Francia anuncia una "gran reforma fiscal" que reducirá impuestos a las clases medias

El jefe del Ejecutivo ha cifrado en 3.500 millones de euros la cantidad que dejará de embolsar el Estado galo

El primer ministro, Dominique de Villepin, ha anunciado hoy una "gran reforma fiscal" que reducirá y simplificará el impuesto sobre la renta a partir de 2006. "La rebaja significativa de los impuestos que gravan a las clases medias es la prioridad", explicó el jefe del Ejecutivo, que ha cifrado en 3.500 millones de euros la cantidad que dejará de embolsar el Estado galo.

La reforma supondrá una reducción de los tramos del impuesto, de los siete actuales a sólo cuatro. El Gobierno pretende acabar con nichos fiscales y excepciones de las que se benefician ciertos colectivos profesionales....

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El primer ministro, Dominique de Villepin, ha anunciado hoy una "gran reforma fiscal" que reducirá y simplificará el impuesto sobre la renta a partir de 2006. "La rebaja significativa de los impuestos que gravan a las clases medias es la prioridad", explicó el jefe del Ejecutivo, que ha cifrado en 3.500 millones de euros la cantidad que dejará de embolsar el Estado galo.

La reforma supondrá una reducción de los tramos del impuesto, de los siete actuales a sólo cuatro. El Gobierno pretende acabar con nichos fiscales y excepciones de las que se benefician ciertos colectivos profesionales. También rebajará el tipo máximo impositivo, que ahora es del 48%. De Villepin ha apuntado que Francia "necesita" dicha reforma fiscal "para un mejor reconocimiento del trabajo, para la competitividad económica y el poder adquisitivo". Sin embargo, el nuevo sistema fiscal no verá la luz al menos hasta dentro de un año y "será efectivo el 1 de enero de 2007".

El primer ministro francés manifestó que la fiscalidad francesa será, tras la aprobación de esta reforma, "la más justa y competitiva de Europa" y "recompensará mejor el trabajo". El diario 'Le Monde' calificó ayer de "big bang a favor de las clases medias" este plan del Gobierno, que espera resucitar así la alicaída demanda interna y la confianza de consumidores y empresarios.

La izquierda y los sindicatos ya han criticado las líneas maestras del plan, reveladas por la prensa en los últimos días, porque una simplificación de los tramos "acaba con la progresividad fiscal". El primer ministro hizo estas declaraciones en su comparecencia mensual ante los medios.

El primer ministro se comprometió a "devolver la ilusión" a los franceses y presentar los primeros frutos de su trabajo tras 100 días como primer ministro, que se cumplen el próximo 8 de septiembre.De Villepin ha asegurado que con el inicio del curso político comienza "la segunda etapa" de su mandato, que tendrá por objetivo "aumentar el crecimiento social", que explicó como un crecimiento económico que beneficie a todos los ciudadanos y permita crear empleo.

En este sentido, De Villepin ha mostrado su satisfacción por el descenso de la tasa de desempleo hasta el 9,9%, el nivel más bajo desde octubre de 2003. "Los resultados están ahí", dijo. El primer ministro insistió en que los parados beneficiarios de ayudas del Estado no son suficientemente "incitados" para volver al empleo y afirmó que pretende que "trabajar sea más interesante y más fácil que vivir de la asistencia".

Devolver el excedente fiscal

En una intervención centrada en la economía, De Villepin dedicó atención especial al aumento de los precios del petróleo y se comprometió a "devolver al consumidor todo excedente fiscal" generado por el alza de los carburantes. El Gobierno dedicará este dinero a ayudar a los transportistas, principales afectados por la subida, y al fomento del empleo.

El Ejecutivo pretende también que aquellos que necesitan hacer largos desplazamientos en vehículo para trabajar puedan deducir en sus impuestos el coste de la gasolina. Asimismo, Francia aumentará los créditos para la compra de vehículos no contaminantes de 1.525 euros a 2.000 euros.

Aunque el Ministerio de Transportes galo ha enterrado la idea de reducir por ley en 15 kilómetros por hora la velocidad máxima de las autopistas, el Gobierno recomendará una reducción de 10 kilómetros por hora y fomentará la producción y uso de biocarburantes. Dominique de Villepin, en una recomendación a la industria automovilística, mostró su esperanza de ver construido, en cinco años, un "coche familiar que consuma 3,5 litros cada 100 kilómetros".

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