Maroto pide a Bruselas que allane con EE UU el diálogo sobre la tasa Google
La ministra urge por carta al vicepresidente de la Comisión, Valdis Dombrovskis, a resolver las disputas comerciales que suponen aranceles para productos españoles y a trabajar para la suspensión de la ley que castiga las inversiones en Cuba
La ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, intenta que el relevo en la presidencia de EE UU suponga un cambio en las relaciones comerciales con Europa que favorezcan a los intereses españoles. Así, ha instado por carta a Valdis Dombrovskis, el vicepresidente de la Comisión Europea, a que inicie conversaciones con el nuevo Gobierno de Joe Biden para suspender dos medidas que perjudican a las empresas españolas: la ley Helms-Burton, que impide la inversión en Cuba, y los aranceles a las exportaciones de ciertos producto...
La ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, intenta que el relevo en la presidencia de EE UU suponga un cambio en las relaciones comerciales con Europa que favorezcan a los intereses españoles. Así, ha instado por carta a Valdis Dombrovskis, el vicepresidente de la Comisión Europea, a que inicie conversaciones con el nuevo Gobierno de Joe Biden para suspender dos medidas que perjudican a las empresas españolas: la ley Helms-Burton, que impide la inversión en Cuba, y los aranceles a las exportaciones de ciertos productos españoles que se levantaron en octubre de 2019 por el conflicto de las ayudas de Estado a Boeing y Airbus. También pide al comisario que ponga en lo alto de la agenda el diálogo sobre el impuesto a servicios digitales, la llamada tasa Google, que EE UU no ve con buenos ojos porque afecta a las grandes tecnológicas, muchas de ellas estadounidenses.
En la carta, a la que ha tenido acceso EL PAÍS, Maroto expresa su confianza en que “la nueva administración estadounidense esté preparada en los próximos días para retomar el diálogo con la UE” y subraya que “restaurar la confianza mutua” es el principal objetivo de la política comercial. Con esa base, Maroto afirma que “necesitamos identificar áreas que requieren acción inmediata” y “afrontar los problemas que han resultado en una desafortunada dinámica de recriminación mutua y medidas perjudiciales del tipo arruinar al vecino”.
Maroto apunta a “cuatro ejes” en los que se deben “centrar los esfuerzos”. En primer lugar, llama a resolver las “disputas comerciales”, lo que “enviaría un mensaje de confianza al sector privado, que reclama una solución negociada”. En este punto pide a Dombrovskis “intensificar los contactos para la la negociación de un equilibrado y mutuamente beneficioso arreglo” del conflicto relacionado con las ayudas estatales a Boeing y Airbus, que derivó en que EE UU impusiera aranceles a una larga lista de productos europeos y españoles en octubre de 2019, que lastra las exportaciones españolas de aceite de oliva o vino. La Organización Mundial del Comercio (OMC) dio la razón a EE UU al considerar que la UE ayudó ilegalmente a Airbus, por lo que autorizó a EE UU a imponer aranceles a productos europeos por valor de 6.900 millones. España se vio afectada principalmente en algunos productos alimentarios, como aceite de oliva, vino o queso. En el otro sentido, también la OMS autoriza a la UE a levantar aranceles por las ayudas de EE UU a Boeing. “Establecer una fecha para la conclusión [de las “medidas de represalia actualmente en vigor”] nos proporcionaría la credibilidad que necesitamos para relanzar nuestras relaciones bilaterales económicas y comerciales”, afirma.
Maroto llama también a “reequilibrar” las medidas en acero y aluminio y menciona “el asunto de la tasa digital”, la conocida como tasa Google, que grava los servicios de determinadas empresas tecnológicas. La tasa entró en vigor en España hace unos días, pero con el compromiso de que España se adherirá a la que resulte de los esfuerzos que se llevan a cabo en organismos internacionales como la OCDE para implantar este gravamen a escala global. Hasta ahora esos esfuerzos han sido infructuosos, en buena medida por la oposición de EE UU al gravamen, que afecta a los gigantes de internet, en su mayor parte estadounidenses. Finalmente, pide al vicepresidente de la Comisión su “ayuda” sobre los aranceles impuestos por la administración de Donald Trump a la aceituna de mesa española.
La ministra añade al final un agradecimiento por adelantado al apoyo que Dombrovskis pueda dar a “los esfuerzos diplomáticos del Alto Representante de la UE para la política Exterior y de Seguridad” [el español Josep Borrell] relativos a la norma estadounidense conocida como Helms-Burton”. Esta norma, dice Maroto, “está afectando gravemente a algunas de nuestras más importantes empresas del sector turístico”. La norma prevé sanciones a las empresas de todo el mundo que realicen inversiones en Cuba y perjudica especialmente a algunas hoteleras españolas, como el grupo Meliá. Aunque la citada ley data de los años 90, fue reactivada bajo el mandato de Donald Trump, lo que abrió la puerta a que particulares y empresas cubanas reclamen indemnizaciones por los bienes que les fueron confiscados por el régimen de Fidel Castro. Las cadenas hoteleras mallorquinas Meliá e Iberostar son las dos más afectadas por el endurecimiento del embargo al país caribeño.
Los siguientes ejes en los que Maroto hace hincapié son “la cooperación” en asuntos de la economía del futuro, donde apuesta por “trabajar juntos” en la regulación sobre nuevas tecnologías renovables; el impulso a la “muy necesaria reforma del sistema multilateral de comercio” (se refiere a la remodelación de la OMC, estancada por la retirada de facto de Trump del organismo); y la “respuesta coordinada” a la pandemia, “para evitar distorsiones comerciales innecesarias”.