Sol y viento para renovar la Bolsa española
La apuesta por la transición energética vaticina un ‘superciclo’ inversor que augura una oleada de salidas al mercado de firmas de renovables
Un informe de S&P Global subraya que el compromiso político de la transición energética hacia una economía de cero emisiones en 2050 está creando las condiciones para un superciclo de inversión, ya que las políticas energéticas europeas apuntan a duplicar la capacidad de las energías renovables para ese año. Ello obliga a fortalecer las redes eléctricas y produce un creciente apetito de los inversores por finanzas sostenibles. Además, se espera que el sector contenga los pri...
Un informe de S&P Global subraya que el compromiso político de la transición energética hacia una economía de cero emisiones en 2050 está creando las condiciones para un superciclo de inversión, ya que las políticas energéticas europeas apuntan a duplicar la capacidad de las energías renovables para ese año. Ello obliga a fortalecer las redes eléctricas y produce un creciente apetito de los inversores por finanzas sostenibles. Además, se espera que el sector contenga los principales riesgos causados por la pandemia: menor demanda de energía, menores precios de consumo, deudas incobrables e interrupción de la cadena de suministro.
Ese superciclo inversor, no obstante, sí conlleva el riesgo de provocar una burbuja financiera como la que vivieron otros sectores en épocas no muy lejanas. Es, por tanto, necesario poner barreras; pero el proceso es imparable y las salidas a Bolsa se convierten en la forma más fácil y barata de financiarse, aparte de que los accionistas puedan obtener plusvalías.
Las empresas han iniciado la carrera para llegar cuanto antes. Acciona y Repsol han iniciado el baile que continuarán varias firmas de renovables. El consejo de Acciona consideró preferente el jueves anunciar su intención de colocar en el mercado el negocio de energías renovables aprovechando la presentación de resultados y la Bolsa respondió con una subida de más del 11% de la matriz. La empresa que preside José Manuel Entrecanales, que ya lo intentó en 2014, quiere ahora salir cuanto antes al mercado y seguir controlando la filial, pero reclama dinero fresco para respaldar los ambiciosos planes de crecimiento.
El mismo día también presentaba resultados Repsol y su consejero delegado, Josu Jon Imaz, comentaba con los analistas que la empresa sopesa si saca su filial de renovables al mercado o busca una alianza con algún o algunos inversores. Esto más bien los decía con la boca pequeña, solo para despistar, ya que el grupo se decanta por la salida a Bolsa. De hecho, ya ha contratado los servicios de asesores y bancos de inversión para diseñar la operación que se valora en 4.000 millones de euros.
Serán dos salidas sonadas, pero la lista ya se está haciendo larga para acompañar a las firmas de renovables que ya cotizan como Solaria, Audax, Solarpack, Grenergy y Soltec y que también compiten con las eléctricas tradicionales, cuyo principal activo ahora son también las renovables. Entre las que aspiran a colocarse en el parqué figuran Capital Energy, la empresa de moda tras haber sido la triunfadora de la subasta recientemente realizada por el Gobierno, OPDEnergy, Factor Energía y Gransolar. Otras se mantienen a la espera. Algunas ya cotizan en mercados americanos, como Cox Energy en la Bolsa de México.
El caso es que este interés del sector de renovables ha puesto en ebullición la Bolsa y en perspectiva a los inversores. A este paso es muy probable pensar que sin pasar mucho tiempo alguna se incorpore al selectivo Ibex 35 codeándose con las grandes del sector como Iberdrola, Endesa y Naturgy. Sin ir más lejos ya lo hace Solaria. En ese índice están Acciona y Repsol y sería curioso que compartieran sitio con sus filiales de renovables y que, sin pasar mucho tiempo, incluso valiera más que la matriz, como ha ocurrido con EDP Renovais y EDP. Al tiempo.
Mirando al Ibex, precisamente, el pasado 14 de enero cumplió 29 años. En aquel índice novedoso, al estilo de los que ya existían en las grandes bolsas, había nueve empresas energéticas (dos petroleras, una gasista y seis eléctricas). Dos de ellas (Sevillana y Fecsa) fueron engullidas por Endesa, que luego acabaría controlada por la italiana Enel; Hidrocantábrico fue adquirida por la portuguesa EDP; Unión Eléctrica Fenosa se fusionó con Gas Natural, que entonces era Catalana de Gas, dando lugar a lo que hoy es Naturgy, e Iberdrola ha seguido creciendo a buen ritmo y consolidándose en varios mercados mundiales. De las petroleras, Cepsa salió del mercado, mientras Repsol ya no solo es petrolera, con presencia cada vez más activa en electricidad renovable. La mayor parte de ellas estaban en la cabeza por capitalización, que encabezaban Telefónica, Repsol y Endesa, tres empresas de origen público que entonces estaban en pleno proceso de privatización.
Esa era la fotografía de la época en la que capitalización total de las 35 era de 8,5 billones de pesetas (51 millones de euros). Casi 30 años después la capitalización es de 425.177 millones. De las 35 de entonces solo nueve se mantienen con el mismo nombre y tres han sufrido cambios por fusiones o similares y algunas han sido absorbidas. Y el resto no existían o no cotizaban.