Guindos descarta un impacto económico por el atentado de Barcelona

París perdió el año pasado 1,5 millones de turistas tras los ataques yihadistas de 2015

El ministro de Economía, Luis de Guindos, el jueves en Madrid. Carlos Rosillo

El Gobierno no cree que los atentados que la semana pasada sufrieron Barcelona y Cambrils vayan a tener un impacto en el crecimiento económico. El ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, cree que si hubiera algún efecto, este no sería "especialmente relevante". Los ataques, aseguró el jueves, tienen una gravedad que va “mucho más allá de la economía”, con un daño “mucho más doloroso”. Los hoteles y comerciantes del centro de Barcelona han nota...

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El Gobierno no cree que los atentados que la semana pasada sufrieron Barcelona y Cambrils vayan a tener un impacto en el crecimiento económico. El ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, cree que si hubiera algún efecto, este no sería "especialmente relevante". Los ataques, aseguró el jueves, tienen una gravedad que va “mucho más allá de la economía”, con un daño “mucho más doloroso”. Los hoteles y comerciantes del centro de Barcelona han notado una menor actividad, pero se trata de hechos aislados con escasa repercusión económica a medio plazo.

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El ministro comparecía en rueda de prensa precisamente para presentar los datos de crecimiento del segundo trimestre, ocasión que aprovechó para sacar pecho por la evolución positiva de la economía española. Guindos considera que los ataques yihadistas tendrán un efecto imperceptible en la coyuntura; y argumenta ese pronóstico también en el hecho de “la normalidad” con la que la sociedad española ha respondido a unos atentados que han dejado en total 15 muertos.

Para justificar su análisis, Guindos echó mano también de la historia reciente. “Los atentados del 11-M [los ataques yihadistas que sufrieron varios trenes de Madrid en 2004] tuvieron un cierto impacto en ese trimestre, pero la economía se recuperó rápidamente y tuvimos varios años muy buenos”, aseguró el ministro.

Otros destinos de la furia islamista sí han sufrido un fuerte impacto en su sector turístico. Los países del norte de África, por ejemplo, han visto cómo el número de visitantes se ha desplomado tras la concatenación de ataques. Egipto ha pasado de recibir 14,8 millones de turistas en 2010 a menos de cinco el año pasado. París, golpeada varias veces por el yihadismo en 2015, perdió al año siguiente 1,5 millones de visitantes, según los datos del Comité Regional de Turismo (CRT).

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