Manos que conservan fortunas

Los ‘family offices’ gestionan en España un patrimonio cercano a los 15.000 millones

Íñigo Susaeta y su equipo gestionan unos 1.600 millones de euros Álvaro García

Incluso (o sobre todo) en los peores tiempos, siempre emergen los privilegiados de la riqueza. Lo hemos visto en otras épocas y en otros países. En España, en estos días tan duros, 160 family offices gestionan un patrimonio procedente de las grandes fortunas nacionales que ronda los 15.000 millones de euros. Estos son los datos en los que se mira el sector. Aunque se trata de estimaciones de los propios interesados, y como tal hay que leerlas. Pues ya lo advierte Raffi Amit, profesor en la escuela de negocios de Wharton y una reconocida voz en este mundo de los altos patrimonios: “Es ...

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Incluso (o sobre todo) en los peores tiempos, siempre emergen los privilegiados de la riqueza. Lo hemos visto en otras épocas y en otros países. En España, en estos días tan duros, 160 family offices gestionan un patrimonio procedente de las grandes fortunas nacionales que ronda los 15.000 millones de euros. Estos son los datos en los que se mira el sector. Aunque se trata de estimaciones de los propios interesados, y como tal hay que leerlas. Pues ya lo advierte Raffi Amit, profesor en la escuela de negocios de Wharton y una reconocida voz en este mundo de los altos patrimonios: “Es la industria más opaca del mundo”. De hecho, nadie sabe a ciencia cierta cuántos family offices existen en el planeta. Y para algunos es uno de los callejones oscuros de las finanzas. “Puede que no sea el sector más opaco que hay, pero está muy, muy lejos de ser transparente”, recalca Russ Alan Prince, presidente de Prince & Associates, una firma americana de investigación de mercado especializada en esta industria.

Aunque esto de la transparencia no todo el mundo lo ve igual. Al contrario. “Creo que hay demasiada información. La opacidad es positiva. Al fin y al cabo, no es un sector apto para todos, y si algo buscan los clientes es confidencialidad”, reflexiona con franqueza Borja Durán, consejero delegado de Wealth Solutions. De esta forma expresa en voz alta lo que en privado piensan muchos protagonistas de este sector.

Entonces, ¿para quién es este mundo? Lo cierto es que está pensado para (y por) dos tipos de firmas. De un lado, los single family offices gestionan el patrimonio de un único grupo familiar. Es la oficina con mayúsculas y manejan, por ejemplo, los dineros de los Del Pino (Ferrovial), Antonio Gallardo (presidente del Grupo Landon), Antonio Hernández (presidente de Ebro Foods), Gómez Aparicio (propietario del Hotel Gallery), Juan Abelló (Torreal), Amancio Ortega (Pontegadea), Alicia Koplowitz (Omega Capital), Manuel Jove (Inveravante). Patrimonios estos últimos que superan con facilidad los 1.000 millones de euros. Y por otro están los multifamily offices (GBS Finanzas, N+1 SYZ, MdF Achievers, atlCapital…), sin duda la expresión más popular dentro de la élite. Gestionan entre 25 y 150 millones —relatan en Arcano Wealth Advisors, uno de los multifamily de referencia— y se ocupan de varias familias.

Precisamente Arcano es buen hilo de Ariadna para guiarnos dentro de este laberinto financiero. Creada en los tiempos de la euforia económica (2007), asesora un volumen de patrimonio de 1.600 millones de euros procedente de más de 20 familias (cuyos nombres, claro, guardan con extremo celo). Y su corte de entrada son 20 millones de euros en liquidez. ¿El coste de los servicios? Entre el 0,5% y el 0,6% del patrimonio “realmente” (insisten en el adverbio) gestionado. Esto nos da una media en la horquilla más baja de 400.000 euros al año por familia. ¿Caro? Lo pueden pagar. Al menos las más de 400 familias españolas que se calcula tienen un patrimonio de entre 25 y 150 millones. Arcano destina 14 personas a hacer crecer las inversiones de sus clientes.

Los expertos aseguran que se trata de un sector bastante opaco

Y es que sin duda hacen faltan recursos humanos porque hoy día quien pestañea pierde en los mercados. “Estamos viendo hechos insólitos, como que algunos single family offices se han despatrimonializado de una forma excesiva”, advierte Íñigo Susaeta, socio y director de Arcano. Algo que achaca a la debilidad de los equipos.

Pues en esta industria los errores cuestan millones y las reacciones de los clientes, para lo bueno y lo malo, se mueven en extremos. Y en estas últimas semanas los teléfonos no han dejado de sonar en los family offices llevando voces muy preocupadas, aunque siempre con una misma exigencia: conservar el patrimonio. Así que adiós a productos complejos, como los estructurados. Vuelve lo tradicional, da igual que se gane poco y deje escaso margen. Hay demasiado miedo para aventuras.

“La ubicación es el gran temor de las grandes fortunas españolas. O sea, ¿está mi patrimonio en el territorio jurídico adecuado?”, revela el director general de un conocido banco suizo. “Pero cambiar de ubicación un family office lleva meses, aunque algunos ya lo han hecho. Forman parte de esos 100.000 millones de euros que han salido fuera”, apostilla.

Esta es la imagen interior —y quizá la más real— que nos cuenta esta industria. Desde luego, de puertas hacia fuera ninguna firma de altos patrimonios reconoce que este movimiento esté sucediendo ni que ellos impulsen el miedo aconsejando a sus clientes tales maniobras. Como mucho, aseguran, han diversificado sus carteras con anterioridad para evitar cualquier riesgo.

La ubicación es ahora el gran temor de las grandes fortunas españolas

“Es el momento de dar la cara y explicar. Un cliente no se va de la entidad porque su patrimonio disminuya, sino por un mal servicio, una mala comunicación o una mala planificación”, resume Miguel Ángel Luna, director general de banca privada del Banco Popular. “Cada vez más, este es un negocio de personas que tienen que ser capaces de ponerse en la piel del cliente y escuchar y escuchar”, remata. En su caso, lo hacen a través de la unidad de grandes patrimonios, donde gestionan 5.123 millones de euros procedente de 4.580 familias, que tienen una liquidez mínima de diez millones.

Mientras esto sucede, en la calle de Velázquez de Madrid el trabajo es constante en las oficinas de GBS Finanzas. Su multifamily office, dirigido por Juan Esquer y al que acompañan 17 personas, atiende a más de 40 familias, de las que una decena son no residentes. Aunque todas comparten un nexo: tener cinco millones de euros en liquidez. A cambio ofrecen una tasa de rentabilidad anual objetivo que oscila entre el 2% y el 10% regida por el principio de que “nunca se pone en riesgo el capital”, puntualiza Juan Esquer. Esta coda resulta importante, como lo es la calma. “Se han abierto varias cuentas fuera. Pero no ha habido un nerviosismo desatado. Al contrario. Los empresarios nos transmiten un mensaje: soy español y quiero quedarme”, afirma el socio de GBS Finanzas.

Este compromiso también lo aprecia N+1 SYZ, pero sin obviar que se viven tiempos difíciles. “Nunca me he encontrado con el mix que tenemos ahora, esto es, con perfiles tan conservadores”, comenta Alfonso Gil, consejero delegado de N+1 SYZ. Tal vez sea esta la imagen que comparten los 200 grupos familiares a los que asesoran. En total, gestionan 550 millones de euros de patrimonio y la puerta de entrada se sitúa más baja que en otros multifamily: un millón de euros. Con esta estrategia se sienten con fuerzas para “ganar otros 200 clientes en los próximos dos años”, prevé con optimismo Alfonso Gil.

De darse este crecimiento, bien podría deberse a virtudes propias y a defectos ajenos. “El fuerte desarrollo de los family offices en parte procede de la pérdida de confianza de las grandes fortunas en actores tradicionales como los bancos privados y las firmas de inversión”, apunta Russ Alan Prince, de Prince & Associates.

A este cambio de statu quo también contribuye la consolidación de las empresas de asesoramiento financiero EAFI (hay más de 90 registradas en la CNMV) en nuestro país y su entrada en el mundo de los altos patrimonios. Wealth Solutions es un ejemplo. Dirigida por Borja Durán, ha pasado de ser una multioficina familiar a una EAFI que ya maneja los dineros de 45 familias.

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