Red Eléctrica pide que se aceleren nuevas conexiones con Francia

El enlace eléctrico de Girona ha permitido un ahorro de 528 millones en cuatro años

La Jonquera -
Torres de transmisión eléctrica cerca de Figueres, en Cataluña, que forman parte de la red de interconexión con Francia. EFE

A la espera de conocer la última decisión de la Comisión Nacional del Mercado de los Mercados y la Competencia (CNMC) sobre la regulación que plantea reducir un 8,2% su retribución por realizar el transporte de electricidad, Red Eléctrica de España (REE) quiere que las Administraciones española y francesa aceleren y amplien las interconexiones para mejorar el mercado.

El mejor argumento de la empresa que preside Jordi Sevilla para apoyar los planteamientos de más conexiones se basa en los ahorros que ...

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A la espera de conocer la última decisión de la Comisión Nacional del Mercado de los Mercados y la Competencia (CNMC) sobre la regulación que plantea reducir un 8,2% su retribución por realizar el transporte de electricidad, Red Eléctrica de España (REE) quiere que las Administraciones española y francesa aceleren y amplien las interconexiones para mejorar el mercado.

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El mejor argumento de la empresa que preside Jordi Sevilla para apoyar los planteamientos de más conexiones se basa en los ahorros que ha permitido la interconexión eléctrica que une España con Francia por los Pirineos, entre Santa Llogaia (Girona) y Baixàs (Rosellón). Desde que se inauguró la conexión subterránea hace cuatro años, el sistema ha ahorrado 528 millones de euros, según aseguraron representantes del grupo en una visita a las instalaciones en la parte española del túnel, junto a la población de La Jonquera. De esa cifra, 422 millones corresponden específicamente al mercado diario y 106 a ingresos adicionales para el sistema por rentas de congestión. Esto representa en torno a tres euros de ahorro en la factura de la luz por español al año.

La conexión por los Pirineos supuso duplicar la capacidad de intercambio energético de 1,4% a 2,8% entre los dos países, lo que en términos absolutos son 2.800 MW. Este porcentaje está muy lejos todavía del 15% fijado por la UE para 2030. Ante estos ahorros, que también se producen correlativamente en Francia, Red Eléctrica cuenta con suficientes argumentos para plantear nuevas conexiones y acelerar las que ya están en marcha y están en línea con las exigencias de REE en las críticas a la CNMC. La empresa cargó contra el regulador y pidió que se garantice la seguridad jurídica a través de una metodología de cálculo “clara y predecible”, y que se generen “incentivos reales” a las inversiones necesarias para cumplir con los nuevos retos en materia energética y climática.

Sobre las nuevas conexiones que permitirían, a su juicio, mejorar el sistema está en construcción el enlace submarino por el Golfo de Vizcaya para 2025 y potenciar las dos que hay a través de los Pirineos por Navarra y Aragón, que la elevarían a 8.000 MW (es decir, el 8%). La inversión prevista en el Golfo de Vizcaya asciende a 1.750 millones, que cuenta con ayudas europeas por valor cercano a los 600 millones.

Las cifras, según la compañía, superan su amortización total por parte española. La obra supuso una inversión de 700 millones financiada a partes iguales entre REE y la Reseau de Transport d'Electrecité (RTE) francesa. La obra recibió una subvención de 250 millones de la UE, que considera que una red interconectada ayudará a garantizar una energía segura y sostenible compatible con los objetivos de descarbonización.

Para su construcción fue necesario alcanzar acuerdos con 26 municipios afectados, que se opusieron a que se hiciera por superficie por razones medioambientales, y cumplir cerca de 200 compromisos ambientales. De haberse hecho un tendido convencional por superficie el coste se habría dividido por 10, según las fuentes de la empresa.

La interconexión con Francia se convirtió en un referente tecnológico. El enlace tiene una longitud de 64,5 kilómetros (33,5 en territorio francés y 31 en español) atravesando los Pirineos mediante un túnel de 8,5 kilómetros y 3,5 metros de diámetro, la mayor parte excavado en suelo francés. La longitud y su carácter subterráneo requirieron que la electricidad circular en corriente continua y no alterna, que es la se usa en la mayor parte de las líneas. La corriente continua limita las pérdidas de electricidad, pero necesita un cable especial dada la tensión. Por ello, los cables están hechos de cobre recubierto de polietileno reticulado. Eso, junto con la tecnología VSC (Voltage Source Converter) que permite agilizar la conversión de corriente continua en alterna y viceversa, convirtió la infraestructura en una instalación pionera.

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