La oposición alemana logra bloquear el acuerdo con Suiza para repatriar capitales

Socialdemócratas y verdes consideran que la medida suponía una amnistía fiscal Los evasores podían traer su dinero a Alemania pagando un gravamen de entre el 21% al 41%

La presidenta suiza, Eveline Widmer-Schlumpf. EFE

El polémico acuerdo fiscal entre Alemania y Suiza ha sido rechazado en el Bundesrat, la cámara alta o de los Länder germana, con los votos de los estados gobernados por socialdemócratas y verdes, que suman mayoría frente a los de la coalición gubernamental en Berlín. La iniciativa preveía que el dinero negro depositado por ciudadanos alemanes en el pequeño país del centro de Europa fuera gravado con un impuesto único de entre el 21% y el 41%, dinero que debía ser transferido al fisco alemán de manera...

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El polémico acuerdo fiscal entre Alemania y Suiza ha sido rechazado en el Bundesrat, la cámara alta o de los Länder germana, con los votos de los estados gobernados por socialdemócratas y verdes, que suman mayoría frente a los de la coalición gubernamental en Berlín. La iniciativa preveía que el dinero negro depositado por ciudadanos alemanes en el pequeño país del centro de Europa fuera gravado con un impuesto único de entre el 21% y el 41%, dinero que debía ser transferido al fisco alemán de manera anónima y con diez años de efectos retroactivos.

No obstante, socialdemócratas y verdes, que dominan la cámara alta alemana, consideran que supone prácticamente una amnistía para los evasores. En España, precisamente, hay en estos momentos en marcha una amnistía para que los contribuyentes con dinero en parísos fiscales repatríen sus fondos pagando un gravamen del 10%, la mitad del tipo más bajo previsto en Alemania.

Además de cargar con entre un 21% y un 41% el dinero repatriado, la medida contemplaba que, a partir de 2013, los depósitos de ciudadanos alemanes en Suiza tengan al menos las mismas cargas fiscales que les sobrevendrían si se quedaran en su país.

El acuerdo fue defendido de nuevo ante la cámara alta alemana, aunque sin éxito, por el titular germano de Finanzas, Wolfgang Schäuble. Ahora, con vistas al futuro, podrá darse por fracasado en el caso de que ninguna de las partes recurra a la comisión mediadora. De haberse aprobado, podría haber reportado a la Hacienda alemana unos ingresos suplementarios anuales a partir de 2013 de 10.000 millones de euros, según el Gobierno, aunque la oposición consideraba que esta cifra era irreal.

Se estima que en los bancos suizos hay depositados entre 130.000 y 180.000 millones de euros de contribuyentes alemanes evadidos al fisco de su país. Sin embargo, en los últimos meses un importante número de titulares de cuentas se ha presentado ante el fisco de Alemania, después del robo de informaciones bancarias de algunos importantes bancos suizos —incluyendo listados de miles de clientes alemanes— que llegaron a las autoridades de Berlín.

Desde Suiza, el Gobierno y el gremio de bancos instan a salvar el acuerdo. "Suiza está dispuesta a trabajar conjuntamente con Alemania para llegar al proceso de ratificación", señaló el Ministerio de Finanzas helvético. "La Cámara Alta alemana ha perdido una gran oportunidad para alcanzar una solución justa, óptima y sostenible para todas las partes y resolver definitivamente los temas bilaterales de carácter fiscal", comentó por su parte la Asociación de Bancos Suizos (ABS).

El Gobierno helvético y la ABS dijeron que esperan que se convoque al Comité de Mediación del Parlamento alemán, que podría proponer una solución de conciliación y salvar así el acuerdo fiscal. Este procedimiento tendría que llevarse en las próximas cuatro semanas, en cualquier caso antes de que termine el año.

Tras el voto negativo de hoy, la ABS destacó que éste no resultó de "razones objetivas" sino que fue consecuencia de consideraciones "únicamente de política interna". El gremio que representa a los bancos también dijo que, pese al revés sufrido, mantendrá su estrategia de aceptar y trabajar solamente con fondos declarados y que respeten las normas fiscales del país de origen.

Suiza cerró con el Reino Unido y Austria acuerdos similares como el rechazado hoy y actualmente negocia otros, en la misma línea, con Italia y Grecia.

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