Seis comunidades perdieron más de la mitad de ventas de vivienda durante el estado de alarma
Navarra, con una caída del 34%, fue la autonomía en la que mejor resistió el mercado inmobiliario en el segundo trimestre
El confinamiento provocó un desplome generalizado de las ventas de casas en toda España, pero el golpe no fue igual en todas partes. En Canarias, la comunidad que se vio más perjudicada, la bajada fue casi el doble de pronunciada que en Navarra, la que salió mejor parada. Es lo que muestra la estadística notarial por comunidades autónomas relativa al segundo trimestre, un periodo que muy a grandes rasgos se corresponde con el estado de alarma (vigente del 14 d...
El confinamiento provocó un desplome generalizado de las ventas de casas en toda España, pero el golpe no fue igual en todas partes. En Canarias, la comunidad que se vio más perjudicada, la bajada fue casi el doble de pronunciada que en Navarra, la que salió mejor parada. Es lo que muestra la estadística notarial por comunidades autónomas relativa al segundo trimestre, un periodo que muy a grandes rasgos se corresponde con el estado de alarma (vigente del 14 de marzo al 21 de junio). La dificultad para cerrar operaciones inmobiliarias también tuvo consecuencias sobre la firma de hipotecas, aunque por primera vez el porcentaje de viviendas compradas mediante préstamo no bajó del 40% en ningún territorio, una muestra de la desaparición temporal de un gran número de inversores del mercado.
Las tres comunidades que registraron mayores retrocesos en la venta de casas entre abril y junio —con respecto al mismo periodo del año anterior— fueron Canarias (-64%), Baleares (-56,9%) y Comunidad Valenciana (-54,7%). Todas ellas se caracterizan por tener un elevado porcentaje de segundas residencias y también de compradores extranjeros, dos segmentos que se resintieron especialmente por la alarma sanitaria. Con la persiana echada en la mayoría de inmobiliarias —restricciones que impedían visitar pisos— y notarios, registradores y bancos prestando prácticamente servicios mínimos, en el segundo trimestre las compras respondían a un perfil de necesidad diferente.
Las ventas también cayeron al menos un 50% en otros tres territorios: Castilla y León, que calcó ese porcentaje; Castilla-La Mancha, donde el retroceso interanual fue del 50,4%; y Extremadura, con una bajada del 52,4%. A ellas se sumó Galicia (-48,6%), para conformar un grupo de siete autonomías donde el mercado tuvo un comportamiento peor que la media nacional, que se situó en un descenso del 48,2%. Ya por debajo de esa media, pero por encima del 40%, se situaron Andalucía (-47%), Murcia (-46,6%), Cataluña (-45,7%), Aragón (-45,2%), Cantabria (-44%), Madrid (-42,8%) y el País Vasco (-41,6%).
Por último, tres comunidades del norte de España fueron las que salen un poco mejor retratadas en la estadística publicada este miércoles, con un descenso de operaciones inferior al 40%. Son Asturias, que se acercó mucho a ese porcentaje, ya que las ventas retrocedieron un 39,4%; La Rioja, con un descenso del 38,1%; y, sobre todo, Navarra, que registró una caída del 33,8%. Pese a ser un dato bueno en comparación con el resto, ese porcentaje significa que en la comunidad foral se perdieron más de un tercio de las operaciones con respecto al segundo trimestre de 2019. Como era de esperar, ningún territorio mejoró el dato del primer trimestre del año, que ya fue negativo por la incidencia del estado de alarma en la última quincena del mismo. Entonces, entre enero y marzo, las comunidades peor y mejor paradas fueron ya Canarias y Navarra, aunque con caídas muy inferiores (del 21,2% y el 6,4%, respectivamente).
Casas más baratas en cinco comunidades
En un escenario de dificultades, los precios también comenzaron a resentirse en algunos mercados autonómicos. No lo hicieron en la media nacional, donde se produjo un avance del 3,1%, superior incluso al del primer trimestre del año (2,6%). Pero cuatro territorios viraron a signo negativo entre abril y junio. Fueron la Comunidad Valenciana, que registró el mayor retroceso de precios (-5,3%), Canarias (-3,8%), Extremadura (-2,7%) y Madrid (-2%). A ellas se sumó Murcia, donde los importes de las casas ya venían cayendo entre enero y marzo y esa tendencia se agudizó en el segundo trimestre (-4,3%).
Opuesta fue la situación en La Rioja, donde la estadística notarial recoge un aumento de precios del 25,4% con respecto al mismo periodo del año anterior. Otras cuatro comunidades —Asturias, Castilla y León, Navarra y Cantabria— registraron aumentos a ritmo de doble dígito. En términos absolutos, las tres autonomías más caras siguieron siendo Baleares (2.563 euros por metro cuadrado), País Vasco (2.382 euros) y Madrid (2,245 euros). Las tres con las casas más baratas fueron Extremadura (566 euros por metro cuadrado), Castilla-La Mancha (680 euros) y Murcia (844 euros).
Descenso de las hipotecas
Además de en los precios, la menor actividad inmobiliaria también tuvo un reflejo en el mercado hipotecario. Los préstamos para la adquisición de vivienda retrocedieron un 38,7% en toda España con respecto al segundo trimestre del año pasado. Pero nuevamente la situación no fue homogénea en todas las comunidades. Lógicamente, Canarias, que es donde más se desplomó la venta de casas, fue también la que tuvo una mayor caída en el número de hipotecas (-48,1%). E inversamente, fue Navarra la que menos notó ese efecto (-26,2%).
El hecho de que las ventas totales de casas cayeran más en todas las comunidades que las hipotecas significa que el desplome fue mayor en las operaciones al contado que en aquellas en las que se requiere financiación. Las primeras se asocian por lo general más a inversores y las segundas a compras de inmuebles por necesidad, por ejemplo como primeras viviendas. Si se observa desde el punto de vista de qué porcentaje de compras se hicieron con hipoteca, por primera vez todos los territorios superaron el 40%. Los menores porcentajes correspondieron, como suele ser habitual, a la Comunidad Valenciana (42,5%) y Murcia (44,7%), dos comunidades con mucha vivienda vacacional y precios bajos. En el extremo opuesto se situaron el País Vasco, donde un 75,8% de las compras fueron acompañadas de un préstamo y Madrid (75,4%). Ambas comparten casas con precios elevados a lo que, en el caso de la región de la capital, se sumó la desaparición de muchos compradores con perfil de inversión.