Una 'rave' en la nevera

La Guardia Urbana paraliza una fiesta en una cámara frigorífica - Los organizadores replican que era para socios

La Guardia Urbana comunicó ayer la paralización de una rave (fiesta de música electrónica) en un local de Barcelona la madrugada del sábado al domingo. Unas 200 personas participaban en el guateque, en una nave en el número 180 de la calle de Espronceda, en el distrito de Sant Martí. La celebración carecía de autorización y el local no contaba con "medidas de seguridad para los asistentes", aseguró la policía en un comunicado. La nota añadía que parte de la fiesta transcurría también en una "cámara frigorífica", aunque un portavoz del cuerpo policial aclaró que en ese momento no funcion...

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La Guardia Urbana comunicó ayer la paralización de una rave (fiesta de música electrónica) en un local de Barcelona la madrugada del sábado al domingo. Unas 200 personas participaban en el guateque, en una nave en el número 180 de la calle de Espronceda, en el distrito de Sant Martí. La celebración carecía de autorización y el local no contaba con "medidas de seguridad para los asistentes", aseguró la policía en un comunicado. La nota añadía que parte de la fiesta transcurría también en una "cámara frigorífica", aunque un portavoz del cuerpo policial aclaró que en ese momento no funcionaba el sistema de enfriamiento. El local, además, no cuenta con seguro, y, en "el caso de producirse un siniestro, hubiese dificultado de manera importante la evacuación del público", añadió en su nota la Guardia Urbana. Los organizadores se enfrentan ahora a una posible multa de entre 15.000 y 150.000 euros, explicó la policía.

"No era una rave, era una fiesta para socios y colaboradores de la asociación", contradijo ayer la presidenta de El Matadero, entidad cultural que convocó la fiesta y que tiene su sede en la nave precintada. Según esta, los participantes podían llevar a un acompañante a la celebración y esto hizo que triplicasen el aforo del local y un centenar de personas se quedasen en la puerta. "La aglomeración causó ruidos", aseguró.

El Matadero sostiene que no necesitaban ninguna autorización para la fiesta porque solo era para socios. La Guardia Urbana indicó que es la segunda vez que la asociación hace un evento de este tipo, sin autorización. En ambos casos, la entidad, con siete meses de vida, se escuda en que eran fiestas privadas. El Matadero alquila locales de ensayo y organiza cursos y talleres. En lo que va de año, la Guardia Urbana ha paralizado cinco raves. El año pasado, cerraron un centenar y en 2009, unas 300.

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