La CNMV advierte de que la baja tasa de ahorro financiero resta potencial a la economía española

Un estudio del supervisor explica que el peso de los activos inmobiliarios es sinónimo de menor productividad y lastra el desarrollo de los mercados

Sede de la CNMV en Madrid

Los españoles ahorran muy poco, siguen bastante endeudados y el ladrillo constituye de largo el principal destino del remanente de los ingresos familiares. Esta combinación es letal y resta potencial de crecimiento a la economía española, según advierte la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV)...

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Los españoles ahorran muy poco, siguen bastante endeudados y el ladrillo constituye de largo el principal destino del remanente de los ingresos familiares. Esta combinación es letal y resta potencial de crecimiento a la economía española, según advierte la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) en un estudio que acaba de publicar. "A corto plazo este patrón de comportamiento del inversor, con gran peso de los activos inmobiliarios, genera un crecimiento de la demanda interna más elevado, pero también más desequilibrado, y orienta la economía hacia actividades relacionadas con la construcción y las actividades inmobiliarias", que son menos productivas.

En 2009, cuando la crisis azotaba de forma más severa, la tasa de ahorro de los españoles repuntó hasta niveles superiores al 12% de la renta bruta disponble, equiparándose con la media de la zona euro. Sin embargo, desde entonces este ratio no ha hecho que descender, situándose actualmente en su mínimo histórico (5,1%), más de siete puntos por debajo de la media europea. De forma paralela, los ciudadanos se desapalancaron de forma considerable, llevando el endeudamiento de los hogares desde el 130% de la renta bruta disponible hasta el 100% actual, un nivel que todavía está por encima de lo que ocurre en otros países europeos comparables.

Otra característica es que el poco dinero que se consigue ahorrar se destina fundamentalmente a la compra de vivienda y no a activos financieros. La riqueza inmobiliaria española supera el 400% del PIB, mientras que el ratio de la zona euro no llega al 300%. En el caso de la riqueza financiera neta ocurre, sin embargo, todo lo contrario: en Europa la media es del 150% y en España se queda por debajo del 125%. Además, el capital que en nuestro país se destina a activos que no son pisos se va fundamental (40%) a activos líquidos y muy conservadores como efectivo y depósitos, casi 10 puntos por encima de lo que ocurre en los países de nuestro entorno.

"A medio plazo, las consecuencias del bajo ahorro y del gran peso del inmobiliario son desequilibrios financieros, con riesgo de generación de burbujas, la disminución de la movilidad laboral ya que los españoles tienen fundamentalmente vivienda en propiedad, y el desarrollo menor de los mercados financieros. Todo ello resta crecimiento potencial a la economía española", argumentan los expertos de la CNMV.

La principal causa que ve el supervisor para la menor tasa de ahorro en España es la evolución de la renta disponible y su distribución. La creciente desigualdad impide a muchas familias llegar a fin de mes sin un remanente para ahorrar. "En este sentido, la subida del salario mínimo interprofesional puede servir para que los hogares puedan ahorrar más", señalan estos expertos que, en cualquier caso, creen que, teniendo en cuanta las dinámicas salariales, creen que el déficit de ahorro será difícil de revertir a corto y medio plazo.

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