José Vicente de los Mozos (Renault): “Hoy no son determinantes las ayudas. Somos competitivos”
El presidente de la filial española del grupo automovilístico analiza la asignación de nuevos modelos a las factorías españolas
En su calidad de presidente de Anfac, los últimos meses José Vicente de los Mozos (São Paulo, 58 años) se ha convertido en un duro ariete contra la inacción del Gobierno para aplicar medidas favorables al sector del automóvil, advirtiendo del riesgo que ello suponía para la atracción de inversiones. Pero desde su cargo de presidente de Renault en España y director industrial del grupo, ...
En su calidad de presidente de Anfac, los últimos meses José Vicente de los Mozos (São Paulo, 58 años) se ha convertido en un duro ariete contra la inacción del Gobierno para aplicar medidas favorables al sector del automóvil, advirtiendo del riesgo que ello suponía para la atracción de inversiones. Pero desde su cargo de presidente de Renault en España y director industrial del grupo, el pasado martes les puso en bandeja una grata noticia: nuevas inversiones y más carga de trabajo para las factorías de la marca del rombo en Palencia, Valladolid y Sevilla que pueden generar, según los cálculos del grupo, 12.000 millones de euros a la economía española en cuatro años.
“Yo soy crítico como presidente de Anfac, pero ejemplar como presidente de Renault España”, dice el ejecutivo, quien matiza las diferencias con el Gobierno: “Tenemos un problema de ejecución, no de visión conjunta. Si no trabajamos juntos las administraciones y el sector privado, vamos a perder agilidad, y sin agilidad vamos a perder oportunidades para que España continúe siendo el segundo fabricante europeo de vehículos. Yo no quiero perder el partido”.
De momento, Renault ha logrado situar a sus plantas españolas en el camino intermedio de la transformación eléctrica hacia las emisiones cero, asumiendo la fabricación de modelos híbridos, una tipología que De los Mozos considera que debe ser el nicho de mercado más importante en un país como España, pese a que “algunos administradores piensen que todo es como Madrid y Barcelona”, en referencia a las grandes conurbaciones donde el coche eléctrico ha mostrado mayor eficiencia. Las factorías francesas del grupo se quedarán la mayoría de los esfuerzos económicos en la ofensiva eléctrica de Renault, compañía participada por el Estado galo.
En todo caso, De los Mozos ve el paso que darán las plantas españolas como un paso más hacia el futuro, una preparación imprescindible de las instalaciones fabriles existentes. En su opinión, hay tres razones para defender la fabricación de modelos híbridos en estos momentos. El primero porque “todavía no hay masa crítica [para vender eléctricos]; no toca todavía”. El segundo, porque “la hibridación me permite estar preparado para el eléctrico puro, ya que tendré la planta de ensamblaje de baterías para cuando llegue el momento”. Y el último se basa en que “cuando monte un vehículo eléctrico voy a perder empleo, porque en vez de montar dos motores como sucede en el híbrido, voy a montar solo uno. Así que el caso más favorable al empleo es el que tenemos ahora”.
“Yo soy crítico como presidente de Anfac, pero ejemplar como presidente de Renault España”
Según los planes de la compañía, el proyecto Renaulution España para los próximos cuatro años supondrá la creación de un millar de empleos fijos, que De los Mozos se niega a vaticinar en qué plantas se producirán. Dependerá, dice, de la recuperación del mercado tras el impacto de la covid y de la acogida que los cinco nuevos vehículos (de los 24 que prevé lanzar Renault el próximo lustro) tengan en el mercado.
Actualmente, el grupo también francés PSA es el máximo fabricante de coches en España, con cerca de un millón de unidades anuales en sus tres instalaciones. El presidente de la filial española de Renault considera que, en capacidad equivalente —si se tiene en cuenta el valor de los coches, de los nuevos motores y de las nuevas cajas de cambio que se ensamblarán en territorio nacional— se podría superar esa cifra. “Cuando lo sumemos todo, seremos los líderes de producción en nuestro país”, subraya, si bien, cuando entra en volúmenes de vehículos, las cifras no son equiparables. Las dos plantas de Palencia y Valladolid, según De los Mozos, podrían llegar en 2024, en su máximo de capacidad, a producir entre 600.000 y 700.000 coches, unas cifras que podrían ser mejores si se le asignara alguno de los modelos que Mitsubishi quiere que le fabrique su socio Renault, posibilidad que el directivo, que se considera vallisoletano pese a su lugar de nacimiento, se niega a comentar.
Más volatilidad en el mercado
El salto de producción será, de hacerse realidad, considerable respecto a las menos de 400.000 unidades ensambladas el ejercicio pasado. “Pero dependerá de los mercados”, dice el ejecutivo, quien apunta otro cambio que podría comportar la covid: “Europa era muy estable en lo que respecta a ventas, una estabilidad que no se producía en otros mercados. Ahora se ha convertido en una zona volátil y eso no lo tenemos integrado en nuestra sociedad”, dice en referencia a los posibles vaivenes que podría comportar en la fabricación de vehículos y en la posible afectación sobre el empleo.
“Las inversiones son enormes, así que debemos tener menos fábricas y más saturadas”
En todo caso, pese a las inversiones que se vayan a realizar en las plantas españolas —y cuyas cifras el grupo no desvela— para adaptarlas a los nuevos modelos, el presidente de Renault asegura que su capacidad “será la misma”: “Lo que vamos a hacer es utilizarlas mejor, porque el nivel de inversión en el sector es enorme, así que debemos tener menos fábricas y más saturadas. Lo que haremos no podríamos hacerlo si no fueran competitivas”.
A la pregunta sobre si Renault ha puesto condiciones al Gobierno para asegurar las inversiones, De los Mozos responde tajante: “Hoy las ayudas no son determinantes. Si Renault apuesta por España es porque tiene unas plantas competitivas, tiene una cadena de proveedores al lado, porque hay un ecosistema que ayuda a que la industria siga. Todos tenemos que tirar del carro”, afirma, si bien asume que las inversiones son recibidas con mayores ayudas en Europa del Este, tal y como dijo la semana pasada el consejero delegado del grupo Volkswagen, Herbert Diess. “Somos una empresa privada y optamos a las ayudas que estén en vigor. Y punto”.