Brasil condiciona la OPA de Telefónica a que mantenga la independencia de GVT

El organismo regulador brasileño condiciona la operación a que las compañías operen por separado

La Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel) aprobó en su reunión de ayer la autorización previa a la Oferta Pública de Adquisición (OPA) de Telesp, la filial brasileña de Telefónica, sobre GVT, aunque impuso una serie de condiciones a la firma controlada por el grupo presidido por César Alierta. En concreto, exige que Telesp y GVT sigan siendo autónomos y mantengan la independencia en sus estructuras administrativas, operativas, funcionales ...

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La Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel) aprobó en su reunión de ayer la autorización previa a la Oferta Pública de Adquisición (OPA) de Telesp, la filial brasileña de Telefónica, sobre GVT, aunque impuso una serie de condiciones a la firma controlada por el grupo presidido por César Alierta. En concreto, exige que Telesp y GVT sigan siendo autónomos y mantengan la independencia en sus estructuras administrativas, operativas, funcionales y comerciales. Con esta operación, el grupo español busca incrementar su presencia en Brasil, donde además de Telesp opera con su participada Vivo, que comparte al 50% con Portugal Telecom.

Además, Telesp deberá mantener el nivel de empleo y conservar la marca de GVT por un período de cinco años desde la fecha de cierre de la transacción, aunque Anatel precisó que después de 24 meses Telesp y GVT podrán, "por motivos razonables", requerir una nueva evaluación de este condicionamiento.

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Por otra parte, Telesp y GVT deberán presentar a Anatel una solución a la superposición de licencias en un periodo de seis meses. Fuentes de Telefónica consultadas no han querido pronuncarse sobre estas condiciones.

Neutralidad de las inversiones

Anatel impone además a la filial de Telefónica que mantenga neutralidad en su red y que lleve a cabo en los próximos diez años inversiones en I+D. Finalmente, el regulador explicó que si Telesp adquiere GVT debe comunicar claramente a los usuarios que mantiene las mismas condiciones en la prestación de servicios que llevaba a cabo GVT.

En cuanto al posible rival de Telefónica, la multinacional francesa Vivendi, único competidor que ha expresado su interés por hacerse con el operador brasileño, Anatel no impuso ninguna condición al tratarse de un jugador nuevo en este mercado y no tener presencia en el país.

Tras la eliminación por parte de los accionistas de GVT de los blindajes estatutarios que dificultaban la adquisición de la compañía y tras la aprobación, aunque con exigencias, por parte de Anatel, la OPA de Telefónica estaría aun condicionada a hacerse con al menos el 51% del capital de la compañía.

Para asegurarse el éxito, la firma española incrementó recienemente en un 5,2% el precio de su oferta inicial, de 48 reales brasileños por título, hasta un total de 2.700 millones de euros. Está nueva oferta, a un precio unitario de 50,5 reales brasileños, supondría que Vivendi tendría que ofrecer al menos un precio de 53 reales por acción para hacerse con GVT.

Dos mujeres conversan ante la sede de Telefónica en Las Tablas (Madrid).JOSÉ RAMÓN AGUIRRE

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