Vientos de cola para el euro
En 2022 esperamos que el euro continúe con la tendencia a apreciarse muy gradualmente frente al dólar
Las tornas han cambiado recientemente para la divisa común y se han inclinado de nuevo hacia la apreciación. Tras la debilidad que sufrió a principios de año, el euro se ha apreciado en lo que va de trimestre más de un 3,5% frente al dólar estadounidense, superando el tipo de cambio de 1,22 dólares por cada euro. Esta apreciación se ha producido antes de lo esperado.
A favor de esta fortaleza juega la reciente mejora de los datos económicos en la zona euro a medida q...
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Las tornas han cambiado recientemente para la divisa común y se han inclinado de nuevo hacia la apreciación. Tras la debilidad que sufrió a principios de año, el euro se ha apreciado en lo que va de trimestre más de un 3,5% frente al dólar estadounidense, superando el tipo de cambio de 1,22 dólares por cada euro. Esta apreciación se ha producido antes de lo esperado.
A favor de esta fortaleza juega la reciente mejora de los datos económicos en la zona euro a medida que está aumentando el ritmo de vacunación. En paralelo, se abre paso la reducción del diferencial de rentabilidades de la deuda entre Alemania y EE UU, reflejo de cómo el mercado está reajustando las perspectivas de crecimiento en Europa, y el menor impulso de subida de tipos de interés al otro lado del Atlántico, ya que se habían incrementado significativamente desde el inicio de año. En este punto, los inversores están rotando sus carteras hacia los mercados de activos europeos a la par que se intensifica la confianza en la recuperación económica en la zona euro. Igual de relevante es que la fortaleza del dólar observada durante el primer trimestre de este año parece estar desapareciendo y la divisa ya no reacciona tan positivamente a los datos sólidos de EE UU. Muchas de las buenas noticias ya están descontadas en el dólar, y los tipos reales americanos, que siguen en niveles muy negativos, están pesando sobre la divisa.
En la segunda parte de 2021, en un entorno de menor incertidumbre y, por tanto, de pérdida de atractivo del dólar como activo refugio, los fundamentales macroeconómicos dirigirán los movimientos de la divisa. Una vez que el final de la crisis de la covid-19 está más cerca y la recuperación está en marcha, la clave será su consolidación y cómo los dos grandes bancos centrales —Reserva Federal (Fed) y Banco Central Europeo (BCE)— comienzan a revertir sus políticas expansivas, y en particular cuando empiecen a reducir las compras de activos. Sin olvidar la revisión de sus respectivas estrategias de política monetaria, una reciente (la de la Fed, permitiendo que la inflación supere el 2% temporalmente) y otra (la del BCE) todavía por definir, que tendrán impacto en las expectativas de inflación de ambas áreas en un contexto en el que la inflación en el ámbito global está subiendo por la conjunción de efectos base de una inflación muy baja hace 12 meses, cuellos de botella en las cadenas de suministros, y una mayor demanda como consecuencia de la reapertura de las economías.
En este contexto, en 2022 esperamos que el euro continúe con la tendencia a apreciarse muy gradualmente frente al dólar, hacia los niveles de equilibrio a largo plazo, que podrían situarse en 1,25.
María Martínez, de BBVA Research.