Japón cierra 2020 con una caída de su actividad del 4,8%
La tercera economía mundial creció un 2,8% en el cuarto y último trimestre del año
La tercera economía mundial afloja el paso, aunque sigue avanzando cuesta arriba en la senda de la recuperación tras dejar atrás un año aciago. Así lo reflejan los datos publicados este martes por el Gabinete, según los cuales el PIB de Japón creció un 2,8% en el cuarto y último trimestre de 2020 –un 11,7% anualizado–. La carga de la pandemia, no obstante, sigue lastrando su marcha.
Estas cifras oficiales han sido revisadas ligeramente a la baja, dado que las previsiones iniciales apuntaban a una expansión del 3% –12,7% anualizado–. De este modo, Japón cierra el ejercicio anual con una ...
La tercera economía mundial afloja el paso, aunque sigue avanzando cuesta arriba en la senda de la recuperación tras dejar atrás un año aciago. Así lo reflejan los datos publicados este martes por el Gabinete, según los cuales el PIB de Japón creció un 2,8% en el cuarto y último trimestre de 2020 –un 11,7% anualizado–. La carga de la pandemia, no obstante, sigue lastrando su marcha.
Estas cifras oficiales han sido revisadas ligeramente a la baja, dado que las previsiones iniciales apuntaban a una expansión del 3% –12,7% anualizado–. De este modo, Japón cierra el ejercicio anual con una marcada caída del 4,8%, la segunda mayor de la serie histórica, que se remonta hasta 1955. Este desplome solo se vio superado por el hundimiento del 5,4% que la crisis financiera global desató en 2009.
El ministro de Economía, Yasutoshi Nishimura, ha asegurado por medio de un comunicado que dicho resultado refleja “la muy severa situación” así como “la resiliencia de la economía de Japón”. Sin embargo, los datos recién publicados mejoran el pronóstico del Fondo Monetario Internacional (FMI), que había augurado un retroceso del 5,3% seguido de un tímido repunte del 2,3% en 2021.
“Los datos de hoy son previsibles, e incluso moderados, teniendo en cuenta que durante ese periodo de tiempo el estado de alarma afectó a dos tercios de las prefecturas del país”, explica Alicia García-Herrero, economista jefe para Asia de Natixis. Las restricciones a los comercios han repercutido en el consumo doméstico durante el mes de enero, un 6,1% inferior respecto al mismo mes hace un año. El primer ministro, Yoshihide Suga, anunció la semana pasada que la emergencia se mantendrá en vigor al menos hasta el próximo 21 de marzo.
El consumo privado, que constituye más de la mitad del PIB nipón, aumentó de octubre a diciembre un 2,2% con respecto al periodo anterior. Las inversiones en capital también se incrementaron un 4,3%. Japón pone fin a 2020 con un desempleo del 2,8% frente al 2,4% de 2019. “Vamos a mantener nuestra previsión de crecimiento para 2021 en 1,8%. No veo grandes cambios en su declive estructural”, sentencia García-Herrero.
La economía japonesa había crecido un 5% en el tercer trimestre, una expansión sin precedentes desde que en 1980 comenzaran los registros de la variación trimestral. El país superaba las secuelas de una pandemia cuyo Gobierno había gestionado con eficacia, poniendo fin a su recesión tras tres trimestres consecutivos en números rojos. A finales de 2019 una subida del IVA había causado una caída del 1,6%, ratificada después con un -0,9% entre enero y marzo. En el segundo trimestre el PIB se dejó un 7,8%, su mayor desplome en décadas, tras el estallido de la crisis sanitaria.
El gobierno nipón se ha apoyado en un ambicioso programa de estímulos, dividido en tres rondas cuya cuantía total asciende a 308 billones de yenes (2,4 billones de euros), equivalente al 60% del PIB nacional. El Banco de Japón ya ha anunciado que la semana que viene llevará a cabo una revisión de sus medidas, con el objetivo de hacerlas “más efectivas y sostenibles”, dado que los estímulos tendrán que prologarse más de lo esperado y la inflación se mantiene por debajo del umbral de la estabilidad, cifrada en el 2%.