estas previsiones, pero creemos que hay base suficiente para que se sostenga un nivel muy superior al que hubo en el verano de 2020″, ha añadido Zoreda. Según los cálculos del lobby turístico Exceltur, de julio a septiembre el PIB turístico quedará un 34,9% por debajo del anotado en ese periodo antes de la pandemia. Es decir, una pérdida de 20.394 millones de euros. Esta caída se explica por dos vías: por un lado, la demanda nacional perderá un 9,2%, es decir, amortiguará la caída. Pero la llegada y gasto de turistas extranjeros se desplomará un 53,3% respecto a lo registrado en esos meses de 2019, según Exceltur.
Si se mira el conjunto del año, en el que casi toda la primera mitad del ejercicio se perdió por las restricciones a la movilidad dentro del país y desde fuera, la actividad económica del sector sería de 81.973 millones, un 46,9% menos que antes de la pandemia (aunque muy por encima de los 53.000 del año pasado). En los 15 meses de pandemia, con una actividad turística muy mermada, la industria de los viajes en España se ha dejado más de 150.000 millones. “Ya ha perdido lo mismo que generó el sector en 2019″, ha insistido Óscar Perelli, jefe de estudios de Exceltur.
Incertidumbre internacional
El incremento de los contagios por la variante delta deja a Europa en una posición difícil. Sobre todo en destinos como Portugal y España, donde la presencia de esta mutación es superior a la de otros países de la UE. De ahí el temor a que se vuelvan a imponer restricciones a la movilidad, lo que cortaría de raíz la recuperación del turismo en el Viejo Continente.
“A finales de junio ya se veían claramente brotes verdes. Pensábamos que se iba a dar una progresiva y acelerada recuperación turística, pero se ha visto truncada por los recientes rebrotes y el incremento de la tasa de contagios. Si lo que ahora son recomendaciones de algunos gobiernos pasaran a ser restricciones de la movilidad sería un problema. Esperemos que eso no ocurra”, ha reconocido Zoreda durante la presentación.
De esta forma, la recuperación tendrá varias velocidades, como ya pasó el verano pasado. Las comunidades que dependen menos de las llegadas internacionales, como las zonas de interior, el litoral del norte de España o Cádiz y Huelva, esperan tener un buen verano, en niveles cercanos a los de 2019. En cambio, destinos como las grandes ciudades, Baleares o Canarias sufrirán mucho más ante la falta de viajeros extranjeros. “Esperamos que haya una gran apuesta del Gobierno y las comunidades autónomas para que se potencie el turismo y la imagen de seguridad del país”, ha incidido el vicepresidente de Exceltur.
De las buenas noticias que llegan del exterior, se mantiene la del Reino Unido, que a partir del próximo lunes permitirá que los vacunados con pauta completa viajen a España sin necesidad de guardar cuarentena a su regreso. Una decisión clave, ya que se trata del principal mercado emisor de viajeros al país (más de 18 millones en 2019). Aunque por el momento esto no ha supuesto un boom de las reservas, en parte por la desconfianza que existe a posibles cambios en la normativa: “No se percibe una gran euforia de llegadas desde el Reino Unido. Está creciendo, pero no con el ímpetu que se esperaba”, ha reconocido Zoreda.
El jefe de estudios de Exceltur, por su parte, también ha recordado que los viajes de larga distancia siguen sin reactivarse, lo que incide en el peor comportamiento de ciudades como Madrid y Barcelona. Así, con este panorama, los empresarios del sector creen que queda un largo camino por recorrer hasta volver a los niveles prepandemia. Según la encuesta realizada por el lobby turístico, las empresas retrasan la recuperación total hasta final de 2022 o, en mayor medida, 2023. Demasiado tiempo para parte del sector que ya está en el alambre.