La tienda de reparaciones del pueblo que se convirtió en multinacional
CYG IT Sustainable Tech factura cerca de 20 millones de euros al año, está en 100 países y cuenta con 200 empleados
Alejandro Costa (Sevilla, 1981) recuerda por teléfono el mejor consejo que le dio su madre para emprender. Una expresión de lo más prosaica, digna de un manual de economía de la gran escuela de la calle: “¡Tira, adelante!”. Corría 2004 y él le hizo caso. Con apenas 23 años, dejó un trabajo “estable y seguro” llevando el mantenimiento tecnológico de centros de salud de atención primaria y montó MyFixpert, una pequeña tienda en Bormujos (Sevilla) “con servicios básicos y elementales”.
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Alejandro Costa (Sevilla, 1981) recuerda por teléfono el mejor consejo que le dio su madre para emprender. Una expresión de lo más prosaica, digna de un manual de economía de la gran escuela de la calle: “¡Tira, adelante!”. Corría 2004 y él le hizo caso. Con apenas 23 años, dejó un trabajo “estable y seguro” llevando el mantenimiento tecnológico de centros de salud de atención primaria y montó MyFixpert, una pequeña tienda en Bormujos (Sevilla) “con servicios básicos y elementales”.
El lugar donde ir a reparar smartphones, tabletas, portátiles, ordenadores y todo tipo de dispositivos electrónicos. Un negocio de tres personas que, 16 años después, suma unas cifras inimaginables. Bajo la sociedad CYG IT Sustainable Tech, factura 20 millones de euros anuales, tiene presencia en 100 países y cuenta con una plantilla de 200 empleados. Además, la previsión de aquí a 2023 es multiplicar por cinco los beneficios, que el año pasado rozaron los 588.000 euros.
Y eso que también les ha afectado la situación: tuvieron que hacer un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) de tres meses, aunque ya han recuperado los niveles previos al inicio de la epidemia. “Nuestra actividad está repuntando y hemos incorporado más perfiles a la empresa”, comenta Costa, consejero delegado de CYG IT, “se ha acelerado la transformación digital en este tiempo como si hubieran pasado cinco años”. El cambio social, liderado por el trabajo o las gestiones online, ha disparado la proyección de su mercado. Pues su labor consiste en solucionar cualquier problema tecnológico a entidades, desde la instalación hasta el mantenimiento de sistemas informáticos.
Su hoja de servicios incluye la consultoría, logística o la creación de software especializado para grandes multinacionales, pero también la atención directa al usuario final desde MyFixpert: lo que fue en sus comienzos se ha convertido en un icono que repara unos 500.000 equipos al año. Costa define así su actividad: “Ayudamos a cubrir el proceso de transformación digital de cualquier cliente”.
Aunque la fórmula mágica de su éxito es también la “capacidad de adaptación”. Echando la vista atrás, en CYG IT sufrieron la crisis de 2008 y la actual, pero lo han hecho con cierta normalidad porque siempre se amoldan a circunstancias nuevas y cambiantes. “Hemos ido respondiendo a los retos de los clientes”, confiesa el directivo, antes de revelar otro axioma de su filosofía: “Llevamos 16 años construyendo puertas porque, si las oportunidades no llaman a tu puerta, te las tienes que construir tú mismo”.
Con esa flexibilidad, aparte de “resiliencia, muchas ganas y mucho morro”, según reconoce, el negocio empezó a despuntar. El primer gran contrato fue con Toshiba, que les dio la concesión de reparaciones en Andalucía: “Vimos que ahí había una oportunidad”, apunta Costa. Entonces se abrieron otras puertas y consiguieron ser un referente en el servicio técnico de Samsung, LG o Lenovo, que aumentaban la facturación de la empresa hasta en un 15% cada año. Y apareció Telefónica. En 2015, a raíz de una propuesta de autodiagnóstico online de dispositivos, les aportó 80.000 euros y se hizo con el 10% del capital de MyFixpert.
Vieron entonces cómo el territorio nacional les extendía y cómo solo con su principal cliente las cuentas sumaban 10 millones de euros anuales. Así hasta alcanzar los 20 millones de los últimos ejercicios y con la perspectiva de atraer más inversores para afrontar, “con máxima calidad y los valores de siempre”, esta época donde la tecnología se ha puesto fortuitamente al alcance de casi toda la sociedad.
Insiste Costa en que “vamos a vivir en una especie de pánico higiénico y de distanciamiento social. Te vas a pensar mucho ir a establecimientos. Y si te ponen fácil los trámites que necesites…La covid-19 ha cambiado todo. Y lo único bueno es que nos va a tocar vivir este cambio de mundo”, anota. El futuro incierto, sostiene, pone de relieve aún más el mensaje “¡Tira, adelante!”.
“Mi equipo y yo mantenemos la ilusión por seguir construyendo oportunidades”, señala el consejero delegado de CYG IT. Con sedes en Madrid y Barcelona, Andalucía sigue siendo “el cuartel general” y el patrón de trabajo es como el de aquel local modesto a siete kilómetros de Sevilla. Un negocio de primera generación que hoy atiende a grandes corporaciones internacionales y espera más inversiones. “Creo que no solo hay que contar lo malo, sino también lo que va bien”, opina, “porque estamos cumpliendo, creando empleo, somos seguros y estables”.
“Cada vez que me he caído me he levantado”, asegura el empresario, blandiendo esta resurrección empresarial como un mantra: “A cualquiera que quiera emprender le diría que se equivoque rápido y muchas veces. Eso es lo que me ha llevado a acertar, porque nadie tiene un libro mágico. Ha hecho que haya mejorado los productos y servicios”.
Transformación digital
Consciente de que “vivimos en una sociedad líquida y en cualquier momento incluso un tuit puede arruinar un negocio”, Costa ve en esta crisis una ocasión para potenciar la transformación digital. “Hay que leer mucho, ver las perchas de oportunidad y aprovecharlas”, sugiere. La sociedad, continúa, se está adaptando aceleradamente a la llamada nueva normalidad (“todos hemos aprendido que no hay por qué ir al banco en meses”) y la vida online se impone. Abriéndose a la innovación y la reinvención. A tirar hacia delante, como hacen en CYG IT Sustainable Tech.