Iberia y Airbus se alían para invertir 11.000 millones en aviación sostenible
El megaproyecto aspira a captar fondos europeos e integra a Aena, Enaire y Vueling
Iberia y Airbus han formado una alianza, a la que se han unido Vueling, Aena y Enaire, para lanzar un macroproyecto que, con apoyo de los fondos europeos para la recuperación, permita impulsar el sector aeronáutico en España. El proyecto —que apuesta por la transición hacia un modelo de aviación sostenible, la transición digital en el sector, la renovación de flotas (que se lleva la mitad del presupuesto), la potenciación del hub de Madrid y la ...
Iberia y Airbus han formado una alianza, a la que se han unido Vueling, Aena y Enaire, para lanzar un macroproyecto que, con apoyo de los fondos europeos para la recuperación, permita impulsar el sector aeronáutico en España. El proyecto —que apuesta por la transición hacia un modelo de aviación sostenible, la transición digital en el sector, la renovación de flotas (que se lleva la mitad del presupuesto), la potenciación del hub de Madrid y la multimodalidad— supondría una inversión de unos 11.000 millones entre 2021 y 2026 y la creación de 10.000 empleos directos. En torno a 4.000 millones llegarían de Bruselas.
El sector aeronáutico quiere aprovechar la oportunidad que ofrecen los fondos europeos para la recuperación y la transformación para impulsar un negocio que, según datos de 2019, da trabajo a 45.000 personas y factura 10.523 millones de euros (un 6% del PIB industrial), de los que el 46% corresponden a aeronáutica militar y el 54% a la civil, y más del 76% a exportaciones. A ello responde el macroproyecto para el que han unido fuerzas las aerolíneas Iberia y Vueling (integradas ambas en IAG), el fabricante de aviones europeo Airbus y las firmas que gestionan los aeropuertos y el espacio aéreo, Aena y Enaire. Es posible que al plan se sumen Adif y Renfe, con el objetivo de buscar la conexión ferroviaria y aeroportuaria de forma eficiente.
El consorcio, que ha presentado el proyecto en el Ministerio de Industria y se lo ha explicado a los agentes sociales, plantea una apuesta por la competitividad sobre la base de un modelo más sostenible, digital, innovador y socialmente responsable, que contribuiría a la transformación del modelo económico y que pueda convertirse en una de las puntas de lanza en innovación y digitalización y empleo de alta cualificación. Asimismo, destaca que supondría un fuerte efecto tractor en empresas del sector y entidades de energías renovables, impulso digital y servicios, con especial foco en las pymes y en la apuesta por la colaboración público-privada.
La definición definitiva dependerá del compromiso del Gobierno con el macroproyecto y la financiación. En ese sentido, pone el acento, precisamente, en la transición ecológica de la industria aeronáutica a través de varias actuaciones concretas en las que se repartirían los 11.000 millones que prevé movilizar. Son estas:
Renovación de flota. Un Plan Renove para aviones que supondría la renovación de la flota de las compañías participantes y la reducción de hasta un 35% en su consumo de combustible, con un ahorro en torno a 10,5 millones de toneladas de CO₂ en seis años. Esta acción se llevaría en torno al 50% de los fondos.
Sostenibilidad. El desarrollo de nuevos modelos de combustibles sostenibles y la investigación del hidrógeno renovable y de toda la tecnología necesaria para la completa infraestructura y almacenamiento de los combustibles renovables en los aeropuertos y en el avión. Airbus, en ese sentido, planea desarrollar el primer avión de pasajeros libre de emisiones antes de 2035. Esta parte del plan se llevaría unos 1.000 millones.
Economía circular. Uso más eficiente de los recursos y su reciclabilidad mediante la implantación de modelos de economía circular para la gestión de residuos generados por las aerolíneas, tanto a bordo como en la actividad que se desarrolla alrededor del avión.
‘Hub’ e intermodalidad. Incrementar la competitividad del hub de Madrid y consolidarlo como la puerta de entrada a Europa para Latinoamérica y nudo de conexiones entre esta y Asia, en lo que también se incorporaría Air Europa, que el grupo IAG adquirirá por 500 millones. Los fondos europeos servirían para buscar sinergias con empresas e infraestructuras complementarias a la aviación. Por ejemplo, atrayendo más pasajeros mediante intermodalidad con el AVE y la T-4 del aeropuerto de Madrid. Esto, calculan, permitiría capturar más de medio millón de pasajeros al año. También se traduciría en la integración de operaciones multimodales en torno a los vehículos eléctricos autónomos, tanto en superficie como aéreos, con especial foco en los de aterrizaje y despegue vertical (eVTOL), como antesala para el desarrollo de los de cero emisiones (ZeroE) y la integración de operaciones de movilidad aérea urbana e interurbana.
Nueva terminal de carga. El desarrollo de una nueva terminal de carga en Madrid, que serviría para reforzar un hub internacional de mercancías, al nivel de Fráncfort, Londres, Ámsterdam o Estambul, y potenciar el tráfico de mercancías entre Asia y Latinoamérica. Para maximizar esta multimodalidad, se contempla la conectividad con puertos y los otros hubs relevantes para consolidar una red logística eficiente.
Un polo industrial y un centro tecnológico público-privado
El macroproyecto plantea la creación de un polo industrial aeronáutico que apoye la transición ecológica y se erija como un campo de innovación para ampliar la actividad aeronáutica como sector industrial y generar empleos y formación de alta cualificación. Se plasmaría en un centro internacional de excelencia digital al servicio del ecosistema de la aviación, desde el diseño a la fabricación y posicionamiento a futuro.
Asimismo, propone constituir la AERO_ES2030, una universidad corporativa del sector aeronáutico español, articulada a través de un centro tecnológico público-privado que impulse la innovación transformadora en el sector. Además, en este segmento de educación está la formación dual con la creación de un centro de formación profesional especializado en ciclos aeronáuticos, en apoyo a las competencias digitales y la educación y la formación profesional a todas las edades, con especial foco en la mujer.
En el plano de transición digital, el macroproyecto apoya la modernización del espacio aéreo, ofertando servicios digitales para apoyar la gestión eficiente del espacio, la integración de nuevas operaciones y vehículos autónomos, servicios para la mejora de la experiencia de viaje, muy centrados en los retos de la ciberseguridad y fomentando y explorando los beneficios de aplicar nuevas tecnologías como inteligencia artificial e Internet de las cosas. Se conforma como un reto para consolidar operaciones muy necesarias y nuevas como la inspección mediante drones.