Las empresas se mueven para apadrinar científicos
Las fundaciones privadas lanzan programas con elevadas dotaciones económicas para el estudio de la covid-19
Una beca de excelencia implica mucho esfuerzo y trabajo previo. Es difícil de ganar”, afirma Inés Fernández Maestre, que cursa el doctorado en la escuela Gerstner-Sloan Kettering, del Memorial Sloan-Kettering Cancer Center de Nueva York, con la financiación de la Fundación La Caixa. “Que la Fundación invierta en mí, en uno de los mejores centros de investigación del cáncer del mundo, representa un enorme apoyo para avanzar en esta carrera sacrificada pero fascinante. Me permite aprender de un equipo de alto nivel y muy...
Una beca de excelencia implica mucho esfuerzo y trabajo previo. Es difícil de ganar”, afirma Inés Fernández Maestre, que cursa el doctorado en la escuela Gerstner-Sloan Kettering, del Memorial Sloan-Kettering Cancer Center de Nueva York, con la financiación de la Fundación La Caixa. “Que la Fundación invierta en mí, en uno de los mejores centros de investigación del cáncer del mundo, representa un enorme apoyo para avanzar en esta carrera sacrificada pero fascinante. Me permite aprender de un equipo de alto nivel y muy exigente”, añade.
La crisis del coronavirus ha destapado la inminencia de invertir mayores recursos públicos y privados en ciencia. Mientras que el gasto en I+D+i en España es del 1,2% del PIB, la mitad de la media europea, cada vez son más las empresas que destinan dinero a la formación y movilidad del talento científico. En este año atípico, muchas entidades han puesto el foco en becar investigaciones para luchar contra la covid-19. Porque como dice Isidro Fainé, presidente de la Fundación La Caixa, “una beca es capaz de cambiar la vida de quien la gana y de mejorar la sociedad. El avance científico, la investigación y la educación son el motor del progreso”.
Desde sus inicios, hace 38 años, esta institución ha destinado 304,8 millones de euros a becas de investigación de las que se han beneficiado más de 5.000 estudiantes. La clave para conseguirlas no se basa solo en las buenas notas. “Valoramos mucho el proyecto del candidato, lo que quiere estudiar, por qué y su beneficio para la sociedad. Evaluamos su potencial, cómo defiende su proyecto y las cartas de apoyo a las candidaturas”, apunta la directora del departamento de becas de la institución, Emilia Jordi Tubella. Abierto el plazo de inscripción hasta febrero, las becas de posgrado están dotadas con 1.400 euros mensuales en países de la Unión Europea y 2.400 dólares en Estados Unidos y Canadá, además del pago de matrícula de la universidad. Para el doctorado son 122.592 euros en un pago único.
Otras ayudas muy valoradas en la comunidad científica son los Premios Jóvenes Investigadores de la Fundación AstraZeneca. La farmacéutica, que acaba de presentar su vacuna contra el coronavirus, apuesta por el talento joven científico para impulsar un Sistema Nacional de Salud “más innovador, sostenible y participativo”. A la convocatoria de este año suma proyectos relacionados con la investigación sobre la covid en sus tres categorías: respiratoria; cardiovascular, renal y metabólica, y oncológica y terapia personalizada e inmunoterapia.
La Fundación AstraZeneca ha concedido 1,28 millones de euros a 16 jóvenes investigadores. Este año ha repartido 60.000 euros entre los tres ganadores de sus becas. La edad de los aspirantes no debe de superar los 40 años. El plazo de apertura para la próxima edición se abre en el último trimestre de 2021. Además, su comité científico elige entre la comunidad investigadora al candidato al Premio Honorífico a la Excelencia en la Trayectoria Científica, dotado con 5.000 euros.
La Fundación Ramón Areces es un referente en España en becas a la investigación. Un total de 2.100 estudiantes e investigadores han logrado ayudas para financiar 752 proyectos. Actualmente financian 126 proyectos, 92 en ciencias de la vida y de la materia (dotados con 2.400 euros mensuales) y 34 en ciencias sociales (1.800 euros), con unos recursos económicos de 11,7 millones de euros. El plazo de inscripción para la convocatoria 2020-2021 se abre en enero. “Se van a valorar especialmente los proyectos relativos al estudio de alerta precoz, prevención y tratamiento del coronavirus”, indican desde la entidad.
Volver a España
Investigar en España es, sin embargo, el anhelo de muchos jóvenes forzados a marcharse fuera por las oportunidades de estudio y laborales que les abren estas becas. Pero, según el informe 40 investigadores menores de 40 años, el 70% de los investigadores españoles que trabajan en el exterior no cree en su regreso. “Es una constante lucha entre la ambición laboral y las emociones. No es posible investigar en España debido a la escasa inversión y reconocimiento al científico”, sentencia Inés Fernández. Una situación que ha mejorado, en opinión de José Antonio Sacristán, director de la Fundación Lilly. “En España, a pesar de las dificultades, también es posible llevar a cabo investigaciones de enorme nivel que puedan competir con las de los mejores centros del mundo”, aprecia.
Esta fundación, cuyo Consejo Científico Asesor preside Mariano Barbacid, convoca los reconocidos Premios de Investigación Biomédica en dos categorías: clínica y preclínica. El galardón es de 40.000 euros en cada una y el plazo de inscripción se abre en diciembre. Desde su creación, 38 científicos han recibido estos premios. Lilly y la Real Sociedad Española de Química convocan otros galardones para estudiantes de doctorado dotados con 1.500 euros para los tres proyectos ganadores. La convocatoria comienza a finales de febrero del próximo año.
Las becas Leonardo de la Fundación BBVA, de 40.000 euros cada una, aportan un rasgo diferencial: van dirigidas a investigadores y a creadores culturales de 30 a 45 años que pueden presentar proyectos en 11 áreas de conocimiento. Por su parte, Banco Santander en colaboración con Crue Universidades Españolas y el CSIC, cuenta con el Fondo Supera Covid 19 para impulsar proyectos de instituciones académicas en tres ámbitos: investigación aplicada sobre el virus y su prevención (con una dotación de cinco millones de euros); estudios de impacto social, (un millón) y fortalecimiento de la capacidad tecnológica de las universidades y reducción de la brecha digital (con 2,5 millones).
Una investigación seleccionada por este fondo entre las 700 presentadas y a la que se ha destinado 140.000 euros es la del equipo de Teresa Fernández Abedul, de la Universidad de Oviedo. Su proyecto Life busca desarrollar un dispositivo portátil y de bajo coste que detecte el SARS-CoV-2 en minutos y sea igual de fiable que una PCR.
Ayudas públicas
Para atraer y retener el talento científico se acaban de aprobar apoyos públicos por valor de 148 millones de euros. Destacan los programas Ramón y Cajal y Juan de la Cierva. El primero prevé 247 ayudas para contratos de investigadores. La Agencia Estatal cofinancia el salario y la Seguridad Social de cada contrato con 35.450 euros anuales y aporta una financiación adicional de 42.000 euros para tareas de investigación a cada contratado. El segundo convoca 278 ayudas por importe de 14,6 millones de euros para fichar a jóvenes doctores por dos años. La ayuda anual es de 26.300 euros. Y se han dispuesto 27,2 millones de euros destinados a emplear a jóvenes doctores para que afiancen las capacidades adquiridas durante una primera etapa de formación posdoctoral. Para ello se convocan 278 ayudas con una duración de tres años y un importe anual de 30.500 euros cada una. Se suma un apoyo adicional de 6.300 euros por cada investigador contratado. Además, la convocatoria Torres Quevedo prevé la contratación de 200 doctores.