CONFLICTO LABORAL

Garzón admite a trámite una querella de Anticorrupción contra los ex propietarios de Sintel

La querella se dirige contra la familia del empresario cubano-estadounidense Jorge Mas Canosa, por un supuesto delito de insolvencia punible

La querella se dirige contra los ex responsables de Sintel, la familia del empresario cubano-estadounidense Jorge Mas Canosa, por un supuesto delito de insolvencia punible. La empresa fue vendida por la familia cubana a Carlos Gil en una operación en la que intervinieron sociedades radicadas en el paraíso fiscal de las islas Vírgenes británicas.

El pasado mes de marzo, Anticorrupción abrió diligencias informativas para estudiar la denuncia de los sindicatos por una presunta venta fraudulenta de la empresa de telecomunicaciones Sintel a la familia Mas Canosa.

La querella, interpue...

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La querella se dirige contra los ex responsables de Sintel, la familia del empresario cubano-estadounidense Jorge Mas Canosa, por un supuesto delito de insolvencia punible. La empresa fue vendida por la familia cubana a Carlos Gil en una operación en la que intervinieron sociedades radicadas en el paraíso fiscal de las islas Vírgenes británicas.

El pasado mes de marzo, Anticorrupción abrió diligencias informativas para estudiar la denuncia de los sindicatos por una presunta venta fraudulenta de la empresa de telecomunicaciones Sintel a la familia Mas Canosa.

La querella, interpuesta el pasado martes, ha recaído en el Juzgado Central de Instrucción número 1 de este tribunal, del que es titular el magistrado Guillermo Ruiz Polanco, quien se encuentra de vacaciones, por lo que ha sido su sustituto, el juez Garzón, el que ha acordado tramitarla.

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Las fuentes consultadas han asegurado que, antes de presentarla en la Audiencia Nacional, el fiscal jefe Anticorrupción, Carlos Jiménez Villarejo, puso la querella en conocimiento del Fiscal General del Estado, Jesús Cardenal.

Sintel era una filial de Telefónica hasta que en 1996 fue vendida a la empresa Mastec -perteneciente a los Mas Canosa- por 4.500 millones de pesetas que nunca fueron abonados a la multinacional española. Ante la falta de pago, la operadora redujo la cartera de pedidos hasta estrangular la viabilidad de la empresa.