Análisis

El coste de oportunidad en la brecha de género en salud

El Global Gender Gap Report 2017 del Foro Económico Mundial sitúa a España en el puesto 24 de un total de 144 países. Pero hoy podríamos haber contado con 1,2 millones más de niños y niñas nacidos en las últimas tres décadas de haber ofrecido España mejores condiciones para ejercer la maternidad, renunciando así a 31.000 millones de euros de crecimiento del PIB en 2016. Esta es una de las conclusiones del Informe Closingap sobre la brecha de género en salud, liderado por Merck. Una de las ocho empresas —junto con R...

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El Global Gender Gap Report 2017 del Foro Económico Mundial sitúa a España en el puesto 24 de un total de 144 países. Pero hoy podríamos haber contado con 1,2 millones más de niños y niñas nacidos en las últimas tres décadas de haber ofrecido España mejores condiciones para ejercer la maternidad, renunciando así a 31.000 millones de euros de crecimiento del PIB en 2016. Esta es una de las conclusiones del Informe Closingap sobre la brecha de género en salud, liderado por Merck. Una de las ocho empresas —junto con Repsol, Mapfre, Mahou, L’Oréal, BMW, Meliá y Vodafone— que forman parte del clúster dirigido a cuantificar el impacto económico de las diferentes brechas de género.

Hoy deberíamos saber que son cerca de 7.800 millones de euros en lo que estarían valoradas las 800 millones de horas anuales de más que las mujeres dedican a los cuidados no profesionales de personas mayores o enfermas crónicas sobre las dedicadas por los hombres. Exceso de dedicación que tiene además consecuencias en su salud, por la mayor probabilidad de caer en depresión y ansiedad (3,4 y 2,7 puntos, respectivamente, por encima de las que no ejercen esa responsabilidad), a un coste de bajas por incapacidad temporal de 345 millones de euros al año.

A pesar de que las mujeres morimos de enfermedades cardíacas en mayor medida que los hombres, todo apunta a que no somos diagnosticadas con la misma intensidad, ni tratadas. Esta evidencia nos hace intuir la existencia de sesgos inconscientes de género, con efectos en la salud. En buena parte debido a que históricamente venimos de una descripción androcéntrica de los síntomas que dificulta que las mujeres reconozcan la amenaza de, por ejemplo, un infarto, y acudan a la consulta de su médico.

Las mujeres vivimos cuatro años más que los hombres en situación de mala salud o dependencia, con enfermedades del aparato locomotor, trastornos tiroideos y del humor y muriendo en situación de trastorno mental senil y presenil, Alzheimer y por causas relacionadas con enfermedades hipertensivas. Mejorar las condiciones de salud a la que llegamos las mujeres a la edad avanzada permitiría ahorrar cerca de 9.000 millones de euros al año.

Sin propósito de exhaustividad, pero sí de representatividad, el primero de los informes presentado por la plataforma Closingap —y desarrollado por el equipo de Economía Aplicada de Afi— parte de una identificación y categorización de los grandes grupos de causas de las desigualdades de género en materia de salud, tras la que se elabora un diagnóstico permitiendo estimar efectos de carácter económico en el ámbito personal/familiar, en la sociedad y en las cuentas públicas. En definitiva, el coste de oportunidad de la desigualdad.

Mónica Guardado es Directora de Afi, Escuela de Finanzas y Verónica López Sabater es profesora de Afi Escuela de Finanzas y consultora de Economía Aplicada de Afi

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