Bruselas lanza nuevas medidas tras el fracaso de la cumbre de la Unión Europea

La UE propone un fondo de 100.000 millones para ayudar a España e Italia a financiar ERTE

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en su despacho.Vídeo: Lukasz Kobus/European Commission / DPA / Europa Press | ATLAS

La UE no puede permitirse una tercera cumbre de jefes de gobierno fallida. Y para evitar que los países vuelvan a irse con los bolsillos vacíos, Bruselas prepara nuevas propuestas para atender la emergencia social, en especial en España e Italia, y encarar la salida del profundo bache. Entre ellas, está un reaseguro de paro comunitario para financiar expedientes temporales. Según el borrador de la regulación, al que ha tenido acceso EL PAÍS, se tr...

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La UE no puede permitirse una tercera cumbre de jefes de gobierno fallida. Y para evitar que los países vuelvan a irse con los bolsillos vacíos, Bruselas prepara nuevas propuestas para atender la emergencia social, en especial en España e Italia, y encarar la salida del profundo bache. Entre ellas, está un reaseguro de paro comunitario para financiar expedientes temporales. Según el borrador de la regulación, al que ha tenido acceso EL PAÍS, se trata de un mecanismo de préstamos de carácter “temporal” con una potencia de fuego de hasta 100.000 millones de euros gracias al aval de los socios de la UE.

Bruselas trata de combatir la imagen de una Europa, cuando menos, descoordinada ante una emergencia que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, calificó este miércoles como “la mayor tragedia humana dentro de la Unión desde las dos guerras mundiales”. Hasta en siete ocasiones, el borrador de regulación para este nuevo instrumento se refiere a ese “espíritu de solidaridad” de los Estados miembros que ellos mismos han puesto en duda al afearse las restricciones en las exportaciones de material sanitario o con el bronco debate sobre los eurobonos.

La jefa del Ejecutivo comunitario se dirigió este miércoles casi en exclusiva a España e Italia, los dos países que más sufren la pandemia en Europa, pero que la semana pasada también decidieron dar un golpe sobre la mesa para evitar que la UE cerrara en falso la negociación sobre un plan europeo para afrontar el “shock colosal” que, en palabras del presidente del Eurogrupo Mário Centeno, atraviesa la zona euro. “Hemos desarrollado un esquema para ayudar a Italia, España y a todos los países que han sido duramente golpeados. Y esto se hará gracias a la solidaridad de otros Estados miembros”, resaltó Von der Leyen en un vídeo difundido por la Comisión.

El instrumento, que se prevé que se apruebe este jueves, fue reclamado la semana pasada por la líder de los socialistas europeos, Iratxe García, y alentado por el comisario de Economía, Paolo Gentiloni. Se trata de un mecanismo para ser desplegado de inmediato ante la avalancha de despidos temporales que se están produciendo en la UE. El objetivo de ese mecanismo, según el texto, será “dar asistencia a los Estados miembros” para que puedan afrontar “subidas repentinas” en el gasto público para preservar los puestos de trabajo. Von der Leyen explicó que se trata de que los Estados puedan financiar ayudas para que trabajadores no se queden a la intemperie mientras dura la crisis y que puedan recuperar su empleo cuando esta acabe.

No es, pues, el seguro de desempleo europeo que Von der Leyen se comprometió a poner en marcha esta legislatura y que vienen reclamando España y Francia. Sin embargo, es una solución temporal que ahora podría ser más digerible en Berlín —donde esta carpeta divide al Gobierno— o La Haya y que permitiría a los Estados recurrir a Bruselas para financiar expedientes de regulación temporales para evitar destrucciones masivas de empleo.

El borrador de la regulación prevé dotar a ese mecanismo con hasta 100.000 millones de euros que la Comisión obtendrá mediante emisiones una vez haya recibido avales por el 25% de esa cantidad de los países miembros. Los Estados deberán demostrar que su gasto público en prestaciones de desempleo se ha disparado a partir del 1 de febrero de 2020 por la crisis de la Covid-19. Los tres primeros Estados beneficiados, además, no podrán recibir más del 60% de todos los recursos. Iratxe García dio la bienvenida a ese nuevo instrumento, aunque advirtió de que los socialdemócratas “esperan más”. “Este préstamo para apoyar a trabajadores debería ser la base par aun plan más ambicioso”, sostuvo.

A falta de que los países lancen una respuesta conjunta contundente, la Comisión sigue añadiendo nuevos elementos a su plan anticrisis. El meollo sigue estando, no obstante, en cómo se financiará la salida de la crisis. Nueve países —entre ellos Francia y España— abogan por compartir los costes mediante la emisión de eurobonos. El ministro de Finanzas francés, Bruno Le Maire, propuso este miércoles en una entrevista en Financial Times la creación de un fondo a cinco o diez años para obtener esos recursos para la recuperación.

Berlín, y también La Haya o Viena, siguen rechazando esa vía. Aun así, entre los halcones se extiende la percepción de que debe ponerse sobre la mesa una alternativa, aunque Holanda volviera descolgarse con una propuesta para crear un fondo que recoja donaciones. Los números dos de los ministros de Finanzas retomaron este miércoles eyer los trabajos del Eurogrupo, donde vuelve a cobrar fuerza el recurso a las líneas de crédito del fondo de rescate europeo (MEDE). La discusión estará en la condicionalidad que quiera imponer el norte, aunque Berlín podría rebajar la presión en ese terreno.

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