Lleno, por favor... pero de la barata

Los precios de las gasolinas varían sustancialmente incluso en la misma ciudad, ya que en ellos influyen el ‘marketing’, las tasas regionales o la ubicación

Imagen de una estación de servicio.EFE

La mayoría de gasolineras tienen programas de fidelización de clientes: tarjetas en las que se acumulan puntos, cheques descuento o incluso menaje de cocina a cambio de llenar el depósito. Sin embargo, hay conductores que solo declaran amor eterno al céntimo. Al céntimo menos por litro, se entiende.

El Ministerio de Industria hace ya años que les facilita la tarea a los infieles del combustible: a través de una página web, el Geoportal, realiza un ránking de las gasolineras de España por precio. El viernes el li...

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La mayoría de gasolineras tienen programas de fidelización de clientes: tarjetas en las que se acumulan puntos, cheques descuento o incluso menaje de cocina a cambio de llenar el depósito. Sin embargo, hay conductores que solo declaran amor eterno al céntimo. Al céntimo menos por litro, se entiende.

El Ministerio de Industria hace ya años que les facilita la tarea a los infieles del combustible: a través de una página web, el Geoportal, realiza un ránking de las gasolineras de España por precio. El viernes el litro de gasolina 95 más económico se vendía en una gasolinera de Santa Cruz de Tenerife, en la carretera general del Norte, a 1,08 euros. En la España peninsular, el punto de venta al público más barato estaba en Castellnou de la Seana (Lleida), con la gasolina 95 a 1,31 euros. Aunque viva a cientos de kilómetros de estas dos estaciones, también puede elaborar la clasificación de su zona. La web del ministerio permite afinar el rastreo por código postal, ciudad e incluso por la marca bajo la que funciona la gasolinera.

En la provincia de Sevilla, quien repostó en La Luisiana la pasada semana, según los datos que la propia gasolinera envió al registro oficial, pudo llenar un depósito de 55 litros con gasóleo por 74,85 euros. Si lo hizo en una estación de Guillena, donde según el ránking estaba la estación más cara de esta provincia, pagó 81,40 euros. El escrutinio a la hora de decidir puede ser laborioso: esta semana el documento que recoge todos los precios medios de España señala 8.733 puntos de venta distintos. Y cambia cada semana.

El Ministerio de Industria hace ya años que les facilita la tarea a los infieles del combustible: a través de una página web, el Geoportal

Tal y como explican los responsables del portal en la web, cuya primera versión apareció en 2000 y se modernizó notablemente en 2007 y 2008, todos los puntos de venta de carburantes están obligados por ley “a enviar los precios practicados en ese punto de venta todos los lunes y cada vez que cambien dichos precios”. Los dueños transmiten los cambios por Internet. A través de esa misma web se puede denunciar a las estaciones que no envíen sus datos o a aquellas que faciliten a Industria unas cifras, pero después pongan otras distintas en los surtidores.

Para valorar con algo más de perspectiva los precios se puede acudir a los informes mensuales. El último de ellos hace referencia al mes de agosto. La gasolina 95 valía de media en España 1,45 euros. El gasóleo, 1,39 euros. Por provincias, en Baleares, Málaga, Huelva y Castellón se vendió el combustible más caro, y el más barato en Huesca, Zaragoza, La Rioja y Álava. Sin embargo, si se comparan los precios con los del ránking de gasolineras, se llega a la conclusión de que se trata de eso, de medias, ya que, por ejemplo, en Castellón, entre los lugares más caros, están también algunas de las estaciones más económicas. Además, es importante destacar que en agosto no se incluye un elemento que todos los bolsillos han notado: a partir del 1 de septiembre de 2012 el IVA de los carburantes en la Península y Baleares es del 21%, cuando antes era del 18%.

El peso de las imposiciones

Además de ofrecer los precios, la web de combustibles de Industria se dirige directamente a los consumidores para tratar de aclarar uno de los grandes misterios que pueden ser recurrentes en las tertulias de café: “Si el barril de petróleo ha bajado un 50%, ¿por qué no estoy pagando la mitad en la gasolinera?”. Esa formulación textual acapara buena parte del apartado “preguntas frecuentes” del servicio. La explicación es bastante parecida a la que se incluye en los diferentes informes sobre el precio de la gasolina que realiza Industria. Según advierte, a la hora de estudiar los precios hay que tener en cuenta cuatro variables: la cotización internacional de crudos, la cotización internacional de productos, el margen de distribución y comercialización, y los impuestos vigentes. Los dos primeros los fija el mercado. Los impuestos son responsabilidad del Gobierno y en muchos casos de las autonomías.

Los conductores que viven en el límite de dos autonomías pueden asumir tasas distintas según carguen combustible a un lado u otro de la línea que las separa

Es precisamente este último elemento, la gran ensalada de imposiciones autonómicas, lo que también se traduce en diferentes precios según la provincia donde se reposte. Los conductores que viven en el límite de dos autonomías pueden asumir tasas distintas según carguen combustible a un lado u otro de la línea que las separa. Andalucía, Madrid, Cataluña, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana, Galicia y Asturias ya tenían antes en 2010 un tramo autonómico en el impuesto sobre ventas minoristas de determinados hidrocarburos con diversos importes. En 2011, también introdujeron estas tasas Murcia y Extremadura. Pero ha sido este año cuando diversas comunidades han variado sus imposiciones: comenzó en enero de 2012, la Comunidad Valenciana aumentó hasta 4,8 céntimos por litro de gasolina y gasoil para automoción. En marzo, Castilla y León lo puso a ese mismo nivel; le siguieron: Cataluña, en abril; Baleares y Castilla-La Mancha, en mayo. En junio, Cantabria, Extremadura y Andalucía también lo aumentaron, y Navarra introdujo su tramo autonómico de 2,4 céntimos. Además, se cambió el impuesto especial que aplica Canarias. Pasó de 102,66 euros por mil litros a 222 euros.

En cuanto a los márgenes, el elemento que ha disparado el debate, dependen de muchas variables. “Varía en función de la localización geográfica (núcleo urbano, carretera, proximidad a refinerías o entradas costeras, etcétera); de las relaciones existentes entre compañías petroleras y estaciones de servicio [si es de propiedad de la petrolera, abanderada o con contrato en exclusiva]; de la existencia de promociones locales, o de las políticas de marketing”, desgrana Industria.

En cuanto a los precios en distintos países, según justifica también, hay otros elementos que pueden distorsionar las diferencias: en los precios de venta se incluye la introducción de los bioproductos (más caros que los fósiles) y su tratamiento fiscal según el país. También puede influir “el nivel de fiscalidad de cada país para cada producto. Los precios comunicados por España no incluyen descuentos ni transporte profesional y (por el momento) se calculan mediante media aritmética. Esto hace que los precios sin impuestos comunicados por España puedan ser más altos que los comunicados por otros Estados miembros, que incluyen transporte profesional y descuentos”. En los precios de venta al público con impuestos incluidos, que son los que al final pesan en el presupuesto familiar, señala Industria que “en España, por su menor nivel impositivo, son menores que en casi todos los demás países”.

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