La Seguridad Social plantea incentivos para que las empresas no despidan a los más veteranos
La propuesta se ha anunciado a Bruselas y se ha concretado en la negociación para la reforma de pensiones con los sindicatos y la patronal
La Seguridad Social ha planteado bonificaciones en las cotizaciones de los trabajadores mayores de 62 años cuando estén de baja. El Gobierno se lo ha anunciado a Bruselas en el plan de recuperación: “Se establecerán beneficios para las empresas que mantengan a estos trabajadores mayores”. El objetivo es reducir el coste laboral para que las compañías no prescindan de estos empleados y ellos no se vean obligados a jubil...
La Seguridad Social ha planteado bonificaciones en las cotizaciones de los trabajadores mayores de 62 años cuando estén de baja. El Gobierno se lo ha anunciado a Bruselas en el plan de recuperación: “Se establecerán beneficios para las empresas que mantengan a estos trabajadores mayores”. El objetivo es reducir el coste laboral para que las compañías no prescindan de estos empleados y ellos no se vean obligados a jubilarse antes por la imposibilidad de encontrar un nuevo trabajo. La medida se ha concretado en la negociación con sindicatos y patronales.
Uno de los grandes objetivos del Gobierno en la primera parte de la reforma de pensiones es retrasar la edad real de jubilación, ahora en una media de 64,6 años, y acercarla a la real, entre 65 y 66 años en 2021 (y entre 65 y 67 años en 2027). “La reforma pretende mostrar a la población la conveniencia de retrasar la edad de jubilación y crear incentivos para ello”, explica el plan de recuperación enviado a la Comisión Europea en el componente sobre las pensiones. El mismo documento añade: “La jubilación anticipada debe pasar a ser una excepción”.
Para eso plantea medidas que, por un lado, desanimen estas jubilaciones anticipadas —especialmente las voluntarias— y, por otro, premien a quien decide continuar en el mercado laboral después de cumplir la edad a la que puede retirarse legalmente. También busca evitar que las empresas prescindan de estos trabajadores limitando mucho la llamada jubilación forzosa, que permite el despido de los trabajadores que llegan a la edad legal de jubilación cuando tienen derecho a cobrar el 100% de la pensión, si así lo contempla un convenio colectivo.
Esta orientación de la reforma no gusta en la CEOE. Entiende la patronal que estos cambios pueden dificultar la renovación de plantillas. Y, además, añaden que entre los trabajadores de más edad el coste laboral no solo es mayor porque reciben sueldos más altos, sino porque también suelen tener más bajas laborales que el resto de la plantilla.
El Ministerio de Seguridad Social ha entendido este último argumento y ha hecho una propuesta en las negociaciones que mantiene abiertas con los agentes sociales desde hace meses para la reforma de pensiones. La oferta consiste, básicamente, en aliviar las cotizaciones que pagan las empresas por los trabajadores de 62 años o más cuando están de baja. Para eso ha planteado bonificar en un 75% la cotización por contingencias comunes durante estos periodos a todas las empresas, apuntan fuentes del diálogo social. La oferta inicial era hacerlo a partir de 63 años, pero en la última reunión de la mesa celebrada hasta ahora el departamento que dirige José Luis Escrivá mejoró la propuesta hasta los 62 años.
El planteamiento, no obstante, es una oferta que todavía no ha sido aceptada por las otras partes de la negociación y, por tanto, podría cambiar mucho en futuras reuniones.
Las conversaciones entre los agentes sociales y la Seguridad Social ya se prolongan durante varios meses. A tenor de varias declaraciones públicas hechas por Escrivá, deberían estar próximas a acabar, pues ha señalado que su intención sería aprobar pronto este primer paquete de reformas de las pensiones. Sin embargo, varias fuentes del diálogo social creen que todavía deben darse varios movimientos por parte del Ejecutivo para cerrar el pacto.
Ya en semanas anteriores, el Ejecutivo ha protagonizado otras cesiones, como la renuncia a exigir ajustes a los pensionistas si los precios bajaban. Finalmente, la actualización será siguiendo el IPC pasado, pero si este fuera negativo las pensiones no subirán menos en los años siguientes para compensarlo.
Escrivá ha anunciado también este viernes que está dispuesto a renunciar a un cambio de la jubilación parcial. Así lo señaló en una entrevista en TVE. Esta es una modalidad de retiro anticipado que permite a un trabajador que tiene una carrera de cotización larga retirarse parcialmente —por lo que todavía tiene que trabajar una parte de la jornada— si la empresa contrata a un joven en su lugar. En los planes iniciales de la Seguridad Social sí que estaba prevista su modificación, como expuso semanas atrás el ministro en el Congreso. No obstante, Escrivá se ha reafirmado en que habrá una reforma de la jubilación forzosa y de la anticipada, en las que suele hacer más hincapié.