Seguimiento desigual en la huelga de Grecia convocada por el Primero de mayo

Los países del sur de Europa se movilizan contra el auge del paro Los recortes de la troika centran las críticas de los sindicatos del Viejo Continente

Foto: overonaelpais | Vídeo: El país-live

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Decenas de miles de personas se han manifestado en las tradicionales movilizaciones del Primero de Mayo en varios países de la zona euro. Las movilizaciones cobran especial relevancia en los países del Sur de Europa, inmersos en altas tasas de desempleo y las continuas oleadas de austeridad que han aplicado sus Gobiernos para atajar las altas cifras de déficit. Los ciudadanos de Francia, Italia, España, Portugal o Grecia, Estados con cifras de paro por encima de la media de la Unión Europea (10,9%), han salido a la calle. Aunque con seguimientos desiguales, la petición de más incentivos para el crecimiento y menos recortes sociales ha estado presente en todos los países.

Grecia

La huelga convocada en Grecia coincidiendo con el Primero de Mayo ha registrado a lo largo de la jornada de hoy un seguimiento muy desigual, según ha informado la Agencia EFE, lo que viene siendo habitual en los innumerables paros generales que ha vivido el país desde que comenzó su crisis. El Gobierno griego había trasladado la festividad del Trabajo a la próxima semana por coincidir con la Pascua ortodoxa y los sindicatos respondieron convocando la segunda huelga general en lo que va de año, en protesta por las últimas medidas de recorte aprobadas por el Parlamento de Atenas el domingo.


Una portavoz del principal sindicato griego, GSEE, aseguró que el seguimiento de la huelga ha sido "realmente bueno" en sectores como la Administración Pública, los bancos, el transporte marítimo, ferrocarriles y la industria, aunque no así en el comercio, ya que la decisión del Gobierno de modificar el día festivo y la proximidad de la Pascua Ortodoxa les impedía a abrir.


Aunque los autobuses funcionaban hoy —en una medida sindical que busca facilitar la participación en las marchas de protesta— ha habido numerosos paros en los transportes públicos, los hospitales solo ofrecen servicios mínimos y el transporte marítimo —especialmente relevante en un país con cerca de 9.000 islas— está totalmente paralizado desde la medianoche.


A la huelga se añadieron manifestaciones de protesta en todo el país contra los nuevos recortes acordados entre el Gobierno del conservador Andonis Samarás y la troika, como requisito para que Atenas obtenga el próximo tramo del rescate financiero. El plan de ajuste contempla medidas como el despido de 14.000 empleados públicos hasta finales de 2014 y una reducción del salario mínimo, desde los 580 euros mensuales a los 490 para los mayores de 25 años (427 para los menores de esa edad).

Portugal

Un escenario similar al griego afrontaban los trabajadores en Portugal, quienes, después de que el Ejecutivo conservador anunciara el martes nuevos recortes por 4.700 millones de euros hasta 2016, han celebrado el día del trabajo con protestas durante la tarde. Lisboa ha sido el epicentro de las marchas sindicales, aunque había manifestaciones convocadas por todo el país. "¡Troika fuera!", "¡FMI vete a casa!" o "No a la precariedad laboral" eran algunos de los lemas que podían leerse en las pancartas que portaban varios miles de personas en la capital, según AFP.


Los dos principales sindicatos han decidido marchar por separado, divididos ante la reforma laboral aprobada el año pasado, que fue aceptada por la UGT, en el marco de un acuerdo por el diálogo social con el gobierno, pero rechazada por la CGTP.

Italia

“Sin trabajo, Italia se muere”. La frase, acuñada por los sindicatos italianos que han celebrado juntos en Perugia el Primero de Mayo, se queda corta en comparación con la reflexión formulada por Laura Boldrini, la nueva presidenta de la Cámara de Diputados. Haciendo alusión al tiroteo del domingo en Roma —dos agentes de los Carabinieri resultaron heridos ante el palacio Chigi por los disparos de un desempleado—, Boldrini dijo: “La desesperación por la falta de trabajo hace que las víctimas se conviertan en verdugos”. Casi un millón de familias en Italia tiene a todos sus miembros activos en paro, el doble que hace cinco años, según recordó el presidente Giorgio Napolitano, quien instó a los sindicatos a trabajar junto a políticos y empresarios para buscar una solución urgente. La desesperación y la política que no logra dar respuesta al paro fueron los argumentos de la jornada en Italia. La secretaria de la Cgil, Susanna Camusso, dijo en Perugia, donde en marzo un empresario mató a dos funcionarias regionales: "Todos los recursos disponibles, desde los obtenidos de la lucha contra la evasión fiscal, deben ser dedicados a la creación de puestos de trabajo".

Francia

La jornada estuvo marcada en Francia por la división de las dos grandes centrales, que por primera vez desde el referéndum europeo de 2005 desfilaron por separado. Las convocatorias sacaron a la calle a decenas de miles de personas en todo el país, aunque menos que hace un año, cuando el Primero de Mayo coincidió con el final de la campaña presidencial. El sindicato mayoritario, la CGT, de origen comunista, que se opone a la reforma laboral aprobada por otras centrales con la patronal, reunió a 97.000 militantes en toda Francia, según la policía, mientras la exsocialista CFDT organizó una inédita y poco nutrida manifestación en Cormontreuil. Pese a la división, los líderes coincidieron en pedir el final de las políticas de austeridad en Europa.


El jefe del Partido Comunista, Pierre Laurent, reclamó a François Hollande que cambie de rumbo “lo antes posible”, y Jean-Luc Mélenchon, excandidato del Frente de Izquierda, llamó a sus partidarios a manifestarse el 6 de mayo para “barrer la política económica del Gobierno y limpiar las instituciones”. El Frente Nacional de Marine Le Pen se concentró ante la estatua de Juana de Arco en París. La líder de la ultraderecha se presentó como “una luz de esperanza en medio de las tinieblas europeas”.

Alemania

Los sindicatos alemanes protestan contra la precariedad. El sindicato de la industria IG Metall convocó huelgas en fábricas de varias regiones alemanas. La organización está negociando convenios para 3,7 millones de trabajadores en todo el país, para los que demandan un aumento de salarios del 5,5%. Por su parte, la Confederación Alemana de Sindicatos (DGB) auspició manifestaciones en las capitales alemanas para protestar contra la proliferación de los contratos precarios en Alemania y contra el aumento de las desigualdades sociales en Europa. Participaron decenas de miles de personas en todo el país. Su acto principal, se celebró en Múnich. En Berlín atrajo a unas 10.000 personas. Para hoy hay planeados otros actos y marchas, entre ellas la del partido neonazi NPD en el Este de la ciudad. Cada año se encuentra con una contramanifestación de grupos ciudadanos o de izquierda que la supera en número. No son raras las tensiones.

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