CRISIS EN EL SCH

Botín da un golpe de mano y cambia a Corcóstegui por Sáenz al frente del SCH

Jaime, hermano del banquero será el nuevo vicepresidente primero de la entidad y Ana Patricia, su hija, presidirá Banesto

El Consejo de Administración del Santander Central Hispano (SCH), reunido hoy con carácter extraordinario, ha aprobado esta mañanan el relevo de su consejero delegado y vicepresidente primero, Ángel Corcóstegui. Le sustituirá como consejero delegado el hasta ahora presidente de Banesto, Alfredo Sáenz, que además será vicepresidente segundo del banco. Como vicepresidente primero queda ahora Jaime Botín, hermano del presidente de la entidad, Emilio Botín.

Tras el Consejo del SCH se ha reunido precisamente el de su filial Banesto, que tiene previsto nombrar a Ana Patricia Botín, hij...

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El Consejo de Administración del Santander Central Hispano (SCH), reunido hoy con carácter extraordinario, ha aprobado esta mañanan el relevo de su consejero delegado y vicepresidente primero, Ángel Corcóstegui. Le sustituirá como consejero delegado el hasta ahora presidente de Banesto, Alfredo Sáenz, que además será vicepresidente segundo del banco. Como vicepresidente primero queda ahora Jaime Botín, hermano del presidente de la entidad, Emilio Botín.

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Tras el Consejo del SCH se ha reunido precisamente el de su filial Banesto, que tiene previsto nombrar a Ana Patricia Botín, hija del presidente del banco, como presidenta de la entidad. Ana Patricia era, hasta ahora, vocal del consejo de administración y miembro de la comisión ejecutiva del SCH.

Al parecer, el propio Corcóstegui había presentado a Botín su dimisión el pasado lunes, sólo dos días después de que éste le alabara públicamente durante la junta de accionistas de la entidad, la primera en la que el banquero cántabro se presentaba como presidente único. Se prevé que ahora Corcóstegui abandone la entidad.

Francisco Luzón, director general del banco, pasa a ocuparse de la división de América Latina, dependiendo exclusivamente de Emilio Botín. De esta manera, el presidente del SCH reorganiza la estructura ejecutiva del banco en tres grandes áreas, independientes entre sí, y controladas exclusivamente por él. Alfredo Sáenz se encargará del negocio en España y en Europa, donde el banco ya tiene 4 millones de clientes; Ana Patricia Botín dirigirá Banesto y Luzón todo lo relacionado con América Latina, una división en la que también se esperan cambios.

Se cierra una crisis

Con estos nombramientos se cierra la crisis abierta el verano pasado, que se inició con un enfrentamiento directo por el control de la entidad entre Emilio Botín y José María Amusátegui. El 15 de agosto se escenificó el primer capítulo de esta crisis con la salida de José María Amusátegui, procedente del Central Hispano. La marcha de Corcóstegui es la segunda parte de esta historia, que podría acarrear nuevos cambios en la comisión directiva del SCH.

Emilio Botín da así un nuevo paso al frente en su estrategia para controlar la primera línea ejecutiva del banco y coloca además a su hija al frente de Banesto, entidad controlada por el SCH. Este último nombramiento se interpreta como un claro mensaje de que Ana Patricia Botín está llamada a asumir mayores responsabilidades en el futuro del SCH.

Ángel Corcóstegui, que procede del antiguo Banco de Vizcaya, desde el que pasó al Central Hispano, fue el anterior hombre de confianza de Amusátegui, por lo que su situación tras la salida de éste era sumamente delicada.

Altibajos bursátiles

Al hilo de las decisiones de la directiva, las acciones del banco han acumulado altibajos en la Bolsa de Madrid, para terminar con un avance del 0,68%.

Esta mañana, los títulos del banco iniciaban la jornada a 8,76 euros. Hacia las 12.03, se cambiaban a 8,63, un 1,48% menos, aunque la tendencia ha cambiado y han terminado por cerrar en positivo.

Los sindicatos UGT y CCOO han coincidido hoy en señalar que los cambios en la dirección del Santander Central Hispano perjudicarán a la entidad a corto plazo, pues pueden paralizar la actividad del banco en este primer semestre y acrecentar las dudas e incertidumbre de la plantilla.

EFE
EL PAÍS