Abengoa se da otros 15 días para evitar el concurso de acreedores
La empresa presenta una nueva ampliación del plazo para negociar con la Junta de Andalucía la aportación de 20 millones al plan de salvación
Nueva patada hacia adelante. Abengoa vuelve a pedir una extensión del plazo para negociar el plan de salvación hasta el viernes 6 de noviembre. Son otros 15 días después de que hoy haya acabado el periodo que se había dado para alcanzar un acuerdo con la Junta de Andalucía para que esta aportara los 20 millones de euros que siguen pendientes en el plan de reestructuración. La nueva ampliación será la definitiva, según fuentes de la emp...
Nueva patada hacia adelante. Abengoa vuelve a pedir una extensión del plazo para negociar el plan de salvación hasta el viernes 6 de noviembre. Son otros 15 días después de que hoy haya acabado el periodo que se había dado para alcanzar un acuerdo con la Junta de Andalucía para que esta aportara los 20 millones de euros que siguen pendientes en el plan de reestructuración. La nueva ampliación será la definitiva, según fuentes de la empresa sevillana, y si continúa la negativa la compañía se verá abocada a tomar la decisión drástica de presentar el concurso de acreedores que ha evitado durante los últimos cinco años.
Este ultimátum se suma a las ampliaciones del plazo se han sucedido en periodos de 15 o siete días desde que se presentó este tercer plan y a medida que las negociaciones no daban fruto, llegándose al caso de que en esta última el Gobierno central ha sugerido que no participaría si la Junta no aporta su parte. En todo caso, cualquier acuerdo tendría que recibir el visto bueno de todos los implicados en el plan, es decir, los acreedores bancarios y el Gobierno, que participa a través del ICO y el Cesce, así como los proveedores.
Lasa negociaciones han estado bañadas de tensiones por las declaraciones del presidente de Abengoa, Gonzalo Urquijo, en las que acusaba a la Junta de actuar de “mala fe” y advertía de que si no se ponen esos 20 millones la empresa estaba abocada al cierre definitivo. Después se produjeron acercamientos y se barajaron varias alternativas para crear el instrumento que hasta ahora la Junta ha aducido que no tenía. En ese sentido, la empresa subraya que la Junta cuenta con una línea de crédito para pymes, pero no para grandes empresas, por lo que se trataría de crearla para hacer aportaciones de liquidez o de avales. Se ha planteado incluso la posibilidad de que la Junta entrara en el capital.
El grupo tuvo que afrontar un primer plan de reestructuración en 2017, en el que se realizó una quita y recapitalización de deuda por valor de 7.000 millones de euros. Posteriormente, en 2019, en una segunda reconversión, se capitalizaron otros 3.000 millones. En total, una quita del 95%. Ahora, en esta tercera reestructuración, ha acordado la financiación de 230 millones con aval del ICO del 70%; líneas de avales de 300 millones con apoyo del Cesce; quita del 50% de la deuda con los acreedores financieros y una solución para la deuda comercial con los proveedores, a los que se les ofrece el 5% de los flujos de caja y fondos procedentes de la venta de activos.
“Sería lamentable que hayamos llegado hasta aquí, con los sacrificios que ha hecho todo el mundo y que por 20 millones que faltan caiga esta empresa”, se quejó Urquijo en una entrevista con EL PAÍS. “Aquí hay un proyecto de futuro y si no sale, las consecuencias serían gravísimas, sería el fin de la fiesta”, añadió mientras aseguraba que “haber contado siempre con el apoyo verbal” de la Junta.
Abengoa se ha enfrentado también a un grupo de accionistas minoritarios, que presentaron una demanda para reclamar la suspensión de los acuerdos del consejo de administración, que no prosperó. Por otro lado, UGT convocó una jornada de huelga en la que pedían el mantenimiento del empleo (en la actualidad, da empleo a 3.000 personas en España de forma directa, y 5.000, indirecta) y el apoyo de la Junta al plan refinanciación.