Trabajadores de Nueva Rumasa se concentran en la Puerta del Sol

Un centenar de empleados protestan por retrasos e impagos en los salarios

Al grito de "Nueva Rumasa no nos paga" un centenar de trabajadores de Clesa y Helados Royne, ambas empresas propiedad de José María Ruiz Mateos, se han concentrado durante una hora en la Puerta del Sol para protestar contra los retrasos en los pagos de sus salarios. Entre pitidos y gritos pidiéndole a Ruiz Mateos sus sueldos, los trabajadores comentaban que la situación viene de lejos y que los retrasos salariales se viven desde el año pasado, mucho...

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Al grito de "Nueva Rumasa no nos paga" un centenar de trabajadores de Clesa y Helados Royne, ambas empresas propiedad de José María Ruiz Mateos, se han concentrado durante una hora en la Puerta del Sol para protestar contra los retrasos en los pagos de sus salarios. Entre pitidos y gritos pidiéndole a Ruiz Mateos sus sueldos, los trabajadores comentaban que la situación viene de lejos y que los retrasos salariales se viven desde el año pasado, mucho antes de que Clesa presentara su situación de preconcurso.

"Nos deben la paga extra de Navidad y la de enero a la mayoría de la plantilla. Es una empresa que lleva 40 años trabajando y los problemas han llegado desde que está este propietario", señalaba en la manifestación un miembro del comité de empresa de Clesa. "Desde el viernes la producción en la fábrica de Madrid está parada porque no hay materias primas porque no se les paga a los proveedores", añade, mientras el resto de manifestantes continúa pitando y coreando eslóganes contra Ruíz Mateos. Un círculo vicioso que se basa en la falta de liquidez de la empresas que hace que no se pueda pagar a los proveedores y que por tanto, no se pueda fabricar y así se acaben perdiendo clientes por lo que no puede entrar liquidez.

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Los empleados de Helados Royne dan por perdida esta campaña. Al fabricar un producto estacional, la producción de este verano debería comenzar este mes o el que viene. Sin embargo, no ven esto posible. Casimiro Rodríguez, presidente del Comité de empresa de la compañía, asegura que "si en 15 días no entra un inversor, la temporada está perdida". Lo que significa que este año las alrededor de 180 personas que, según el comité, se contratan para la temporada no tendrán trabajo. Pero los que están fijos durante todo el año tampoco las tienen todas consigo porque aseguran que hay retrasos en los pagos y dicen que ahora mismo la fábrica está parada y solo funciona una línea de producción.

Los trabajadores parece que no se fían de las palabras de Ruiz Mateos, que aseguraba que su principal preocupación era crear empleo, y a pesar de que la empresa haya asegurado hoy en un comunicado que prosiguen sus negociaciones para la entrada de un socio inversor, dicen que esta es la primera de una serie de movilizaciones para protestar por su situación.

Los trabajadores de Nueva Rumasa protestan en la Puerta del Sol.EFE