Renta Corporación estudia la entrada de un socio extranjero sin perder la mayoría

Tras haber superado el concurso de acreedores, la inmobiliaria catalana Renta Corporación estudia reforzarse con la entrada de un fondo extranjero en su capital. La incorporación de un nuevo socio, en todo caso, se haría de modo que sus fundadores no perdieran la mayoría. Los responsables de la inmobiliaria, que hoy ha celebrado su junta de accionistas en Barcelona, han sostenido que el estudio de esa opción todavía está en una "fase muy prematura", pero han apuntado que ello les podría asegurar "ingresos recurrentes"....

Tras haber superado el concurso de acreedores, la inmobiliaria catalana Renta Corporación estudia reforzarse con la entrada de un fondo extranjero en su capital. La incorporación de un nuevo socio, en todo caso, se haría de modo que sus fundadores no perdieran la mayoría. Los responsables de la inmobiliaria, que hoy ha celebrado su junta de accionistas en Barcelona, han sostenido que el estudio de esa opción todavía está en una "fase muy prematura", pero han apuntado que ello les podría asegurar "ingresos recurrentes".

La semana pasada la junta de acreedores aprobó el convenio de acreedores y el plan de viabilidad que lo acompañaba. El próximo hito que prevé ahora alcanzar Renta Corporación es volver a cotizar en Bolsa, lo cual debería producirse a lo largo de este verano. "Esperamos volver a cotizar en julio, y si no es posible, en septiembre", ha asegurado el presidente de la compañía, Luis Hernández de Cabanyes. El convenio, asimismo, prevé que la banca pueda tomar hasta un máximo del 18% de las participaciones de la inmobiliaria.

La empresa prevé ahora cerrar este año con beneficios y recuperar el modelo de negocios que tenía la compañía antes de la crisis. El consejero delegado de la empresa, David Vila, ha afirmado que eso en parte ya se da, puesto que la empresa ha realizado opciones de compra de inmuebles para generar valor y hallar un comprador. Esa tarea de "acompañamiento" será común para operaciones de más de 10 millones de euros, según el presidente, porque la empresa no tiene el músculo financiero suficiente para afrontar mayores transacciones.

Dos ejemplos de estas operaciones son las intermediaciones que realizó para la venta de la antigua sede de Teléfonica en Barcelona, el conocido Edificio Estel, a un magnate indio a través de un fondo de Hong Kong por 56 millones de euros o la venta de la consejería de Economía de la Generalitat por el grupo italiano Angelini, dueño de las pastillas Juanola.